Prueba Renault Mégane eléctrico: con 220 CV y hasta 454 km de autonomía

Hablamos de la versión más potente de la gama, pensada para aquellos a los que la ciudad se les queda corta.

prueba renault mégane eléctrico: con 220 cv y hasta 454 km de autonomía

Antes ti tienes el primer coche de la segunda era eléctrica de Renault. Un Renault Mégane E-TECH eléctrico que ponemos a prueba, cuando ya va camino de cumplir un par de años en el mercado y nos ha hecho olvidar todo lo que hubo antes en la marca.

A fin de cuentas, el salto de calidad en el compacto francés, ahora con ciertos rasgos de crossover (más que de SUV puro) viene propiciado por el empleo de la nueva plataforma CMF-EV, creada dentro de la Alianza y también empleada por modelos de Nissan como el Ariya.

¿Puntos a favor de esta base? Más adelante la analizaremos en detalle, pero su punto fuerte es que permite instalar todos los componentes del sistema de propulsión en la parte delantera (salvo la batería, claro está, que va bajo los asientos), dejando espacio en la trasera para instalar un eje multibrazo. Algo que siempre potencia la comodidad.

El Renault Mégane E-TECH 2023, en cinco puntos clave:

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Diseño

Es cierto que ahora ya nos hemos acostumbrado a él, pero en el momento de su lanzamiento, supuso una ruptura completa con el anterior lenguaje de diseño de Renault, al tiempo que supuso un trabajo extra en términos aerodinámicos, para conseguir dejar el coeficiente C_X en 0,29.

A fin de cuentas, este Mégane E-TECH eléctrico trajo consigo unas líneas más compactas, grupos ópticos totalmente novedosos e, incluso, el nuevo logo de la marca. También, unos cortos voladizos, una carrocería ligeramente elevada o llantas de aleación de entre 18 y 20 pulgadas.

Todo, en un modelo que alcanza los 4,2 metros de largo, 1,77 de ancho y 1,51 de alto, por lo que es 15 centímetros más corto que el Mégane de combustión con el que convivió desde sus inicios. Eso sí, a cambio cuenta con una generosa distancia entre ejes de 2,77 metros.

Interior

Por dentro, el conductor puede encontrar ese tipo de cosas que apasionan a los dueños de los coches eléctricos, como tapicerías textiles fabricadas con materiales reciclados o molduras de madera auténtica.

Pero a nosotros, lo que más nos llama la atención es la instrumentación de 12,3 pulgadas, configurable y bien legible, así como la pantalla vertical del sistema multimedia, que alcanza las 12 pulgadas (9,3 pulgadas, si hablamos de las versiones de acceso). Y sí, el climatizador tiene mandos dedicados fuera de ella. ¡Bien!

Deteniéndonos en el infoentretenimiento, con el sistema OpenR Link, recurre a un nuevo procesador Qualcomm y, la verdad, resulta realmente rápido e intuitivo de usar. Sin duda, una de las mejores opciones del momento, que integra opciones como Google Maps, Google Assistant o Google Play y actualizaciones OTA (‘over the air’). Además, se ofrecen dos sistemas de sonido diferentes, firmados por Arkamys y Harman Kardon.

¿Y el espacio en las plazas traseras? Pues es bueno, ya que dos adultos tienen amplitud suficiente para las piernas y la cabeza, siendo la anchura justa para tres, como suele ser habitual en el segmento.

Por su parte, el maletero alcanza los 440 litros de capacidad, que es un buen dato, al que se suman unas formas regulares y un siempre práctico doble fondo, en el que guardar los cables de carga, por ejemplo.

Mecánica

Dentro de la gama existen dos opciones, aunque siempre recurriendo a un motor delantero, síncrono de imanes permanentes, con dos escalones de potencia: 130 y 220 CV (que equivalen a 96 y 160 kW, respectivamente).

Gama complementada por dos baterías diferentes, de 40 o 60 kWh de capacidad, que homologan autonomías de entre 300 y 470. ¿Versiones con tracción total? Técnicamente, serían posibles… pero, de momento, no se contemplan.

Volviendo a nuestro protagonista, hablamos de la versión tope de gama, con los mencionados 220 CV y 300 Nm, con la batería de mayor capacidad, que anuncia una velocidad máxima de 160 km/h (autolimitada) y una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos.

En marcha

La primera sensación que transmite este Mégane E-TECH eléctrico es la de ser un modelo confortable y bien insonorizado, con el que moverse en el día a día de la ciudad sin preocupaciones por una carga que no necesitaremos durante días.

Sin embargo, al pisar a fondo el acelerador, rápidamente nos daremos cuenta de que esta versión ofrece un rendimiento más elevado de lo que exigen la tareas cotidianas, invitándonos a emplearlo fuera de la ciudad sin ningún temor.

Tampoco a la autonomía, ya que el coche se muestra bastante eficiente. Y si bien homologa 16,1 kWh/100 km, es sencillo ver en el ordenador de a bordo cifras en el entorno de los 17 kW/100 km, por lo que alcanzar los 400 km de autonomía ‘real’ no sería ninguna quimera.

Centrándonos en su comportamiento, es cierto que en ocasiones al tren delantero le cuesta transmitir al suelo el torrente de fuerza que llega hasta las ruedas delanteras. Pero también, debemos destacar una dirección rápida… aunque como suele ser habitual en la marca, las sensaciones llegan al conductor demasiado filtradas.

Para acabar, además de los modos de conducción disponibles, también se ofrecen distintos programas de regeneración, que se gestionan a través de las levas tras el volante y que, permiten llevar a cabo una conducción de tipo ‘one pedal’, aunque sin llegar a detener el coche por completo.

Equipamiento y precio

En términos de equipamiento, debemos destacar las 26 ayudas electrónicas a la conducción que incluye el Mégane E-TECH eléctrico, así como una opción tan llamativa como el espejo interior digital. Denominado Smart Rear View Mirror, además del espejo convencional, también incluye una pantalla que permite ver las imágenes de la cámara trasera.

Con una gama repartida en cuatro acabados, evolution ER, equilibre, techno e iconic, los precios de la gama arrancan en 38.300 euros, antes de posibles descuentos o ayudas gubernamentales como las del Plan MOVES III. En el caso de la versión probada, tope de gama, la cifra asciende hasta los 49.800 euros.