“Me lo quitan de las manos”. La expresión la hemos oído cientos de veces referida a un producto que se está vendiendo y agotando con una rapidez increíble. Y eso es lo que le ha pasado a Bugatti con el Chiron Profilée.
Bugatti
La marca francesa anunció al mundo (al mundo de los ricos, se entiende) que iba a crear una versión del Chiron algo menos radical que la desbordante Pur Sport, pero a medio camino entre ésta y el Chiron Sport.
Se vendió ‘demasiado’ pronto
Bugatti
Tal ha sido el éxito, que en la marca comenzaron a pensar que no estaba bien que alguno de los más adinerados clientes con verdaderos deseos de tenerlo (y una cuenta corriente a la medida) se quedara sin guardarlo en su garaje. Y para ello se pusieron a pensar. La solución la han encontrado llegando a un acuerdo con la casa de subastas RM Sotheby’s, que subastará la única unidad disponible en París el 1 de febrero próximo.
¿Se trata acaso de la unidad que se iba a quedar la marca? Tal vez, pues de lo contrario estarÃa incumpliendo el anuncio de fabricar solo 500 unidades. Y ya se sabe que, a más modelos, menos exclusividad.
Bugatti
Que este coche en busca de dueño sea menos radical que el Pur Sport no significa que no sea un hiperdeportivo extremo. El motor es el ya conocido del modelo, un W16 de 1.500 CV, pero las diferentes relaciones de cambio respecto al Pur Sport le permiten pasar de 0 a 100 en 2,3 segundos, alcanzar los 200 km/h en 5,5 segundos y rodar a 380 km/h, cuando el Pur Sport se queda en ‘solo’ 350.
Como un coche de carreras
Siguiendo con los cambios, y en comparación con el Chiron Sport, el chasis ha sido puesto a punto con una caída más negativa de las ruedas de los dos ejes para mejorar la estabilidad en curva, al tiempo que se le ha dotado de unos muelles un 10% más rígidos, lo que debe hacer que su próximo propietario lo sienta casi como un coche de carreras.
En cuanto a la aerodinámica, incluye un splitter delantero modificado, unas entradas de aire más amplias y una parrilla en forma de herradura (la típica de Bugatti) de mayor tamaño. Las llantas son específicas de esta versión y están fabricadas en fibra de carbono. Y no menos trabajado está el alerón posterior, que cumple una doble función: por un lado, el aire que pasa por encima ayuda a que el coche pese más del eje trasero y tenga así mayor estabilidad. Y por otro, el aire que pasa por debajo del ala utiliza la presión negativa para aspirar el aire caliente del motor.
Bugatti.
En sintonía con tanto lujo, el interior está revestido de forma mayoritaria en cuero, carbono y aluminio macizo. Y sin escatimar, porque solo en cuero se han empleado 2,5 kilómetros de finas tiras de cuero que han servido para hacer un tejido de piel que se aplica a salpicadero, paneles de puertas y consola central.
Lo dicho, un capricho de milmillonarios…