El Mitsubishi L200 es uno de los pick-up más longevos y la actual generación llevaba a la venta 9 años, así que la marca japonesa ha presentado su siguiente entrega (la sexta), que llega con muchos cambios y un aumento de las capacidades del modelo.
Su imagen es un claro ejemplo de ello, pues ha experimentado un completo rediseño en el que se apuesta por las formas más cuadradas y que da como resultado un conjunto más musculoso. El frontal presenta una parrilla dividida en tres secciones y custodiada por unos grupos ópticos también divididos, mientras que el paragolpes cuenta con una voluminosa protección de metal.
En cualquiera de los casos, se ha reestructurado la caja de carga, siendo lo más destacable la rebaja de su altura a 82 centímetros del suelo, lo que hace que sea más accesible.
El interior es espacioso y presenta un formato principalmente analógico, aunque la pantalla central es tipo flotante, y en las imágenes se aprecian unos asientos con mucho soporte lateral.
Mitsubishi ha hecho especial hincapié en los asistentes de conducción, entre los que disfruta de control de crucero adaptativo, avisador de punto ciego, asistente de cambio de carril o alerta de tráfico trasero cruzado.
Los motores del Mitsubishi L200
Su oferta mecánica se limita a un único motor diésel, turbo de 2,4 litros; pero que está disponible en tres niveles de potencia diferentes: 150 CV y 330 Nm, 184 CV y 430 Nm, y 204 CV y 470 Nm. Se pueden combinar con una caja de cambios manual o con una automática, en ambos casos de seis relaciones.
Además, está disponible con dos tipos de tracción integral, el Easy Select 4WD, con diferencial central bloqueable; y el Super Sepect 4WD-II, que añade un diferencial de deslizamiento limitado. Para adaptarse mejor a todo tipo de terreno, cuenta con siete modos de conducción diferentes: Normal, Eco, Gravel, Snow, Mud, Sand, y Rock.
