El hombre más rápido sobre la tierra, el plusmarquista Usain Bolt, pasó el 15 de nombre de 2010 un día realmente especial en Maranello. El jamaicano pudo probar lo que es la velocidad sobre cuatro ruedas gracias a una serie de vueltas al Circuito de Fiorano en un 458 Italia y un 599 GTB Fiorano.
El velocista se embarcó en la aventura como copiloto de Dario Benuzzi y Raffaele De Simone. Posteriormente fue él quien se atrevió a coger los deportivos. Al final del día no podía disimular su interés por el 458 Italia. «Es un poco como yo, muy agresivo», aunque descartó comprarse uno, por lo menos hasta que no finalizara el Mundial de 2011. Bolt declaró que al principio «tenía mucho miedo, pero miedo bonito», aunque estaba «emocionado como un niño».
No era la primera vez que Usain Bolt domaba uno de los cavallinos, puesto que dos años antes, en Mónaco, pudo probar un F430 Spider en el circuito urbano donde se disputaba el Gran Circo. Bolt aprovechó que se encontraba en el Principado para la Gala Mundial de Atletismo, donde recibiría el premio de ‘Atleta del Año’, para cumplir uno de sus sueños.
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