Se acabó la espera: ya conocemos cómo será el primer muscle car eléctrico de la historia, y resulta que también seguirá ofreciéndose con motores de combustión. El nuevo Dodge Charger (la denominación Challenger desaparece por el momento) ya se ha presentado y no habrá que esperar mucho para verlo en la calle: estará disponible ese mismo año, aunque las variantes térmicas no llegarán hasta 2025.
A nivel de diseño, se nota que está basado en el Charger Daytona SRT concept, aunque su estética final es mucho más relajada, apostando por un lenguaje de líneas limpias y ausencia de nervios que le da un aire más limpio que en sus predecesores.
La novedad importante está en su apartado técnico, empezando por el uso de la plataforma STLA Large, que le confiere una rigidez estructural un 20% mayor. Además, todas las variantes compartirán su configuración de tracción integral a las cuatro ruedas, tanto las eléctricas como las que emplean motor de combustión.
En su variante de acceso, denominada como Sixpack S.O., desarrollará una potencia de 426 CV, mientras que la superior, que recibe el nombre de Sixpack H.O., entrega 558 CV. En ambos casos solo se puede combinar con una caja de cambios automática de ocho velocidades.