Pablo Picasso, el genial pintor y escultor malagueño fallecido hace ya 50 años, sigue siendo una de las figuras icónicas del arte del siglo XX. Se dice que fueron unas 50.000 las obras que creó a lo largo de su vida (vivió hasta los 91 años), entre las que se encuentran también dibujos, grabados, collages y cerámicas.
Pero en este conjunto se incluye una muy especial, y quizá una de las más desconocidas porque lleva décadas sin saberse nada de su paradero. Se trata de la que pintó empleando como lienzo un Citroën DS, el revolucionario modelo que la firma francesa lanzó a mediados de los años 50.
La historia de este coche se remonta al invierno del 1958, cuando un joven periodista mexicano, apellidado Mejido y residente en Francia, se propuso a toda costa conseguir una entrevista con Picasso.
Una mentira como excusa
Un 'Tiburón' similar al que Picasso empleó como lienzo.Citroën.
Negocio redondo
Dicen que Mejido conservaba un buen número de fotos del coche y de aquella reunión, aunque solo ha llegado hasta nosotros una en la que se ve al entonces joven periodista junto al Citroën. Y el mexicano ha confesado que hizo un negocio redondo con el coche: consciente de que tenía en sus manos un valiosísimo cuadro con ruedas, se empeñó en comprar el coche por unos 6.200 francos franceses (157.000 pesetas, que al cambio son unos 943 euros), lo que entonces ya era un dineral. Y en unos pocos días lo revendió a una galería de arte de París por seis veces lo que le había costado.
Lo más curioso es que el coche nunca ha sido expuesto o vuelto a ser fotografiado. De hecho, ni siquiera se conoce su paradero, aunque se sospecha que debe seguir en manos del coleccionista que entonces lo comprara o de alguno de sus herederos.