Rolls-Royce presenta el tercero de sus one-off de la serie Droptail que iniciaron el año pasado, se trata del Arcadia, con inspiración en el mundo naútico
Rolls-Royce anunció que sus diseñadores de Coachbuild se iban a lanzar a la realización de un proyecto en el que nos presentarían cuatro exclusivas unidades o one-off como se les suele llamar, de las que dos unidades ya fueron presentadas a finales del año pasado, recordemos que se trataba del Rolls-Royce La Rose Noire Droptail al que le siguió el Rolls-Royce Amethyst Droptail. Ahora se une el tercero, el también espectacular Arcadia Droptail.
Así el Arcada Droptail se presenta con una carrocería bitono para la que el cliente requirió un blanco que pareciera sólido pero que visto más de cerca creara confusión. Esto hizo que los diseñadores de Coachbuild tuvieran que emplearse a fondo primero con un color principal como el blanco sólido al que le añadieron partículas de aluminio y vidrio, que además de provocar un brillo efervescente cuando la luz incide también provoca una profundidad infinita; el cual además se complementa con el plata Bespoke utilizado como segundo color y que además de provocar un fuerte contraste respecto al blanco como pedía el cliente también lo hace en intensidad.
A diferencia de los otros dos Droptail presentados anteriormente, para el Arcadia Droptail los diseñadores de Rolls-Royce pintaron en el plata Bespoke los elementos de fibra de carbono que se utiliza para crear las secciones inferiores, de manera que así consiguen crear una sensación de continuidad, dinámica y agilidad. Todo ello además se complementa con una serie de detalles que se han creado en acabado espejo en homenaje a los «Rolls» históricos, presente en elementos como el marco de la parrilla, la parte inferior del parachoques o las llantas que por cierto son en tamaño de 22 pulgadas.
Pero el trabajo con la madera no termina aquí, ya que el Arcadia Droptail no será un modelo destinado a estar en un pedestal sino que será utilizado y viajará a lugares con climas muy dispares entre si, algo que preocupaba a los artesanos de Rolls-Royce por como afectara a la madera. Para ello crearon una laca a medida que en teoría durará toda la vida útil del vehículo y que se roció durante 1.000 horas en 18 muestras diferentes hasta que fue de la satisfacción del equipo. Esto resultó en el que el trabajo con la madera y el revestimiento protector requirió más de 8.000 horas de desarrollo.
Aunque no fue el único elemento que les llevó tanto tiempo, otros que pueden parecer insignificantes también requirieron un esfuerzo extra, como el reloj que se encuentra en el salpicadero para el que fue necesario más de dos años de desarrollo y un preciso montaje que duró cinco meses. Para terminar, toda exclusividad se encuentra abrazada con tapicería de piel en dos tonos Bespoke reservados exclusivamente para este cliente, con un color principal Bespoke White que traslada el blanco del exterior al interior y que se compagina con un color tostado.