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Crítica de larga duración: Renault Alaskan Iconic (tercer mes)

Renault nos prestó su chata para que la maneje todo el equipo de Motor1. Este mes opinan Paul Szebesta, Orly Cristófalo y Carlos Cristófalo.

crítica de larga duración: renault alaskan iconic (tercer mes)

Esta no es una crítica convencional de Motor1 Argentina. Es una “crítica de larga duración”. El objetivo es que el vehículo de pruebas permanezca en nuestras manos durante mucho más que la crítica tradicional de una semana. La idea es probarlo durante varios meses, para aplicar usos (y abusos), encontrar virtudes (y defectos) que no afloran en una prueba tradicional. A todo esto se suma el hecho de que el vehículo en esta prueba de largo aliento pasará por las manos de todos los integrantes de la redacción de Motor1 Argentina.

La Alaskan es la pick-up de Renault fabricada en Córdoba. Se vende en la Argentina desde noviembre de 2020 y en Motor1 Argentina ya la probamos en dos versiones: Iconic (leer crítica) y Outsider (leer crítica). El informe sobre nuestro primer mes de esta crítica de larga duración ya se publicó acá. Y el segundo informe mensual se puede leer acá. A continuación, el resumen del tercer mes en nuestras manos.

Semana 1 y 2 – Paul Szebesta

Una de las cosas que nunca aproveché demasiado en Motor1 fue el tema de usar los autos de los préstamos más allá de probarlos en un autódromo. Al principio, más de uno se acordará, yo estaba alucinado, al igual que ustedes con el área que me tocó cubrir en el ex Autoblog: probar autos en pista. Sí, sigo alucinado, con la diferencia de que ya manejé más de 60 autos en el Gálvez. Esto quiere decir que, a no ser que sea algo muy potente, o muy especial, varios autos ya son como uno más entre el montón. Ojo, esto no es para nada una queja: este trabajo fue, es y será el sueño del pibe, básicamente.El tema es que en la pista sé muy bien qué hacer para no romperlos, cosa que no pasa en la calle. No por mí, sino por la jungla que es ahí afuera y no hablo solo del tránsito, sino de la cantidad de cosas malas que le pueden pasar a un auto en la calle.Dado que el sueño del pibe era algo que había que cuidar, ya que no pasa todos los días, no quería hacer nada que me trajera algún tipo de problema o percance.Si bien en la calle te puede pasar de todo, sin que sea tu culpa, podés extinguir todos esos riesgos simplemente con no estar en la calle con los autos prestados a Autoblog, ahora Motor1. Por eso en aquellos años siempre le decía a C.C. que él guardara los autos, y yo los tenía sólo si él estaba de viaje o ya lo había probado. La excepción a esa regla fue con la Megane III R.S., que no se cumplían ninguna de esas dos variables, pero igual lo retiré yo, tuvimos la charla en el taller (ver nota).La cuestión es que muchos autos de los que tuve, por miedo no los quise sacar y fueron de donde los retiré al Autódromo, del Autódromo a casa y de casa a donde los retiré. Excepción de Chevrolet Camaro S.S. Cabriolet y Ford Mustang GT que fuimos a hacer un video.¿A qué viene todo esto? La verdad que un poco me arrepiento porque muchos autos ahora los hubiera manejado mucho más que en ese tiempo que estuvieron bajo mi tutela. Como la VW Amarok V6, por ejemplo.Cuando fue el cambio de Autoblog a Motor1, muchos estábamos escépticos respecto a si el cambio era para bien o para mal. Ahora que pasó el tiempo puedo empezar a ver cosas positivas, tanto para mí como para ustedes, como por ejemplo las pruebas de larga duración. En Autoblog no había dos o tres autos a disposición para pedir cuando quieras. Eso está bueno, para ustedes que tienen un contenido diferente y para nosotros que contamos con autos 0km para lo que queramos/necesitemos hacer.En mi caso la necesidad es ir a las carreras, que podría ir con mi auto personal, pero dado que está re castigado a palos (o mejor dicho, “muy usado”), prefiero ir en uno nuevito y que generalmente es tope de gama. Contar con control crucero, cosa que en mi auto prescindo, ya es un lujo que le gana a todo el resto. Por lo cual me da igual si es una pick-up, una SUV, si es diesel o si es naftera/o.Por eso, para las carreras que son a más de 500 kilómetros pedí a Motor1 alguno de