El fin de los Dodge Challenger y Charger, ¿adiós a los muscle cars?

La categoría de los 'muscle cars' americanos se queda huérfana de dos de sus mayores representantes. Ya es oficial: no se fabricarán más unidades de los Dodge Charger y Challenger... No os escondáis, los hombres también lloran.

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Era un secreto a voces desde hace ya meses y desafortunadamente se ha hecho oficial. Los Dodge Challenger y Charger, dos de los máximos iconos entre los muscle cars americanos, dicen adiós para siempre. La última unidad de ambos ya ha salido de la planta de Brampton, en Ontario (Canadá), tras dos décadas de vida y más de dos millones de ejemplares comercializados. De este modo, corren la misma suerte que tan solo hace unas semanas tomó el tercero en discordia, el Chevy Camaro. Con el fin de los que seguramente sean los Dodge más icónicos y queridos por todo petrolhead, sin olvidarnos del Viper, se le acorta la vida también al brutal V8 HEMI, ahora reservado en exclusiva para los Durango y RAM 1500.

Cuál fue el último Dodge Challenger en fabricarse

Al menos la despedida en Ontario se llevó a cabo por todo lo alto. La versión que por el momento cerraba la fábrica norteamericana no fue otra que la SRT Demon 170 vestida en una carrocería negro brillante. Como no podía ser de otra manera, bajo el capó montaron el último V8 HEMI de 6,2 litros sobrealimentado con hasta 1.025 CV de potencia y cerca de 1.300 Nm de par. A sabiendas de lo que supondrá en un futuro esa misma unidad, los empleados de la factoría quisieron fotografiar cada instante del adiós.

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Las instalaciones de Brampton, no obstante, volverán a la normalidad dentro de unos meses, pero ya será con otra clase de productos vinculados al grupo Stellantis. En concreto, lo que se sabe es que la adaptarán a la construcción de modelos con plataformas STLA Medium y STLA Large.

¿Habrá muscle cars eléctricos?

En cuanto a los Challenger y Charger, probablemente dentro de unos pocos meses volvamos a hablar de ellos en formato renacido, pero ya será con una enorme carga de electrificación o con sistemas de propulsión 100% eléctricos. Ah, y suponemos que como gesto de respeto, su producción se moverá a la planta de Windsor. Sí, la marca ya nos ha adelantado que serán más rápidos y bestiales que los de combustión, pero todos sabemos que no volverá a ser lo mismo… Ante esto solo podemos decir: ¡Mustang, aguanta!

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