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Suzuki Swift 2024, el único utilitario que puede ser 4x4

El modelo japonés se renueva a fondo, salvo la plataforma, y se ofrecerá solo con un motor gasolina híbrido de 83 CV. El precio arrancará en los 18.500 euros..

Lanzado en 1985, el pequeño Suzuki Swift no tuvo lo que podemos considerar su primera generación como coche global hasta 2004. Luego le sucedieron las lanzadas en 2011 y 2017, que tienen su continuación en el nuevo modelo que se pondrá a la venta desde el próximo abril. Su meta: continuar con el éxito de un automóvil del que se han vendido más de nueve millones de unidades en todo el mundo, siendo el segundo modelo de más éxito en la historia de la marca japonesa, después del Alto.

No hay duda por fuera de que se trata de un Swift. Lo dejan claro detalles de diseño como los hombros marcados, los montantes del parabrisas en color negro o el grueso pilar C. Pero todo en este coche es nuevo. O casi todo, porque lo único que mantiene es la plataforma.

Y esa es la razón de que su longitud se mantenga muy contenida: 3,86 metros, que le convierten en uno de los modelos del segmento B más recortados, muy adecuada para el entorno urbano, pero con más presencia física que su antecesor. Aparte de que los Swift anteriores siempre hicieron gala de un carácter divertidísimo en sus versiones más potentes, denominadas Sport.

Cambio en sus líneas

En vivo, el coche tiene un aspecto diferente al de sus competidores, con su capó que parece una concha, la llamativa parrilla del radiador, las luces diurnas en forma de boomerang y su alta línea de cintura. Y añade como guiños estéticos los tiradores de puerta traseros, que ya no están ocultos en la zona alta de la puerta; los tres pilares en negro para que dar al techo un aspecto flotante y una paleta de colores renovada con unos nuevos tonos azul y amarillo, que ayudan a conformar nueve posibilidades de tono y cuatro variantes con el techo en contraste.

Se ha renovado también por completo el salpicadero. Lo primero que salta a la vista es que la pantalla central ha crecido desde las siete pulgadas a las nueve, además de que exige apartar muy poco la vista de la carretera gracias a su elevada colocación y ofrece conexiones inalámbricas mediante Android Auto y Apple CarPlay.

Salpicadero bicolor

El cuadro de relojes sigue siendo analógico, aunque con un display LCD de 4,2 pulgadas en la parte central, y el grosor hace que resulte muy cómodo el volante, en el que encontramos los mandos de audio, ordenador de viaje y control de velocidad. El aspecto general de los acabados es correcto, y le sienta muy bien el acabado en dos tonos. Suzuki reconoce que los plásticos duros siguen siendo predominantes, pero “se ha optado por un diseño mucho más moderno con ajustes impecables”.

Respecto a las plazas, en nuestra toma de contacto estática (no pudimos conducir el coche) nos dieron la sensación de confortables por lo que afecta a las delanteras y de ofrecer algo más espacio detrás que su predecesor, lo que tal vez se deba a la mayor altura que ahora tenemos en el habitáculo.

Tres cilindros y etiqueta ECO

El motor sigue siendo un 1.2, pero ahora de tres cilindros en lugar de cuatro, con microhibridación de 12 voltios y una pequeña batería de iones de litio para asistir al coche en aceleraciones y le permiten lucir la etiqueta ECO. El rendimiento se ha quedado en 83 CV que pueden parecer pocos para salir a la carretera, pero cunden como muchos más gracias a los menos de 1.000 kilos que pesa el coche. Este podremos elegirlo tanto con transmisión manual, que anuncia un consumo medio de 4,4-4,5 l/100 km, como con CVT de variador continuo, para el que se anuncia un gasto de 4,6-4,7 l/100 km.

Aunque el gran hecho que le coloca como un modelo único entre los utilitarios del entorno de los cuatro metros de largo, es la posibilidad de contar con tracción total. En zonas con mala climatología o con mucho territorio de montaña, será la opción más adecuada.

Tres acabados

La cuarta generación del Swift llegará a los concesionarios con tres niveles de equipamiento, uno más que antes (S1, S2 y S3) y que, desde el inicial, contempla el sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de nueve pulgadas con Android Auto y Apple Car Play inalámbrico, sistema de navegación, control de crucero adaptativo, sensores de aparcamiento o cámara de visión trasera. Además, se podrá escoger entre una amplia paleta de colores que incluye nueve acabados monotono y otros cuatro bitono.

Otro de los aspectos en los que mejora a su antecesor es en la seguridad, ampliando un paquete llamado DSBS II que ya contaba con elementos como el control de velocidad adaptativo y la cámara trasera. Así, quienes se compren el nuevo Swift contarán, además, y desde la versión básica, con asistente de mantenimiento en el carril (corrige la trayectoria si es necesario), monitorización del conductor, para alertarle en caso de no estar atento a la carretera, reconocimiento de señales de tráfico, detección de ángulo muerto o alerta de tráfico posterior.

Único Suzuki del segmento A

Suzuki ha previsto que el precio, que de forma oficial arrancará en unos 20.000 euros (no está definido del todo), se quede en unos 18.500 euros con las campañas de promoción. Desde ahí hasta los 23.000 euros, se definirá la horquilla de este modelo japonés que quedará, tras la desaparición del pequeño Ignis, como el único Suzuki en el segmento A.

Las previsiones desde la marca son positivas, y según Juan López Frade, presidente de Suzuki Ibérica, el objetivo de ventas para los próximos 12 meses está puesto en 1.800 unidades. Unas cifras claves para llegar al gran objetivo de la marca de comercializar 7.200 unidades en el mercado español, una cifra que mejoraría las 6.400 vendidas en 2023, un año que ya fue especialmente positivo para la marca al crecer un 52% respecto al año anterior.

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