El Rolls-Royce Spectre ha llegado oficialmente a Estados Unidos de la mano del cliente y ávido coleccionista de automóviles Michael Fux.
Según el fabricante de automóviles de lujo británico, Fux ha recibido más de 15 encargos personalizados, incluidos al menos 12 colores con nombre Bespoke.
Este ejemplo en particular tiene un acabado sutil cortesía de la pintura exterior Tempest Grey, rines estándar de 23 pulgadas y un interior de cuero blanco con ribetes amarillos. Quizás el segundo Spectre obtenga una personalización más radical a la que estamos acostumbrados a ver en el Fux.
Los otros nueve incluyen Fux Aequus Green Jade Pearl, Fux Blue Candy, Fux Fuxia Pearl, Fux Fuxia, Fux Intense Jade Pearl, Fux Orange, Fux Purple Candy, Fux Red Candy y Fux White. Estos se utilizan en su colección RR que consta de Wraith, Phantom, Cullinan, Dawn y Ghost.
Los ingenieros también han trabajado incansablemente para optimizar el frenado regenerativo para evitar una sensación de frenado agresiva.
No se compartieron especificaciones técnicas de la unidad de Fux. Pero de fábrica, el Spectre puede generar 577 caballos de fuerza y 664 libras-pie de torsión, suficiente para completar una aceleración de 0 a 60 mph en 4,4 segundos. El vehículo eléctrico tiene una autonomía estimada por la EPA de 260 millas.
Con todo el refinamiento y el glamour, el Rolls-Royce Spectre tiene un precio inicial deslumbrante de alrededor de 420.000 dólares.
El Spectre casi no tendrá competidores, ya que al mismo precio estará el Cadillac Celestiq, por lo que solo un tonto con dinero se le ocurrirá comprar uno de esos, que al poco tiempo lo hará conocer el concesionario cada mes por sus habituales problema de calidad de los Cadillacs.
El Cadillac Celestiq es otro manotazo de ahogado de General Motors que quiere mantener a Cadillac entre las marcas de lujo, con precios de lujo y baja calidad.