Volkswagen ID.7
Aunque la institución europea admite que las emisiones de dióxido de carbono de los turismos nuevos a comenzado a disminuir de forma significativa a partir de 2020, los modelos térmicos siguen emitiendo lo mismo en condiciones reales debido a su cada vez mayor peso. Además, los híbridos enchufables han resultado ser mucho menos sostenibles de lo prometido, por lo que la bajada de emisiones se debe de forma casi exclusiva a las mayores ventas de coches eléctricos.
Entre 2009 y 2019, las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos nuevos apenas disminuyeron debido a que los fabricantes se centraron en reducir las medias obtenidas en el laboratorio en lugar de en la carretera. La situación no comenzó a corregirse hasta la llegada del ciclo de homologación WLTP en sustitución del antiguo NEDC, así como al establecimiento de objetivos de emisiones más estrictos asociados a cuantiosas multas a partir de 2020.
Renault Mégane E-TECH
Los modelos térmicos siguen contaminando lo mismo debido a su mayor potencia y peso
Debido a que los modelos eléctricos son de media más costosos que los térmicos, en los países con un PIB per cápita más bajo los ciudadanos podrían conservar sus coches viejos durante más tiempo (la edad media de los coches en la región ha pasado de 7.4 años en 2014 a 12 años en 2021), dificultando con ello la reducción de emisiones de la flota en circulación.