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Prueba del Kia Sportage PHEV: ¿interesa frente al diésel?

Prueba del Kia Sportage PHEV: ¿interesa frente al diésel?

Hemos completado una larga prueba a los mandos de la versión híbrida enchufable del Kia Sportage. La cuestión es: ¿es lo bastante bueno como para que deseches el diésel?

El Kia Sportage es un SUV compacto de la marca coreana que está triunfando en ventas gracias a destacables atributos. Mide 4,51 metros de largo, es muy espacioso en las plazas traseras (sobre todo en espacio para las piernas), está bien hecho, ofrece una amplia gama mecánica y es bonito. A priori, lo tiene todo para triunfar, como está sucediendo.

En su gama hay motorizaciones diésel, de gasolina, microhibridadas, una híbrida (que probamos recientemente) y una híbrida enchufable (que ya habíamos tenido la aoportunidad de conducir). Hay casi de todo. En esta ocasión, Kia nos ha cedido la última, la híbrida enchufable, asociada al acabado Tech, que es el tercero más equipado de los cuatro que ofrece la gama Sportage y el intermedio de tres si hablamos únicamente de los disponibles en el Sportage PHEV.

Este Sportage PHEV combina un motor 1.6 T-GDI de 180 CV y un propulsor eléctrico de 91 CV, suministrando en conjunto 265 CV. Además, es de tracción total. Su batería, de 13,8 kWh brutos, le proporciona una autonomía eléctrica teórica de 70 km como máximo. De momento todo bien pero, tras más de 1.300 km a sus mandos, no podemos evitar hacernos la pregunta de si merece la pena frente al diésel. Por lo pronto, establezcamos una pequeña comparativa:

¿Kia Sportage PHEV o Kia Sportage MHEV diésel?

Comparación KIA SPORTAGE 1.6 T-GDI PHEV 4X4 TECH KIA SPORTAGE 1.6 CRDi MHEV 7DCT 4X4 TECH
Etiqueta DGT 0 Emisiones ECO
Precio 48.770 euros 43.064 euros
Potencia 265 CV 136 CV
Acel. 0-100 km/h 8,2 segundos 11,6 segundos
Consumo oficial 1,1 L/100 km 5,6 L/100 km
Autonomía eléctrica oficial 70 km 0 km
Peso total 1.830 kg 1.601 kg
Capacidad depósito 42 litros 54 litros
Capacidad maletero 540 litros 526 litros

Vistos estos datos, la versión PHEV del Kia Sportage sale claramente ganando. Pero, ¿y en uso real? Depende de qué clase de uso real estemos hablando. No cabe duda de que el hecho de que el Sportage PHEV se pueda mover sólo con electricidad, durante entre 40 y 55 km reales, le convierte en mejor aliado para el día a día, aparte de habilitarle a portar la etiqueta 0 Emisiones. Si lo que quieres es un Sportage para ir a trabajar a diario, la versión PHEV es la más recomendable sin asomo de duda.

Ahora bien, ¿y de cara a un uso más polivalente? ¿De cara a cuando quieres irte de viaje? Es ahí donde el Sportage PHEV no puede ofrecer lo mismo que el Sportage CRDi, que gasta menos y tiene una autonomía mucho mayor gracias en parte a la mayor capacidad de su tanque de combustible. Además, se da el caso de que el Sportage CRDi permite prescindir de la tracción total (en cuyo caso su precio desciende a 40.164 euros) e, incluso, del cambio automático (en cuyo caso baja a 38.064 euros).

La realidad con el Sportage PHEV es que cede terreno cuando toca viajar, puesto que su consumo, cuando la batería se descarga y es el propulsor de gasolina el que carga con casi todo, supera los 9,0 L/100 km con suma facilidad y se acerca peligrosamente a los 10,0 L/100 km. En cambio, el Sportage diésel microhíbrido se puede conformar con unos 7,5 L/100 km, dato que incluso puede ser de menos de 7,0 L/100 km si hablamos de la versión de tracción delantera. A cambio, no permite desplazarse en modo eléctrico en el día a día.

Como puedes ver, las dos versiones juegan sus propias cartas pero, más en concreto, ¿cuáles son las ventajas de una y de otra?

Kia Sportage PHEV: en qué es mejor

  • En uso real, puede rondar los 50 km de autonomía eléctrica.
  • Porta la etiqueta 0 Emisiones
  • Es muy silencioso
  • Tiene bastante potencia

Kia Sportage CRDi MHEV: en qué es mejor

  • En uso real, consume menos combustible, salvo que la batería del PHEV esté cargada.
  • Es más barato: 5.706 euros menos; 8.606 euros menos si hablamos de la versión de tracción delantera.
  • Es más ligero, de manera que su conducción es más ágil y dinámica.
  • Su tanque de combustible es de doce litros mayor, lo que unido a su menor consumo, casi dobla la autonomía del PHEV en carretera.

Kia Sportage PHEV vs diésel: el veredicto

¿Cuál nos quedaríamos nosotros? Francamente, el diésel. Es cierto que el Sportage PHEV es mejor para un uso cotidiano, pero el Sportage diésel ofrece mejor resultado en carretera ya no sólo por su menor consumo, sino porque sus 136 CV cunden muy bien, porque su transmisión automática de alguna manera ‘casa’ mejor con la respuesta del motor, y porque, siendo más ligero, resulta más entretenido de conducir a la par que más confiable. Y te permite ahorrar una importante cantidad de dinero en la compra.

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