En 1967 se presentó el Mazda Cosmo Sport, un atractivo coupé equipado con un motor rotativo que convirtió a la marca japonesa en la primera en sacar al mercado un automóvil con esta tecnología. Desde entonces, han pasado muchos años y los de Hiroshima no han dejado de perfeccionarla en términos de rendimiento, eficiencia y fiabilidad, como hemos podido ver en numerosos modelos a lo largo de las últimas décadas. Ahora, en plena transición eléctrica, Mazda apuesta por el motor rotativo como generador eléctrico.
El motor rotativo tiene una estructura única, en la que la potencia se genera mediante el giro de un rotor triangular. En junio de 2023, Mazda reanudó la fabricación de vehículos con motor rotativo, aproximadamente once años después de interrumpir la producción del Mazda RX-8, en 2012. El Mazda MX-30 e-Skyactiv R-EV (prueba) es el duodécimo modelo con motor rotativo de la marca, comercializado tanto en Japón y Europa.
Mazda apuesta por el motor rotativo como generador eléctrico
El pasado 12 de enero, durante el Salón del Automóvil de Tokio, el presidente de comunicación de Mazda, Katsuhiro Kegago, anunció la reactivación de un equipo de trabajo para volver a desarrollar motores rotativos a partir del 1 de febrero, para lo cual la compañía japonesa ha destinado una importante partida de recursos a I+D en motores rotativos, con el fin de incorporarlos a futuros modelos electrificados.
En la actualidad, este motor se monta en el Mazda MX-30 R-EV y, recientemente, se ha utilizado como idea de propulsor para el prototipo Iconic SP, que se presentó en el Japan Mobility Show 2023. El nuevo equipo de desarrollo, compuesto por 36 ingenieros, trabajará para aportar avances a estas unidades, ya que sus dimensiones las hacen ideales para utilizarlas como generador de electricidad en coches eléctricos. Su labor de I+D se extenderá a aspectos como el cumplimiento de la normativa en los principales mercados internacionales o el uso de combustibles neutros en carbono.
