Subaru

Subaru BRZ

Probamos el Subaru BRZ 2023, un deportivo pensado para disfrutar

Esta segunda generación mejora en los aspectos en los que flaqueaba la primera.

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Hace ya más de once años que probé por primera vez el Subaru BRZ original, lanzado en 2012, y es un coche del que guardo un muy buen recuerdo y que, desde luego, no me habría importado tener en el garaje. Uno de esos deportivos hechos para disfrutar al volante, en el que las cifras dan un poco igual, porque lo importante son las sensaciones.

Ahora, con la segunda generación del modelo de Subaru, que afortunadamente ha llegado a España en edición limitada, a pesar de que pensábamos que no lo haría, se han mejorado algunos aspectos en los que pecaba la primera entrega, y acabo de probarlo a fondo para ver qué tal le han sentado los cambios, si es que son realmente notables.

El Subaru BRZ 2023, en cinco puntos clave:

Galería: Subaru BRZ 2023, prueba

31 Fotos probamos el subaru brz 2023, un deportivo pensado para disfrutar probamos el subaru brz 2023, un deportivo pensado para disfrutar probamos el subaru brz 2023, un deportivo pensado para disfrutar probamos el subaru brz 2023, un deportivo pensado para disfrutar probamos el subaru brz 2023, un deportivo pensado para disfrutar probamos el subaru brz 2023, un deportivo pensado para disfrutar probamos el subaru brz 2023, un deportivo pensado para disfrutar

Diseño

A pesar de que se mantienen el diseño coupé y unas proporciones muy similares, el aspecto del nuevo BRZ es bastante diferente, ya que tanto el frontal como la zaga son de nueva factura y, al menos a mi gusto, bastante más atractivos que antes, todo hay que decirlo. Es un coche que, siendo además una novedad reciente y bastante exclusivo en cuanto a número de unidades, llama la atención allá por donde pasa y es centro de miradas curiosas.

En el caso de nuestro mercado, está disponible en cuatro colores, incluido el ‘WR Blue Pearl’ de la unidad de las imágenes, además de rojo, gris y blanco. Las llantas, en diseño de 10 radios, son de 18 pulgadas de diámetro, en nuestra unidad calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport 4 en medidas 215/40 R18.

Interior

El habitáculo es quizá lo que menos cambia del modelo, al menos aparentemente, aunque sí hay por ejemplo una instrumentación totalmente digital (antes era analógica), de lectura clara, que mantiene un gran cuentarrevoluciones en posición central y que ofrece una información bastante completa, con temperatura del refrigerante o presión de los cuatro neumáticos, por ejemplo. El freno de mano, por cierto, es de palanca y no eléctrico.

Tratándose de un coupé 2+2, las dos plazas traseras son muy pequeñas, y no ofrecen espacio para que viajen dos adultos con comodidad, siendo además el acceso bastante incómodo, si bien pueden sacarte de un aprieto. El maletero, aunque pequeño, ofrece la posibilidad de abatir los respaldos de los asientos posteriores, ganando así un espacio de carga plano algo más generoso.

A nivel de materiales, encontramos una interesante tapicería de tela y cuero, diversos revestimientos en cuero y Ultrasuede (tipo ante), o un plástico blando y gomoso para la zona alta del salpicadero, aunque también hay muchas molduras de plástico duro, no tan agradables.

Como ocurría en su predecesor, la pantalla multimedia es probablemente su talón de Aquiles, ya que resulta sencilla y no cuenta siquiera con navegador, aunque al menos es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y por supuesto tiene conectividad Bluetooth.

Mecánica

Como en la anterior generación, el motor es un bóxer atmosférico de cuatro cilindros, aunque en este caso es de 2,4 litros (antes era un 2.0), lo que ha permitido al modelo ganar algo de fuerza a bajo y medio régimen, aumentando la cifra de par motor máximo, que ahora es de 250 Nm, en lugar de 205. La potencia también crece, con 234 CV a 7.000 rpm.

