- Prueba Kia Sportage MHEV diésel: ¿cómo va?
- Prueba Kia Sportage MHEV diésel: ¿115 ó 136 CV?
- Prueba Kia Sportage MHEV diésel: los principales rivales
El SUV coreano cuenta con dos variantes diésel, pero sólo una de ellas es híbrida ligera, la que probamos aquí.
El Kia Sportage actualmente es uno de los modelos más exitosos de nuestro mercado, como demuestra que ostente el quinto puesto entre los coches más vendidos. En Auto10 ya lo hemos probado en su variante híbrida y también hemos enfrentado esa a la híbrida enchufable. Y aquí analizaremos cómo se comportan y si son recomendables los diésel con tecnología híbrida ligera.
Estéticamente los Kia Sportage MHEV diésel son exactamente iguales al resto de las versiones. Ni siquiera se ha incluido un logo o anagrama que caracterice a estas versiones. Por tanto, ante un GT-Line como nuestra unidad de pruebas no encontraras cambios respecto a las otras variantes del SUV coreano.
Esta merma de espacio, como se puede apreciar en las fotografías, está provocada porque por debajo del maletero se ha decidido ubicar la batería extra que se incorpora al realizar la hibridación ligera. Este hecho, además de restar litros al maletero, también provoca que no podamos llevar una rueda de repuesto al uso.
Otro aspecto a tener en cuenta, y esto me vale para cualquiera de las dos versiones MHEV diésel del Kia Sportage, es que lleva un depósito extra de AdBlue de 14 litros. Desde la marca no tienen datos de homologación de cuántos kilómetros dura, porque nos han comentado que dependerá del tipo de conducción, pero más o menos estará entre los 10 y los 14 mil kilómetros.
Prueba Kia Sportage MHEV diésel: ¿cómo va?
Tras probar tanto el híbrido como el híbrido enchufable de este Kia Sportage estaba claro que al arrancar este diésel MHEV iba a encontrar otra cosa. El CRDi es un motor que se deja notar en el encendido y también en algunas aceleraciones un poco más fuertes, pero en términos generales no podemos afirmar que sea ruidoso ni molesto.
Debido a la instalación del sistema híbrido ligero, este Kia Sportage MHEV diésel siempre retiene un poco cuando sueltas el acelerador, incluso en el modo Sport destinado para esos días “más alegres”. Pero de la misma manera que indicaba con el sonido del motor, no te perjudicará en la conducción cuando te hayas acostumbrado a él.
El Kia Sportage MHEV diésel tiene la posibilidad de equipar una transmisión manual de seis velocidades, que te hará ahorrarte 2.100 euros concretamente, pero como has leído mi unidad de pruebas era automática. El salto entre las distintas relaciones me pareció suave y en el modo Eco es capaz de desacoplarse para ahorrar en los consumos.
Y ya que los hemos nombrado, durante el tiempo que he compartido con este Kia Sportage MHEV diésel me he movido entre los 6,4 y los 7,4 litros de consumo (homologa 5,2 l), dependiendo un poco de la dificultad del trayecto. Teniendo en cuenta que dispone de un depósito de 54 litros es muy fácil moverse por encima de los 700 kilómetros de autonomía, siendo uno de sus puntos a favor.
Prueba Kia Sportage MHEV diésel: ¿115 ó 136 CV?
Pese a que sus ventas cada vez tienen menos peso en el mercado automovilístico, Kia apostó por ofrecer dos variantes diésel para su modelo estrella. Partiendo del mismo bloque 1.6 CRDi salen el propulsor que hemos analizado y también otro de 115 CV, que a diferencia de nuestro protagonista siempre se ofrece con tracción delantera y cambio manual. Por tanto, ya parte de menos opciones y encima no cuenta con el sistema de hibridación ligera.
También es más recomendable el de 136 CV por su capacidad de respuesta. Al fin y al cabo estamos ante un SUV familiar y casi destinado a cubrir largos viajes. Y encima los consumos homologados de uno y otro son demasiado parecidos, por lo que en un uso real seguramente sean mejores los del más potente. Su único punto en el que pierde es en el maletero, que como se indicaba arriba tiene menos capacidad.
Además de las mayores posibilidades en cuanto a transmisiones o tracción, el 1.6 CRDi de 136 CV se ofrece en los cuatro acabados del Kia Sportage (Concept, Drive, Tech y GT-Line), mientras que el de 115 CV se tiene que conformar con los dos primeros. Comparando en igualdad entre ambos, la diferencia de precio es de 1.600 euros, que teniendo en cuenta los argumentos esgrimidos están más que justificados.
Y que ya nos hemos puesto a comparar, los 32.412 euros de los que parte este Kia Sportage MHEV diésel 136 CV con el acabado Concept son 4.412 euros más que el gasolina TGDI de 150 CV con el mismo sistema híbrido ligero, lo que le deja en clara desventaja. Si es más barato, en este caso con el equipamiento Drive, que el híbrido (34.812 € frente a 37.550 €) y el híbrido enchufable (42.200 euros).
Prueba Kia Sportage MHEV diésel: los principales rivales
Dentro de sus principales rivales, el único que apostó en su momento por una mecánica híbrida ligera diésel fue el Ford Kuga, pero el año pasado dejó de comercializarla. Y no me puedo olvidar tampoco del Hyundai Tucson, a la postre un coche basado sobre la misma base que nuestro protagonista. En el caso de este último su precio de partida con el acabado Maxx es de 33.125 euros, por lo que son 713 euros más.
Si abrimos el abanico a motores híbridos ligeros pero movidos por gasolina en su propulsor de combustión el abanico de posibilidades es mucho más grande. Por ejemplo los Peugeot 3008 y Citroën C5 Aircross acaban de estrenar una variante hace poco, pero también tenemos al Nissan Qashqai, el Renault Austral, el Alfa Romeo Tonale y el Mazda CX-5.
