Toyota bZ4X
Tras desmontar un Tesla Model Y el año pasado, los técnicos de la compañía nipona se dieron cuenta de que una arquitectura desarrollada específicamente para BEV (Battery Electric Vehicles) ofrecía una enorme ventaja a nivel de costes frente a su actual plataforma e-TNGA, que fue concebida para compartir línea de producción con modelos térmicos.
Por ello, el nuevo equipo de desarrollo de coches eléctricos de Toyota ha comenzado a trabajar en una nueva plataforma eléctrica que llegará en 2027 acompañada por una nueva generación de métodos de producción que incluirá el uso de grandes piezas de fundición en el bastidor de sus automóviles para simplificar al máximo el proceso de fabricación.
Toyota bZ3 y bZ4X
Toyota lanzará su nueva plataforma eléctrica y sus baterías de electrolito sólido en 2027
Sin embargo, todo esto conllevará una ingente inversión en I+D. Para rentabilizar sus nuevas tecnologías eléctricas lo más rápido posible, Toyota compartirá su know-how con sus filiales Daihatsu, Hino y Lexus, así como con sus socios japoneses habituales: Isuzu, Mazda, Subaru y Suzuki. Actualmente, el grupo nipón controla un 4,6% de Isuzu, un 5% de Mazda, un 20% de Subaru y un 4,94% de Suzuki, motivo por el que todas estas marcas son consideradas «satélites» de Toyota.
Este movimiento conllevará, eso sí, una importante pérdida de diversidad tecnológica, pues si por algo se han caracterizado Mazda, Subaru y Suzuki a lo largo de su historia, es por hacer propuestas técnicas muy personales. A cambio, podrán electrificarse mucho más rápido que si fueran cada uno por su cuenta.
Fuente | Automobile Propre