sus autos de pruebas de larga duración. Me tenía que ir Concordia, con mi novia Magalí que labura conmigo en RacingFilms, y me ofrecieron la Renault Alaskan Iconic. Ya de por sí es Renault. Sí, ya sé que no es Renault y es Nissan, pero no manejé ninguna Frontier así que no puedo hacer el típico comentario de “es lo mismo”. De hecho, manejé muy pocas pick-ups del segmento mediano.La verdad es que no estoy para nada acostumbrado a vehículos tan grandes, y no me termino de sentir cómodo tampoco. Está bueno que en la ciudad puedas agarrar empedrados y algún que otro pozo sin molestarte, pero prefiero esa ausencia de “todo terreno” que tiene un auto frente a los beneficios, como ser la agilidad que tienen. Dentro de “autos” entran las “pick-ups compactas”, que se sienten más auto que camioneta. Recordemos que, a una carrera en Toay, La Pampa fui con la Fiat Toro (leer nota).Volviendo a las medianas, me pasa con estos vehículos, sobre todo en ruta, que los tiempos que tiene el chasis para moverse, transferir pesos, etcétera… son eternos. Hacás algo y la chata lo hace tres días después. Lo mismo para frenar. Si bien frenan muy bien, cambia mucho el tiempo entre parar 1.300 kg, a 2594 kg de esta Alaskan, o cualquier Pick-Up del segmento. Eso en un auto no pasa. Por suerte, no tuve que sufrir tránsito pesado, tipo ir al centro o esas avenidas caóticas que abundan en Buenos Aires. Me causó gracia que, en las esquinas, si llegás unos metros antes que el que viene por la calle izquierda, en cuanto te ve, frena. Cuando vienen por la derecha freno yo, pero muchas veces frenan también. También entendí a muchos dueños, que les sale esa prepotencia cuando están arriba de estas chatas. El tráfico le tiene miedo a semejante cosa y a ellos le viene como anillo al dedo. A eso hay que sumarle otro gran grupo de personas que morirían por tener esa chata y ser ese conductor prepotente, pero no pueden.Me fui por las ramas, perdón. Bueno, en cuanto a la chata, me gustó: pero ya les conté que la vara está muy baja. Extrañé tener baúl. La caja de carga me sirvió para llevar una bici plegable que usa Magalí. Yo uso moto, una Corven Dax que me lleva un equipo de la Clase 3, pero a ella le da miedo usar moto, así que se mueve en bici. Lo malo es que tuve que poner las valijas, mochilas y demases en los asientos de atrás. No viajaba nadie, pero no es lo más seguro, además de la preocupación por el movimiento de las mochilas con el equipo de fotos y video, los cuales sabemos que son frágiles.Desde ya no esperen mi opinión sobre su comportamiento off-road, ya que fue casi nulo. Lo único que hice fue un par de trompos por diversión en el pasto del Autódromo de Concordia, donde espero que ninguna autoridad de ahí esté leyendo esto porque rompí bastante el césped del estacionamiento, pero me di cuenta de eso una vez que terminé los trompos. Fue sin querer.Así que les hablo de lo que sí hice: ir y venir. En eso cumplió con creces. Muy cómoda, muy amplia y todo funcionando muy bien. Por empezar, lo más importante para mi en ruta en cuanto a confort se refiere: el sistema de audio. Venía acostumbrado a la Toro que sonaba bien, pero el cambio entre canción y canción del Apple Car Play tardaba más segundos de los que mi ansiedad podía tolerar. En la Alaskan no sufrí ese percance. Los temas cambian como si estuvieras cambiándolos del celular. La insonorización también es muy buena, como también la iluminación de los faros delanteros.Lo que menos me gustó fue lo que gasta. Pensé que siendo diesel me iba a encontrar con consumos bajos, pero la realidad es que no. Sumado al precio que tiene ese tipo de combustible, extrañé muchísimo los motores nafteros. Lo otro que no me gustó fueron algunos faltantes insólitos de equipamiento, como solo tener one touch en el levanta vidrios del conductor. O que cuando cerrás la chata se pliegan los espejos, pero no se cierran los vidrios.
En fin, a grandes rasgos me gustó la Renault Alaskan Iconic. Luego de esta experiencia terminé de corroborar que difícilmente algún día tenga un vehículo de este segmento, por lo poco prácticas que son en ciudad, por lo que gastan y por lo caro que hoy en día está su combustible. Tal vez, cuando me compre un campo, cambie de opinión. Veremos.

