La carrera de la electrificación nos está dejando ver cosas que probablemente hace 10 años no nos habríamos creído. ¿Un Rolls-Royce eléctrico? ¿La marca que ejemplifica el lujo extremo en los años dorados de la automoción de combustión dando su brazo a torcer? Hoy esto es una realidad y se materializa en el primer modelo eléctrico de la marca: el Spectre.
De todas formas, si hacemos un poco de historia, comprobaremos que los prejuicios nos mantenían equivocados. En 1900, Charles Stewart Rolls, pionero del automovilismo y fundador de la excelsa compañía junto a Henry Royce, hizo la siguiente predicción en un artículo de prensa: “El coche eléctrico es perfectamente silencioso y limpio. No hay olor ni vibración. Deberían resultar muy útiles cuando se puedan disponer de estaciones de carga fijas”. Esas palabras, sin duda, resultaron visionarias y hoy cobran un valor especial en la empresa que fundó.
Spectre ha creado una clase de automóvil completamente nueva: el supercoupé eléctrico de ultralujo. El tren motriz totalmente eléctrico toma la experiencia característica de Rolls-Royce (par instantáneo, funcionamiento silencioso y la sensación de una marcha imperceptible) y la mejora para una nueva generación de clientes. Su sistema de “Inteligencia Descentralizada” permite el intercambio libre y directo de información entre miles de funciones individuales del vehículo, elevando aún más el famoso “viaje en alfombra mágica” de la marca. Y en su estética contemporánea pero atemporal, lleva el lenguaje de diseño de la marca a una nueva era eléctrica.
Con este modelo, Rolls-Royce se compromete con un futuro eléctrico sin concesiones al especificar una transmisión totalmente eléctrica en lugar de una solución híbrida. Está equipado con dos motores síncronos de excitación independiente (SSM). El motor eléctrico delantero produce 190 kW / 365 Nm, mientras que el motor trasero produce 360 kW / 710 Nm. En términos de prestaciones, esto equivale a un motor de combustión interna de 430 kW (584 CV) con 900 Nm de par. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y ofrece una autonomía confirmada de 530 km WLTP. El tiempo de carga del 10 al 80 % es de 34 minutos con un cargador rápido de 195 kW (CC): esto también producirá carga suficiente para 100 km en unos nueve minutos.
Cuenta con una batería de iones de litio de 102 kWh, fabricada con cobalto y litio procedentes de fuentes estrictamente controladas en Australia, Marruecos y Argentina, al tiempo que las celdas de la batería se producen utilizando electricidad 100% verde. Ha sido probado exhaustivamente en temperaturas que oscilan entre -40 °C y +50 °C y su sistema de gestión térmica integrado mantiene una temperatura de funcionamiento óptima en todo momento.
El diseño de Spectre se inspira en manifestaciones que traspasan la automoción, como la alta costura, la escultura modernista, el diseño náutico, la sastrería y el arte contemporáneo. Su parrilla “Pantheon” es la más ancha jamás instalada en un Rolls-Royce, mientras que sus paletas de acero inoxidable pulido son lisas y empotradas, y están suavemente iluminadas con 22 LED que también alumbran la superficie trasera pulida con chorro de arena, creando una sutil firma tridimensional por la noche.
La figura del “Espíritu del Éxtasis” fue creada especialmente para Spectre. Con una postura más baja y un perfil más aerodinámico, perfeccionado durante 830 horas de modelado de diseño y pruebas en túnel de viento, contribuye al coeficiente de resistencia aerodinámica del automóvil, convirtiendo al Spectre en el Rolls-Royce más aerodinámico jamás construido.
El cuanto a su interior contiene una gran cantidad de características Bespoke (departamento de personalización artesanal de la marca) tecnológicamente avanzadas. Por primera vez en un Rolls-Royce de producción en serie, se incluyen puertas Starlight, que incorporan 4.796 “estrellas” suavemente iluminadas. También se puede optar por elegir alternativamente un fondo de paneles Canadel, hechos a mano con una variedad de maderas exquisitas.
El tema etéreo y celestial continúa con la fascia iluminada de Spectre. Desarrollada a lo largo de dos años y más de 10.000 horas colectivas, incorpora la placa Spectre rodeada por un cúmulo de más de 5.500 estrellas. Situadas en el salpicadero del lado del pasajero, las iluminaciones son completamente invisibles cuando el automóvil no está en funcionamiento.
Todo ello ha contribuido a un éxito tal, que ya hay lista de espera para adquirirlo hasta 2025 y eso que su precio parte de los 400.000 €. Desde luego, máquinas tan golosas como ésta hacen aflorar las fortunas del mundo.
