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Prueba del Range Rover SWB D350 MHEV: por siempre y para siempre

Siempre es un lujo probar todo un icono de la historia de la automoción como el Range Rover. Un modelo que, gracias a su capacidad de adaptación, sobrevive en un entorno que cada vez le es más desfavorable.

En sus casi 54 años de historia han sido muchos los que han intentado bajar del trono al Range Rover, con más o menos éxito. Toyota tuvo dos tentativas interesantes, primero con el HDJ 100 y, después, con el Land Cruiser 200. Ambos todoterrenos sensacionales, grandes y equipados con todo lo imaginable, pero sin alcanzar el grado de refinamiento del modelo inglés.

En la actualidad tiene una competencia mucho más dura en lo referente al lujo, debido a la entrada de las grandes marcas en el segmento SUV: Bentley Bentayga, Rolls-Royce Cullinan, Maserati Levante y Aston Martin DBX. Todos le superan en dinamismo y, cuando menos, están cerca en lo referente al equipamiento de confort, pero fuera del asfalto no tienen nada que hacer frente al coloso de Solihull.

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Range Rover SWB D350 MHEV: así es

Al igual que su antecesor, el Range Rover 2023 se ofrece con dos longitudes de carrocería: corta (SWB), que mide 5,05 metros, y larga (LWB), que alcanza los 5,25 metros. Esta última permite contar con una tercera fila de asientos en el maletero, eso sí, algo limitados para ser usados por adultos: no hay mucho espacio y el acceso no es sencillo si no se tiene un mínimo de agilidad.

Con respecto a los acabados, la gama inicial se estructura en torno a las terminaciones SE, HSE, Autobiography y SV (acrónimo de Special Vehicles). Durante la fase de lanzamiento hubo disponible una terminación denominada First Edition, a la que corresponde la unidad de pruebas, que ya no está a la venta.

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La gama de motores está formada por dos opciones diésel (300 y 350 CV), una de gasolina (530 CV) y dos hibridas enchufables con 440 y 510 CV. Los dos primeros cuentan con microhibridación, por lo que les corresponde la etiqueta Eco, mientras que los dos últimos llevan el distintivo Cero emisiones. El gasolina 4.4 V8 del P530 (que, por cierto, sólo está disponible con el acabado SV) es el único sin ningún tipo de hibridación y, por tanto, se conforma con la insignia de color verde (C).

Range Rover SWB D350 MHEV: así es por dentro

La sensación cuando se accede al habitáculo del Range Rover 2023 es única. Tanto la apariencia como el tacto de los materiales son sublimes, algo que también sucede con el confort de los asientos que, por supuesto, pueden contar con diferentes tipos de ajustes, masaje, calefacción y ventilación. Personalmente, los únicos coches en los que he montado que transmiten más sensación de lujo y refinamiento son los de marcas de fabricación artesanal, como Rolls-Royce.

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La cantidad de funciones que alberga la pantalla central es abrumadora; no recuerdo ningún otro coche con tal cantidad de menús y accesos directos. Sin embargo, están bien estructurados y, en general, se llega rápido a las funciones más usadas; además, la climatización cuenta con sus propios mandos físicos. Algo más complejos resultan los pulsadores del volante, que requieren un breve periodo de conocimiento para manejarlos con soltura.

El aspecto más sorprendente del habitáculo es que no hay mucha sensación de espacio en las plazas traseras; de hecho, el hueco para las piernas no se corresponde al que se espera en un coche de 5,05 metros de longitud. No obstante, la solución es tan sencilla como optar por la carrocería de batalla larga.

Range Rover SWB D350 MHEV: así va en marcha

Este Range Rover alcanza las dos toneladas y media de peso en orden de marcha y tiene una altura de 1,87 metros, con la suspensión a la altura de conducción. Lo lógico, dados estos datos, es esperar un coche ‘torpe’; es decir, como eran las anteriores generaciones (especialmente, las tres primeras). Obviamente no tiene la agilidad de un Maserati Levante, pero su conducción en carreteras lentas con muchas curvas no es para nada una tortura; de hecho, una vez te haces a su tamaño y a la postura de conducción tan elevada, es posible disfrutar de la conducción.

En este sentido también colabora un motor que parece ofrecer más de los 350 CV y 700 Nm que anuncia. Su territorio favorito son las amplias autopistas y autovías, donde asombra por su calidad de rodadura, digna de una berlina de lujo. El consumo, como es lógico, no es bajo; es muy complicado bajar de los 9,5 L/100 km de gasóleo, si bien con 80 litros de depósito la autonomía está asegurada.

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Range Rover SWB D350 MHEV: ¿cuál es el motor más recomendable?

A falta de probar el diésel de 300 CV y las versiones híbridas enchufables, este D350 nos parece la opción más adecuada dentro de la gama. El 4.4 V8 del P530 es una gozada por el sonido que emite por los escapes y por su capacidad de aceleración, aunque su gasto de combustible (en torno a 13-14 L/100 km en conducción sosegada) compromete en exceso a la autonomía.

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