Semana 3 – Orly Cristófalo

Una vez más, la Renault Alaskan Iconic pasó por mis manos. Aunque esta vez, como encargado de la flota de Motor1 Argentina, me tocó coordinar fecha y llevar la pickup al service de los 20 mil kilómetros. Un par de mensajes con Federico Sampayo de Renault Argentina y turno listo para llevar la Alaskan al Renault Minuto de Av. Córdoba al 2.800, en CABA. Sí, el mismo centro de servicios donde estuve “trabajando” de mecánico durante la celebración del 25 aniversario de Renault Minuto (ver nota). Por suerte, esta vez nos atendería un profesional de verdad y no un periodista aprendiendo a ser mecánico.

Llegamos y, después de presentarnos nos pidieron las llaves, para que ellos acomodaran la Alaskan. Se presentó Gabriel, quuien sería nuestro mecánico a cargo. Lleva 20 años trabajando en ese centro de Renault Minuto y ha visto pasar todos los modelos que podamos imaginar pero “nunca tuve la suerte ver en persona un Clio Williams, me hubiese encantado verlo de cerca y hacerle un service”, cuenta con cara de fan decepcionado. También nos habla de algunos clientes famosos y de los vecinos del barrio. Se nota que hace 20 años que está en el taller: nueve de cada diez vecinos que pasan lo saludan. Incluso en un momento vino un chico de unos 10 años para inflar la pelota. Gabriel le dice que espere que estaban usando la manguera con el pico en otro auto. Finalmente, el chico se fue feliz con su pelota inflada.

Pero pasemos al service en sí mismo y para eso nada mejor que una seguidilla de fotos con sus respectivos comentarios. Dato 1: a diferencia del service del Fiat Pulse de los 20.000 kilómetros, acá sí tocó cambio de filtro de aire (ver nota). Dato 2: no voy a decir culpa de quién es la suciedad que verán en la Alaskan, porque no quiero dejar en falta a mi querido Paul (quien confesó acá arriba haber jugado en el barro).

Lugar asignado y capot abierto. Todo listo.

El cuidado de los tapizados también es prioridad.

Todo lo que se pueda ensuciar, se protege.

Sacar el protector del cárter requiere herramientas y paciencia.

Gabriel en acción.

A veces dos manos no alcanzan.

La comodidad para trabajar es todo.

Filtro de aceite viejo y el nuevo. Encuentre las diferencias.

El filtro nuevo ya en su porta-filtro.

Es hora de aceite nuevo.

Castrol 5W-30 para la Alaskan.

Son casi 8 litros que lleva.

Turno del filtro de gasoil.

Vaciado en tachos especiales para no contaminar.

Hay que tener cuidado con el cosito del coso.

Se aprovecha y se revisa el estado y nivel del líquido del diferencial trasero.

Al límite de llegar al techo la Alaskan. También se hacen service de Renault Master sin problemas.

Turno de filtro de aire y de control de líquidos refrigerantes y del lavaparabrisas.

Veinte mil kilómetros de uso.

Nuevo filtro listo.

Sapito en condiciones.

Completamos líquido refrigerante.

Y llega el turno del filtro del aire acondicionado, ubicado detrás de la guantera.

Gran trabajo del filtro.

Todo listo. Nos podemos ir. ¿Me bajan la Alaskan por favor?

