Las marcas de lujo tienen, cada una, su color. El tono de la carrocería ser convierte, así, en un signo distintivo más. Es imposible no asociar el amarillo a un Lamborghini, el racing blue a Bugatti o el rojo a Ferrari.
A la firma del ‘cavallino’, sin embargo, también le sientan bien otros colores. Tanto, que ha lanzado incluso ediciones especiales o limitadas en tono azul. En las subastas, los coches de Ferrari de color azul se acaban vendiendo incluso más caras que las de otras tonalidades, ya que son modelos aún más exclusivos o difíciles de encontrar.
Un millón de euros por un Ferrari azul
Existen más modelos de Ferrari en color azul que han gozado de la misma exclusividad. Por ejemplo, en 2007 un cliente encargó un Ferrari 599 GTB Fiorano en el tono azul Tour de France. Ahora, se vende de segunda mano en la web de usados de Ferrari por más de 148.000 euros al cambio.
Más espectacular fue el precio de subasta el Ferrari 812 TDF en color Azzurro La Plata. La cifra fue de un millón de euros y, pese a ser un modelo conocido por su color amarillo, esta unidad gana exclusividad por su carrocería. De hecho, solo existe uno en el mundo y es este.
A lo largo de la historia de Ferrari, por lo tanto, han destacado varios modelos precisamente por el color azul de su carrocería. De hecho, en el catálogo actual, el Ferrari 296 GTS se presenta directamente en esta tonalidad, en concreto, Blu Pozzi. Otros matices para otros modelos, como el 812 GTS, son el Blu Abu Dhabi o el Blu Tour de France.