No conocemos su nombre. Tampoco su nacionalidad. Pero de la propietaria del nuevo Bugatti Chiron Supert Sport Type ’57 One of One’, del que solo hay un ejemplar, sabemos dos cosas: la primera es que resulta ser una apasionada del viejo Bugatti Type 57 SC Atlantic, que está a punto de cumplir ahora 90 años. Y la segunda, que el dinero no es un problema para satisfacer sus caprichos.
Bugatti.
Hay un punto de inflexión que ha hecho posible que hoy este Bugatti Chiron Supert Sport tan especial haya existido. Fue cuando a principios del milenio esta amante de los coches visitó el Museo del Autómovil Mullin de Oxnard (California, Estados Unidos). Allí se encontró con uno de los tres Bugatti Atlantic que aún quedan, que son considerados los coches más valiosos del planeta aunque no haya habido una venta reciente de ellos que lo corrobore; más incluso que los Ferrari 250 GTO y que incluso en Mercedes 300 SLR Ullenhaut, que se vendió este año por 135 millones de euros.
Billete a Francia para configurarlo
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Allá estaba Jascha Straub, diseñador de Bugatti, que encontró que su nueva cliente le pedía aquello con lo que había estado ‘soñando’ desde hace tiempo: “Durante su visita, cuando pasamos junto a un modelo a escala del Tipo 57 SC Atlantic que ella había visto hace tantos años, hubo una chispa inmediata de reconocimiento entre nosotros de que esta era la dirección que debíamos tomar. He estado años y años soñando ociosamente con reinterpretar este ícono, así que ya tenía mis propias ideas de lo que haría para honrar al auto más elegante jamás diseñado. Eso significaba que de inmediato podíamos sentarnos y comenzar a evolucionar el diseño, para hacer realidad su visión juntos”, dijo Straub.
Visita por Bilbao
Bugatti.
Pero la exclusividad no quedó ahí. Diseñadores e ingenieros se pusieron a trabajar en pequeños detalles y crearon una parrilla de herradura diferente, con líneas verticales pulidas y un lomo central más grueso, en una moderna interpretación de la parrilla del modelo antiguo.
Bordados homenajeando al Atlantic
Por dentro las exclusividades también se dejaron notar, aunque son sutileza: la clienta optó por un cuero Gaucho con siluetas del Atlantic cosidas a mano en los paneles de las puertas, el elefante que simboliza a Bugatti bordado en los asientos y una leyenda ’57 One of One’ en la consola central.
Bugatti.
No sabemos cuánto puede haber costado el coche, pero la cifra puede ser mareante. Si partimos de que un Chiron Supert Sport ya sale por más de 3 millones de euros, y tenemos en cuenta que cambios en elementos externos como la parrilla pueden conllevar pruebas obligatorias en crash test, la cifra se habrá disparado de forma holgada por encima de los 4 millones de euros.
Claro que así su dueña disfrutará no solo de saber que su coche tiene 1.600 CV, pasa de 0 a 200 en 5,8 segundos y puede alcanzar los 440 km/h, sino también de tener un coche único y un recuerdo del Bugatti que la enamoró.