Los fabricantes japoneses están siendo la excepción que confirma la regla en el aspecto de la transformación del sector del automóvil hacia el coche eléctrico. Una posición conservadora que está comenzando a tener sus efectos y como veíamos la semana pasada, Mitsubishi ha sido de las primeras en sufrir los efectos. Ahora Mazda ha confirmado que su primer coche diseñado desde cero como eléctrico no llegará al mercado hasta 2027.
En 2021, Mazda comenzó a vender un coche eléctrico. Una conversión del MX-30, que ha tenido una acogida muy fría principalmente debido a sus modestas prestaciones que lo han mantenido en la más absoluta irrelevancia comercial.
El objetivo de Mazda es acelerar la apuesta por el coche eléctrico en China, donde lanzarán un nuevo modelo eléctrico a partir de 2025.
Otro reto para Mazda será Estados Unidos. Allí, el presidente de la marca ha indicado que están valorando qué pasos dar, ya que la puesta en marcha de la ley para la reducción de la inflación de la administración Biden, castiga económicamente a los coches eléctricos fabricados fuera de sus fronteras.
Ante esta situación, el presidente del fabricante japonés ha indicado que están valorando si levantar una fábrica, o poner en marcha nuevas líneas de producción, para contar con un producto capaz de competir con sus rivales y que además necesitará también baterías procedentes de la región, lo que hace que el problema se multiplique.
Opinión
Un dominio del gigante asiático que se está extendiendo por Europa, donde para cuando Mazda tiene pensado reaccionar, los fabricantes chinos ya tendrán establecida no solo una red de distribución y mantenimiento, sino también grandes fábricas locales que les permitirá ser mucho más rápidos y lograr una mayor economía de escala, lo que hará que nos más rezagados no tengan opción.