Que Rolls-Royce es una marca exclusiva es decir una obviedad, pero un adjetivo así se puede entender mejor si hablamos de cifras. Concretamente, medio millón de euros, que ha sido el precio medio un Rolls-Royce en 2022.
Si bien en 2014 los coches personalizados de Rolls-Royce costaron una media de 200.000 euros, en este último año la cifra ha aumentado hasta los 500.000 euros. Una cifra astronómica, sí, pero es lo que corresponde por tener la oportunidad de personalizar prácticamente cualquier atributo del coche más allá de una lista de opciones tradicional.
No por nada, la media de fabricación de los Rolls-Royce se sitúa en unos seis meses, periodo en el que el personal de la fábrica trabaja principalmente a mano. Así, el resultado es el de unos coches que se encuentran entre los más exclusivos del planeta. Ahora bien, ¿dónde acaban cuando son producidos?
Sea como fuere, parece que el lujo está al alza y la popularidad de Rolls-Royce sigue en aumento, si bien la marca intenta mantener su exclusividad. Aun así, queda claro que hay mucha gente que puede gastar mucho dinero en su coche. ¿Y el resto de los mortales? Solo nos queda soñar…