Ya hemos conducido por primera vez una de las dos versiones phev del nuevo X1. Además pudimos rodar durante un breve espacio de tiempo con el iX1. Estas son nuestras primeras impresiones.
- Conducimos brevemente el iX1 eléctrico
- Diseño: Lo conocerás por la toma de corriente
- Interior: Nuevos modos de visualización
- Motor: Cuestión de rendimiento
- Comportamiento: Notable en todos los sentidos
- Consumo: Nos falta rodar más
La tercera generación del X1 sigue completándose y como ya te dijimos en el contacto, una de las grandes novedades de este comienzo de año sería la llegada de la terna electrificada con enchufe compuesta por la doble alternativa híbrida enchufable así como por la que es la gran novedad: el iX 100% eléctrico. Un modelo que llega para cubrir un hueco de momento poco masificado en el que solo están el Audi Q4 e-tron, el Lexus UX 300e, Mercedes-Benz EQA y el Volvo XC40 Recharge dentro de las firmas Premium, aunque si abrimos el espectro podríamos tener también otros rivales como el ID.4, el Nissan Ariya o el Subaru Solterra, entre otros.
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Sin embargo, en un mercado español en el que los vehículos cero emisiones coparon el 5% de las matriculaciones totales, todavía son muchos los conductores que mantienen su idea de elegir una tecnología alternativa, como puedan ser los híbridos enchufables. De ahí que BMW hay decidido que para esta tercera generación del X1 se amplíe a dos las versiones de este tipo, mejorando sustancialmente la parte eléctrica y la autonomía. En este contacto pudimos conducir la versión de acceso.
Conducimos brevemente el iX1 eléctrico
Antes de entrar en materia con el phev, vamos a analizaros brevemente cómo ha ido el eléctrico pues la prueba ha sido breve porque nos hemos centrado en el phev. Del eléctrico os tenemos que decir que tiene una respuesta inmediata y bastante contundente gracias al doble motor que lo anima y que además de dotarle de tracción total genera 313 CV de potencia que acompaña de un par máximo de 494 Nm. De esta forma, necesita tan solo 5,6 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y lograr una velocidad punta de 180 km/h.
Ahora bien, todo eso tiene muchas ventajas pero, ¿cuánto cuesta el BMW iX1? Pues la realidad es que la firma bávara ha realizado un importante trabajo comercial al posicionarle justo entre medias de los dos phev y así los 56.400 euros que cuesta en su versión básica se colocan por debajo del Q4 e-tron, del UX 300e, del EQA de similar potencia y del XC40 Recharge. Respecto a los precios de los dos híbridos enchufables, parten de los 55.050 euros y de los 58.050 euros.
Nuestra valoración: 8,2
Diseño 8
Motor 9
Comportamiento 8
Interior 8
Equipamiento 8
Consumos 8
Destacable
- Diseño similar
- Espacio interior idéntico
- Autonomía eléctrica
Mejorable
- Sin frenada regenerativa
- Precio elevado
Diseño: Lo conocerás por la toma de corriente
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Del diseño exterior del X1 xDrive25 lo más llamativo y el elemento que le otorga distinción es, lógicamente, la toma de carga situada sobre el paso de rueda delantero izquierdo así como el logo “electrified by i” que aparece en el paso contrario. Hay algunos motivos en azul al tiempo que carece, al igual que en los de combustión, del tubo de escape visto. El resto se mantiene invariable, incluyendo los 4,50 metros de longitud o los 17 cm de altura libre al suelo. Además, se puede personalizar con los mismos niveles de acabado que el resto de X1: básico, X Line y M Sport, estos dos últimos con toque específicos.
Interior: Nuevos modos de visualización
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Algo similar ocurre con el habitáculo que apenas varía frente a los X1 ya vistos. De hecho es tan igual que no hay siquiera modos o pantallas específicos del sistema de propulsión. Sí contamos con la posibilidad de programar la carga a través del monitor central que forma parte del BMW Curved Display con una combinación de dos monitores que dan nada menos que hasta 20” de diagonal.
Lo más destacado del sistema multimedia es que suma dos nuevos modos de conducción que, en este caso, no afectan a la dinámica sino al confort de a bordo. El primero se denomina ‘relax’ y como te puedes imaginar está enfocado a que todos los pasajeros se encuentren en una atmósfera tranquila. Tanto es así que además de cambiar la iluminación ambiental se emite un ligero sonido por los altavoces. El segundo es el conocido como Digital Art que viene a ser una “obra de arte digital realizada por la artista Cao Fei y que está enfocado a mejorar la experiencia de conducción.
Motor: Cuestión de rendimiento
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Entramos en el punto diferenciador de esta dupla convirtiéndose además en el gran valedor de los mismos. Independientemente de cuál elijas, los dos comparten estructura mecánica, es decir, combinan un motor de gasolina 1.5 Turbo de tres cilindros con otro motor eléctrico situado en el eje trasero (es un coche de tracción total por lo tanto) y una batería de 16,4 kWh de capacidad. La diferencia entre el xDrive25e y el xDrive30e viene determinada por la potencia de sus propulsores pues en el de acceso tenemos 136 CV en el de combustión y 109 CV en el eléctrico mientras que el otro escalan, respectivamente, hasta los 150 y 177 CV.
La potencia conjunta por tanto será de 245 CV en el primero y 326 CV en el segundo, que acompaña en este caso de un par máximo de 477 Nm. De esta forma las prestaciones también varían ya que el 0 a 100 km/h lo realizan en 6,8 y 5,6 segundos mientras que la punta de velocidad es de 190 y 205 km/h. La autonomía también varía pues aunque ambos equipan la misma batería, el xDrive25e homologa 91 km en modo cero emisiones, 4 km más que el xDrive30e.
Comportamiento: Notable en todos los sentidos
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Este es precisamente uno de los puntos más importantes de los X1 phev, la autonomía eléctrica pues permitirá viajar a sus usuarios de manera más desahogada en el día a día. Además, hemos comprobado que ambos motores se complementan muy bien a la hora de trabajar de manera conjunta, independientemente del programa de conducción que llevemos aunque es más evidente en el Sport. Dicho esto, la entrada del bloque eléctrico viene acompañada de un ligero sonido que para nada es desagradable obteniendo además un empuje instantáneo. Entendemos que la diferencia de prestaciones será notoria en el xDrive30e pero para el día a día el xDrive25e va más que sobrado.
En lo que a conducción se refiere, no hay cambios respecto a un X1. La unidad que montábamos no incluía la función Boost que sí montaban los de combustión y que viene asociada a la caja de cambios deportiva. Una función que nos permite tener durante 10 segundos todo el rendimiento del vehículo. En este caso, el tacto del freno nos ha parecido además bastante natural aunque no tenemos un programa B de retención. No hay cambios en la estabilidad ni agilidad del vehículo pese a estar rozando las 2 toneladas.
Consumo: Nos falta rodar más
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Dado que la prueba fue bastante escueta y su recorrido discurrió por carretera secundaria y autovía, no pudimos sacar un consumo medio muy fiable. Sí te decimos que los 0,7 l/100 km que homologan solo podrás conseguirlos si haces un uso intensivo del motor eléctricos. Como todos los híbridos enchufables, cuando más emplees el motor eléctrico, menos gasto tendrás. En este caso tienes las ventaja de que podrás cargar la batería en tomas de corriente alterna hasta de 7,4 kW lo cual te permitirá llenar en unas 2,5 horas el 100% de la batería. En tomas domésticas podrás tener el 100% de la misma en una noche.