Semana 4 – Carlos Cristófalo

Llega a su fin la crítica de larga duración de la Alaskan Iconic. La última semana me tocó manejarla a mí. Como mi opinión sobre la pick-up de Renault la escribí de manera extensa en esta crítica completa (leer acá) y como ya llegó el momento de devolver la unidad prestada a la gente del Rombo, voy a dedicar los últimos párrafos a cerrrar esta crítica de larga duración de la misma manera en que venimos haciendo con todos los autos de esta sección. ¿Sale un clásico Análisis F.O.D.A.?

* Fortalezas: La base de la Nissan Frontier es un buen punto de partida para la Alaskan. Le evitó a Renault años de desarrollo y millones de dólares de inversión para crear su propia pick-up mediana. Tiene un chasis robusto, mecánicas probadas y un excelente confort de marcha. Además, al producirse en la Fábrica Santa Isabel cuenta con disponibilidad de entrega, algo que no pueden garantizar pick-ups medianas importadas, como las Chevrolet S10, Mitsubishi L200 o Great Wall Poer (por citar sólo a algunas de las “extranjeras”).

* Oportunidades: Desde la poco recordada Trafic Rodeo, Renault no contaba con una pick-up mediana en la Argentina. La Alaskan le permite competir en uno de los segmentos más rentables y de mayor volumen de nuestro mercado. El Rombo cuenta con una red de concesionarios muy amplia y con experiencia en la venta de vehículos comerciales livianos (Kangoo y Master). Tiene una cobertura nacional con la que no cuentan muchos de sus competidores, comenzando por sus aliados de Nissan. Es una excelente base para crecer desde el cimiento que llevó a Toyota hasta la cima: esforzarse para ofrecer un excelente servicio de postventa.

* Debilidades: El segmento de las pick-ups medianas en Argentina es rentable y tiene mucho volumen, pero la competencia es tremenda. Renault se propuso ocupar el cuarto puesto en ventas en la Argentina, pero por ahora está quinta. En el cuarto lugar está Nissan, con la hermana de línea de montaje de esta Alaskan: la Frontier. Nissan controla el volumen de producción de la línea de pick-ups y puede ponerle un límite al volumen de producción de la Alaskan. ¿Le dará en algún momento “canilla libre” para que la Alaskan crezca en participación de mercado?

* Amenazas: El año pasado, la Frontier recibió un restyling con mejoras en el diseño, la seguridad, la calidad de materiales, la electrónica de la mecánica y hasta la puesta a punto del chasis. Son cambios impulsados por la demanda del mercado interno argentino, pero sobre todo por los destinos de exportación de la Frontier argentina. Se sabe que la Alaskan recibirá un restyling en un momento, pero todavía no hay fecha confirmada. Se lanzó a la venta en Argentina con dos años de demora con respecto a la Frontier y no será sencillo acortar esa brecha en el tiempo. Además, por el momento Renault no logró abrir mercados de exportación para la Alaskan, que podrían justificar la inversión necesaria para implementar las mejoras que ya recibió la Frontier. El reloj está corriendo.

Estadísticas

* Fecha de ingreso de la unidad: 23 de diciembre de 2022 (con 9.772 kilómetros).

* Kilómetros recorridos en el primer mes: 3.921

* Kilómetros recorridos en el segundo mes: 8.986

* Kilómetros recorridos en el tercer mes: 2.560

* Consumo promedio registrado durante los tres meses: 9.3 l/100 km

* Costo del service de los 20.000 kilómetros: $109.000 (actualizado al 4 de mayo de 2023)

* Problemas registrados desde el inicio de la prueba: A veces, cuesta conectar el teléfono con el sistema Bluetooth. Pinchadura de rueda, seguido por destrucción total del neumático trasero derecho. Un sistema de alerta de pérdida de presión de neumático tal vez hubiera evitado el destrozo completo de la rueda. El sistema de apertura y cierre centralizado dejó de funcionar para el portón de la caja de carga. Se rompió la traba de la lona marítima de la caja de carga.

Galería: Crítica larga duración: Renault Alaskan Iconic

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