El todocamino japonés presenta ligeros cambios de aspecto y equipamiento para afrontar la segunda fase de su vida comercial.
Con más de 4,5 millones de unidades vendidas en todo el mundo, 350.000 en Europa, en los últimos 25 años, y cinco generaciones a sus espaldas, el Subaru Forester es un todocamino reconocido y asentado en nuestro país.
Ahora le llega el turno de la renovación y lo hace en forma de restyling, centrado en aspectos estéticos y de equipamiento, puesto que la mecánica no cambia, como vas a descubrir en esta prueba del Subaru Forester 2022.
El Forester es un modelo sensible a los bandazos del mercado, especialmente los sufridos con la etapa de la pandemia y posterior crisis de los semiconductores, de ahí que el pasado año 2021 vendiera en España 1.610 unidades, en línea con el ‘bajón’ general del mercado; en condiciones previas a la pandemia, el Forester sumaba unas 2.500 unidades anuales.
Galería: Subaru Forester restyling 2022, primera prueba
Hecha esta salvedad, debemos apuntar que el todocamino japonés sigue en plena forma y que ha sabido adaptarse al devenir de los tiempos tanto estética como tecnológicamente.
Tanto es así, que el actual Forester ofrece una imagen moderna, con detalles técnicamente avanzados, al tiempo que ha apostado por una mecánica híbrida moderna, que le permite disfrutar de las ventajas de la pegatina Eco de la DGT.
También son nuevas las llantas de 17 y 18 pulgadas, así como la paleta de colores, donde destaca la incorporación de nuevas pinturas a la gama, como son los Autumm Green Metallic, Cascade Green Silica y Brilliant Bronze Metallic.
Respecto a las dimensiones, el Forester 2022 solo crece 15 milímetros en longitud, alcanzando los 4,64 metros, por 1,81 de anchura y 1,73 metros de altura, con una distancia libre al suelo de 22 centímetros.
Por citar las cotas ‘off-road’ del modelo japonés, el ángulo de ataque crece en 1,3 grados (21,4 en total), mientras que el ventral (21 grados) y el de ataque (25,8 grados) se mantienen. La capacidad de carga, por su parte, continúa en 509 litros.
Donde no se aprecian cambios respecto al anterior modelo es en el apartado mecánico. El Forester sigue confiando en un esquema híbrido compuesto por un motor atmosférico de gasolina e-BÓXER de 2,0 litros de cilindrada con 150 CV, apoyado en un propulsor eléctrico de 16,7 CV, alimentado por una batería de 0,6 kWh de capacidad.
Por su parte, la transmisión automática mediante variador continuo Lineartronic, de siete etapas, sigue estando presente como única opción, así como la tracción permanente AWD.
Entre las novedades de los sistemas de conducción, cabe destacar la nueva funcionalidad del control de tracción X-Mode, con los conocidos programas Snow/Dirt (nieve/grava) y Deep Snow/Mud (nieve y barro profundos), que ahora no se desconectan cuando sobrepasamos la velocidad máxima (40 km/h), sino que permanecen en modo de espera, para volver a activarse automáticamente, cuando circulamos por debajo de 35 km/h.
Otro de los elementos principales en materia de seguridad dentro de Subaru es su reconocido sistema ‘EyeSight’, que se ha mejorado incrementando el ángulo de visión de las cámaras frontales, así como optimizando el funcionamiento de otros sistemas asociados, como el de mantenimiento de carril, el de control de velocidad de crucero adaptativo o el de frenada de emergencia con esquiva de peatón, por citar solo algunos de los más importantes.
En el habitáculo también podemos advertir novedades relacionadas con las tapicerías disponibles, tela, cuero nappa negro y cuero nappa marrón, al tiempo que se mantiene la pantalla digital de 6,3 pulgadas en la parte superior del salpicadero, para el ordenador de a bordo, y la central de infoentretenimiento, de 8,0.
Tampoco faltan los diferentes mandos físicos de acceso directo para el climatizador o el mencionado X-Mode, mientras que el volante multifunción acoge, entre otros, los mandos para seleccionar los modos de conducción disponibles (Sport e Intelligent).
Así las cosas, una vez que te pones en marcha con el renovado todocamino de Subaru, todo resulta muy familiar. El sistema híbrido se deja notar nada más arrancar el motor y recorres los primeros metros. El motor eléctrico es capaz de mover el coche por sí mismo durante cortos recorridos, lo que ayuda a contener el consumo de carburante en entornos urbanos, especialmente. Por cierto, el consumo medio oficial es de 8,1 litros cada 100 kilómetros, según ciclo WLTP.
La moderna plataforma global de Subaru no ha sufrido modificaciones, aunque sí las suspensiones, que consiguen mitigar el molesto balanceo de la carrocería en este tipo de vehículos.
Si bien es cierto que la transmisión automática no acompaña a la hora de ‘exprimir’ el motor, en términos acústicos o al ganar velocidad, lo cierto es que una vez alcanzada el ritmo de crucero deseado, el Forester lo mantiene de una forma solvente, confortable y sin pedir mucho combustible a cambio.
A pesar de la brevedad del recorrido realizado, que nos permitió advertir las consideraciones justas y a la espera de una prueba más extensa por nuestras carreteras predilectas, queda claro que el Forester es un todocamino muy apetecible, ya que a su puesta al día estética hay que sumarle los numerosos elementos de seguridad que equipa, de serie o en opción, que lo llevan a erigirse en uno de los referentes de la categoría.
La gama Forester se divide en tres acabados: Sport Plus (desde 37.400 euros), Executive (desde 39.900 euros) y Executive Plus (41.900 euros), a los que tienes que restarle 2.000 euros de promoción del fabricante.
Sin duda, una puesta al día acertada, que permitirá al Forester seguir siendo un todocamino híbrido muy bien equipado, con un profundo carácter ‘off-road’.
