Existen restomods en los que el autor se deja llevar por la emoción y excede algunos límites, y también hay restomods en los que todo se hace con buen gusto, con cierto grado de personalización y elevando el valor del vehículo. Este Alfa Romeo clásico se engloba dentro de la segunda categoría y viene acompañado de un motor V8 de Ferrari gracias a cuatro años de meticuloso trabajo.
El coche comenzó su vida como un Alfa Romeo 2000 GT Veloce de 1973 y todo parecía indicar que sus días habían acabado, hasta que Jeff, un constructor australiano, lo rescató. Fue necesario reemplazar los paneles de carrocería detrás del pilar B, que era la sección más afectada del vehículo y, una vez reparado, se tomó la decisión de cambiar el motor original de 2.0 litros por una unidad de Ferrari.
Este Alfa Romeo clásico esconde el motor de un Ferrari y cuatro años de trabajo meticuloso
Aunque el V8 no es mucho más largo que el cuatro cilindros original, sí es más ancho y alto, por lo que en algunas zonas solo hay un centímetro de espacio libre. El propietario quiere que todos admiren la belleza de este corazón italiano, por lo que ha instalado un nuevo capó con una sección transparente que deja a la vista el bloque de ocho cilindros.
Unido al motor se encuentra una transmisión manual de seis velocidades procedente de un Subaru BRZ (prueba). Sí, has leído bien, de un Subaru con poco más de 200 CV y aspiración natural que ahora se encarga de enviar la potencia de un motor V8 Ferrari a las ruedas traseras de un Alfa Romeo de 1973.
Como te decía más arriba, todo en este restomod se ha hecho con buen gusto. El interior también se ha personalizado, el exterior está terminado en amarillo con franjas grises e, incluso, hay nuevos logotipos. Además, se ha instalado aire acondicionado y control de crucero, ya que la intención de Jeff es utilizar este coche a diario.
Y, por si te lo estás preguntando, la potencia se sitúa en unos 300 CV de potencia a las ruedas, lo que es bastante más que los 130 CV al cigüeñal que generaba el motor original. Una pena que no podamos escucharlo en marcha. No te pierdas el vídeo (en inglés).
