Hay automóviles que tienen una poderosa razón para entrar en el Olimpo de las cuatro ruedas. Aparecer en una película es una de ellas. Más si se trata de una cinta de culto como Le Mans, la película de 1971 protagonizada por Steve McQueen que narra la historia de aquella épica carrera.
Aspecto muy peculiar
El Porsche 908/02 Langheck Flunder Spyder es de los coches que quedaron inmortalizados en aquella película icónica. En el largometraje se le ve batirse a lo largo de aquella épica carrera con su silueta abierta, sus colores, rojo, blanco y amarillo y su discreta publicidad de Shell y Martini.
Pero en este caso hay mucho más, y es que este Porsche de 1969 se proclamó vencedor de su categoría en la edición de 1970 de las 24 Horas de Le Mans. No era el modelo más rápido, ya que los Porsche 917 con su motor bóxer de 5,0 litros eran más veloces, pero su ritmo constante, su fiabilidad y un pilotaje sin fallos por parte de Rudi Lins y Helmut Marko les llevó al tercer puesto de la general en el circuito de La Sharte, permitiendo que Porsche copara el podio al completo.
Después de aquello vendrían otros grandes resultados en las 12 horas de Sebring, los 1.000 kms de Nürburgring, los 1.000 km de Spa y los 1.000 kms de Boac. Y también tendrían la oportunidad de subirse a sus mandos a otras grandes leyendas de las carreras de resistencia, como Vic Elford, Richard Attwood o Gérard Larrousse.
Es ‘el plato fuerte’
De los más de 20 millones de euros que se esperan recaudar en la subasta, se espera que entre 4,4 y 5,3 millones de euros correspondan a lo que algún porschista muy entusiasta (y rico) pague por este ejemplar con tanta historia.
