No todo en los garajes de los miembros de los Rolling Stones han sido Rolls, Aston Martin, Jaguar y demás coches británicos, entre los que podemos incluir el Mini. Porque en este espacio también ha habido espacio para un Citroën. Y no durante un año o dos, como una compra de la que pronto se cansan, sino durante mucho, mucho tiempo.
My Gallery.
Lo encargó en 1971
De este modelo se enamoró Bill Wyman, el bajista de los Rolling Stones desde 1962 hasta 1993, cuando abandonó la formación. Wyman cayó prendado de las líneas del Citroën y del motor Maserati, y los registros muestran que la unidad en gris plata que encargó le fue entregada el viernes 4 de junio de 1971 en Grasse, en los Alpes Marítimos de Francia.
El coche vivió esa primera etapa de su vida en Francia, hasta que en 1984 el bajista de los Rolling Stones lo mandó a Reino Unido para que se sumara a una colección en la que tenía otros coches que le apasionaban. Y allí permaneció hasta que decidió restaurarlo y venderlo.
Lo tuvo 44 años
Así, el 19 de octubre de 2014 lo envió al especialista Tony Davey, que entre otros coches ya restauró el Volvo P1800 de Roger Moore en la película El Santo. Y después de actualizarse y ‘ponerse guapo’, el coche se subastó en Goodwood el 1 de julio de 2015 con el bombo que merece un coche que ha pertenecido a una estrella. 44 años después de que lo comprara, el SM, que por cierto es de las unidades que equipan tres carburadores Weber (en 1973 pasaron a equipar inyección Bosch), se separó al fin del músico.
Citroën.
Desde entonces el coche ha recorrido solo unos 2.500 km pero su dueño actual cree llegado el momento de venderlo, por supuesto por más de lo que le costó. Es cierto que todo este tiempo lo ha mantenido en un especialista de este modelo, llamado Daunat Classique, así que se habrá gastado dinero en que siga funcionando a la perfección.
A través del compra-venta belga My Gallery pide 110.000 euros, mientras que una unidad similar de un propietario desconocido y en esas mismas condiciones (inmaculado) se suele vender por unos 80.000 o 90.000 euros. La diferencia no parece exagerada para un coche que ha pertenecido tantos años a una estrella.