Al entrañable ‘dos caballos’ no le ha hecho nunca falta más publicidad de la que ya se ha ganado con sus virtudes y su aspecto simpático. Y de hecho no sólo forma parte de la historia de Citroën, sino del automóvil en su conjunto. Desde su primera aparición pública en el Salón del Automóvil de París de 1948 se convirtió en un éxito inmediato, ya que tenía sobre todo cuatro virtudes: una sencillez extrema, un precio muy económico, un diseño diferente a todo lo visto y una capacidad para superar los terrenos complicados sorprendente.
Andreas Wüest AG
Con los años pasó por distintas evoluciones que fueron elevando la potencia de su sencillo motor bicilíndrico refrigerado por aire, que subió de los 375 c.c. y los 9 CV originales a los 602 c.c. con casi 40 CV. También fue mejorando su confort, haciéndose más práctico y lógico (la primera versión llevaba hasta un volante de hierro sin ningún revestimiento), introduciendo nuevos faros o elementos de diseño externo, pero siempre sin abandonar las formas originales de la carrocería o el techo de lona.
Como ‘Sor Citroën’
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Por eso nos preguntamos qué pasaría si la Hermana Tomasa (Gracita Morales) se encontrara con el 2CV que ha aparecido a la venta en Andreas Wüest AG, un compraventa de coches de lujo que solo suele vender versiones especiales de Porsche, Ferrari o Lamborghini, pero que ha hecho un hueco en su exposición para este 2CV.
A 30 km por año
El modelo en cuestión es la versión Charlestone, decorada con dos colores y lanzada como la versión que supuso el adiós definitivo a la producción del coche. De hecho, se trata de una unidad fabricada en 1990, el último año de su fabricación, así que cabe la posibilidad de que su propietario fuera un adinerado coleccionista que sintiera un afecto especial por este modelo y lo comprara para guardarlo sin llegar casi a usarlo.
Andreas Wüest AG.
Porque, de hecho, un ‘dos caballos’, lo mismo que un Mehari, puede rehacerse de arriba abajo, desde el primer al último tornillo, gracias a centros especializados que venden absolutamente todas las piezas. Da igual que quieras comprar el propio cascarón de la carrocería o cualquier pieza del motor, pasando por el más sencillo y prescindible de los detalles; todas las piezas del coche están a la venta.
¿50 CV… o 300 CV?
Y aunque los precios de estas piezas no son nunca los que acostumbran a ‘sufrir’ los amantes de otras marcas más lujosas, quien se aventura a reconstruir su coche por completo (en realidad es como hacer un coche nuevo desde 0) acaba dejándose una cantidad de dinero que puede acercarse a los 40.000 euros, contando con el montaje y la pintura. Es decir, la misma cifra por la que se pueden empezar a encontrar los Ferrari Mondial T de ese mismo año… Solo que el Ferrari tiene 300 CV.
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No nos da una pista sobre el precio el vendedor, que prefiere dar esta información a los realmente interesados en comprar el coche. Pero seguro que no estaría al alcance del bolsillo de Sor Citroën.