Sobre el papel, este nuevo motor permite una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos, una mejora de 1,3 segundos con respecto a su predecesor, si bien la velocidad máxima es la misma, de 226 km/h. En cuanto al consumo, ha aumentado sustancialmente, ya que ahora homologa 8,8 litros cada 100 kilómetros, frente a los 7,8 del anterior.

En marcha

Una vez en marcha, descubrimos que el motor sigue siendo muy progresivo. No resulta explosivo en cuanto a su entrega, pero tiene ‘chicha’ sobre todo en la parte alta del cuentavueltas, donde ofrece además un aullido muy característico. Si jugamos en dicha zona, el rendimiento es muy bueno y el coche corre mucho, aunque la aceleración desde bajas vueltas no es su punto fuerte.

Si lo comparamos con deportivos con motor turbo, como un Alpine A110 o un Porsche 718 Cayman, ambos son bastante más rápidos, ya que sus motores son más explosivos y ganan velocidad con mucha mayor facilidad, aunque también son mucho más caros.

El motor bóxer, que tiene una nota algo grave a bajas vueltas, despierta a partir de unas 4.500 rpm y da lo mejor de sí a partir de 5.500 vueltas, algo que ya ocurría en el modelo anterior. Podemos estirar cada marcha, que resultan bastante largas, hasta las 7.000 rpm, aunque ir mucho más allá no tiene mucho sentido.

A bajas vueltas, no obstante, se nota que el motor tiene algo más de respuesta y mantiene mejor las marchas que el anterior, por ejemplo a la hora de circular en ámbito urbano, lo que lo hace un coche más agradable también para el día a día, a lo que también contribuye la suspensión, que no es especialmente dura ni seca, aunque contiene bien los movimientos de la carrocería. En asfaltos rugosos o en mal estado, no obstante, el coche resulta bastante ruidoso.

Este BRZ apoya bien en curva y se muestra estable aunque, como es lógico, tratándose de un modelo de propulsión, si eres impaciente a la hora de abrir gas o te encuentras algo de agua o grava en curva, el eje trasero se puede descolocar, aunque es cierto que el ESP (desconectable, por cierto) permite algo de deslizamiento pero enseguida recoloca el coche.

Desde un primer momento llama la atención la agilidad del modelo y lo rápido que cambia de dirección, sin apenas esfuerzo. La dirección tiene cierto peso y resulta directa, mientras que el cambio manual de seis velocidades tiene unos recorridos correctos y un guiado agradable. Los frenos, por su parte, son contundentes y, al menos en carretera, no dan signos de desfallecer.

En lo que a consumo se refiere, obtuvimos una media de ordenador de 8,9 litros cada 100 kilómetros, en un uso mixto mezclando vías secundarias, autovías y algo de ciudad, una cifra apenas una décima superior al consumo homologado, aunque es cierto que en uso deportivo se superan los 10 litros con mucha facilidad.

Equipamiento y precio

El único acabado disponible en España para el Subaru BRZ 2023, denominado Sport, trae una generosa dotación de equipamiento cerrado, que incluye las citadas llantas de aleación de aluminio de 18 pulgadas, climatizador bizona, instrumentación digital, faros y pilotos LED, pedalera de aluminio o volante forrado en cuero, por ejemplo.

El precio de este único acabado en el mercado español asciende a 39.500 euros (¡10.000 euros más de lo que costaba el modelo anterior!) y, aunque inicialmente sólo estaban previstas 50 unidades para España, finalmente serán 101 ejemplares, así que es posible que todavía quede alguno, si te das prisa.

Subaru BRZ 2023

  • Motor: Gasolina, 4 cilindros bóxer, atmosférico, 2.387 cm³
  • Potencia: 234 CV a 7.000 rpm
  • Par máximo: 250 Nm a 3.700 rpm
  • Caja de cambios: Manual, 6 velocidades
  • 0-100 km/h: 6,3 s
  • Velocidad máxima: 226 km/h
  • Consumo: 8,8 l/100 km
  • Tracción: Trasera
  • Longitud: 4,27 m
  • Anchura: 1,78 m
  • Altura: 1,31 m
  • Peso en vacío: 1.364 kg
  • Número de asientos: 2+2
  • Capacidad del maletero: 237 l
  • Precio base: 39.500 euros

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