- Peugeot 308 por fuera: la medida justa
- Peugeot 308 por dentro: buena calidad y ergonomía peculiar
- Peugeot 308 PHEV en marcha: la virtud de un motor ‘gordo’
En esta vídeo-prueba nos ponemos a los mandos de la versión más potente y sofisticada del Peugeot 308 con carrocería compacta, con 225 CV de potencia, 50 km de autonomía eléctrica real y el lujoso y deportivo acabado GT-Line.
Las ventas del segmento SUV siguen creciendo de manera imparable, pero en Autofácil seguimos creyendo en los compactos como solución de movilidad práctica, ligera, aerodinámica, versátil y fácil de aparcar. Y, de entre toda la oferta disponible, el Peugeot 308 representa una de las alternativas más razonables, ofreciendo un buen equilibrio entre dimensiones, calidad, prestaciones y, por supuesto, precio.
Actualmente, la gama del Peugeot 308 ofrece «casi de todo». Podemos decantarnos por motorizaciones de gasolina (basadas en el pequeño pero enérgico 1.2 Puretech) o diésel (disponibles desde 24.200 euros). También acaba de presentarse el E-308 como opción 100% eléctrica (cuesta desde 44.440 euros). Y entre medias de esos dos mundos, encontramos dos versiones enchufables con 180 CV y 225 CV (41.980 y 43.480 euros, respectivamente), de las que hemos probado esta última.
Peugeot 308 por fuera: la medida justa
En medio de una oferta de coches de dimensiones crecientes, siempre haremos hincapié en lo importante, práctico y confortable que resulta decantarse por un coches de tamaño y peso contenidos, especialmente si se vive en una gran ciudad (y las cifras de ventas indican que, en el caso de los enchufables, este suele ser casi siempre el caso).
El Peugeot 308 tiene una longitud de 4,37 metros de largo y, con esta motorización híbrida enchufable, registra un peso de 1.700 kg (conductor incluido), que es bastante bueno (y una condición imprescindible para un buen comportamiento dinámico).
Exteriormente destaca por un diseño moderno y atractivo, en el que sobresalen, sobre todo, las formas de los grupos ópticos (los faros delanteros con la ya conocida firma óptica de colmillos y prominentes y complejos pilotos traseros). Detalles como el logotipo en los pasos de ruedas delanteros le aportan un toque de elegancia.
Peugeot 308 por dentro: buena calidad y ergonomía peculiar
Del interior del Peugeot 308 podríamos destacar una instrumentación con un diseño atractivo, un nivel de calidad en ajustes y materiales por encima de la media en el sector generalista, unos asientos que sujetan bien el torso o los delicados pespuntes en color menta de las costuras. Sin embargo, es el concepto «i-Cockpit» el que acapara toda la atención.
Introducido por Peugeot en 2012, el concepto i-Cockpit consiste en la combinación de un volante compacto, una instrumentación elevada y una pantalla táctil. No hay nada que objetar a la idea del volante compacto… pero la idea general del i-Cockpit es que este volante se ajuste lo bastante bajo como para que permita la visualización completa de la instrumentación por encima del aro.
Al margen de la postura (que es algo que recomendamos comprobar en persona, probando el coche), las plazas delanteras ofrecen una excelente terminación y ergonomía. Las traseras son simplemente correctas por amplitud y dimensiones de la puerta, pero es algo que vamos a encontrar en todos los vehículos de esta longitud. Son más que suficientes para trayectos frecuentes de, digamos, menos de una hora, pero podrían ofrecer un poco más de espacio longitudinal.
Peugeot 308 PHEV en marcha: la virtud de un motor ‘gordo’
El Peugeot 308 PHEV es un híbrido enchufable de tipo paralelo. Esto significa que, entre el motor térmico y la caja de cambios, hay intercalado un motor eléctrico. El coche puede moverse impulsado por este motor eléctrico, por el motor térmico o por ambos simultáneamente… y esta última posibilidad es a la que hace alusión el término técnico «paralelo».
La calidad y agrado de funcionamiento de estos híbridos enchufables paralelos está muy condicionada por la calidad del motor térmico. Motores de baja cilindrada, con menos de cuatro cilindros y atmosféricos pueden traducirse en una conducción poco satisfactoria en cuanto se exigen prestaciones.
En el caso del Peugeot 308 PHEV, contamos un motor 1.6 turbo de inyección directa de gasolina que cuenta con una cilindrada generosa, una prestaciones más que suficientes, un funcionamiento suave, la buena respuesta que brinda un turbo y un sonido razonablemente deportivo… de manera que nunca parece que el motor se esfuerce por mover el coche (de hecho, tiene 180 CV), sino que el funcionamiento térmico y eléctrico están muy bien compensados.
La parte del funcionamiento eléctrico viene proporcionada por un motor de 110 CV de potencia y una batería de 12,4 kWh de capacidad bruta, de la que se pueden utilizar alrededor de 10 kWh. En función del tipo de utilización (velocidad y tipo de vía) podemos extraer entre 42 y 58 kilómetros de autonomía 100% eléctrica.
