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Prueba BMW 320e 2022: la alternativa al diésel

Esta versión híbrida enchufable ofrece 204 CV y registra consumos muy razonables, incluso manteniendo la carga de la batería.

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En el segmento de las berlinas medias, por tacto de conducción, mis preferencias claras son el BMW Serie 3 y el Alfa Romeo Giulia. Por eso, cuando me asignaron la prueba del híbrido enchufable 320e, tuve el temor de llevarme una decepción por el peso añadido y una conducción poco natural. ¿Se convertiría en un modelo mucho menos emocional que las versiones de combustión?

Ya te adelanto que no, que esta variante con etiqueta 0 de la DGT sigue siendo un coche perfecto para, si viajas sin prisa y en solitario, olvidarte de las vías principales y tomar una secundaria divertida. Por supuesto, hay matices que cambian, pero justo eso, son detalles y no el tacto general. 

Galería: Prueba BMW 320e 2022

Por lo tanto, estamos ante una buena alternativa al diésel, que no es mejor ni tampoco perfecta bajo mi parecer, pero lo cierto es que funciona con bastante solvencia. Esta versión PHEV entrega 204 CV de potencia combinada, si bien hay otra, la denominada 330e, con 292. 

Sin embargo, a mi entender, por prestaciones tenemos más que suficiente con la opción más asequible. No en vano, firma 7,6 segundos en la aceleración de 0 a 100 y una velocidad máxima de 220 km/h. En un país donde se puede adelantar a más de 90 km/h, más que de sobra, ¿no te parece?

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El tren motriz está compuesto por un motor turbo de gasolina, con 2,0 litros, cuatro cilindros y 163 CV, dispuesto en posición longitudinal, al que se suma una unidad eléctrica de 113 CV, también integrada en la parte delantera del conjunto. 

La batería asociada, de iones de litio y acoplada en la parte trasera del vehículo, tiene 12 kWh de capacidad (10,8 netos) y se recarga en algo más de tres horas y treinta minutos con corriente alterna a una potencia de 3,7 kW. Este componente homologa 61 kilómetros sin emisiones, que son unos 50 como máximo en conducción muy suave. Por cierto, la toma de carga se encuentra justo detrás del paso de rueda delantero izquierdo.

Gracias al sistema Battery Control, que se activa mediante un mando en la consola central, se puede mantener o regenerar la carga en marcha. Para esta última acción se emplea el motor de gasolina, por lo que el consumo aumenta.

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A la hora de no perder autonomía con rapidez, la parrilla del 320e 2022 es activa, es decir, se cierra cuando no hay necesidad de refrigeración mecánica para mejorar el coeficiente aerodinámico. Por cierto, las ventanas van integradas en el marco de las puertas, a diferencia de otros BMW. 

Respecto a los Serie 3 de combustión, los programas de conducción son diferentes: Electric, Hybrid y Sport, además del modo Individual, con el que podemos variar distintos parámetros del coche, como el tacto de la dirección, entre otros componentes. En nuestra unidad de pruebas, sin embargo, la suspensión era fija. 

También en este PHEV la transmisión elegida es la magnífica automática con convertidor de par Steptronic, de ocho velocidades, y levas tras el volante, cuya gestión resulta intachable. 

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En cuanto a espacio, la verdad es que se nota para bien que el último Serie 3 alcanza nada menos que los 4,70 metros de longitud y los 2,85 de batalla, porque hay bastante sitio para las piernas. Así las cosas, el límite lo pone la caída del techo, que impide el acomodo de personas que superen los 1,85 metros de altura. 

Como sucede en los PHEV, la integración de la batería reduce la capacidad del maletero hasta los 375 litros, cifra propia de un compacto. Eso sí, la superficie de carga no es irregular, sino plana, y debajo de ella hay un práctico espacio para guardar el cable de conexión. Además, los asientos se pueden abatir en proporción 40:20:40. 

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Por lo demás, nada cambia en este BMW, lo que significa que la factura interior debe calificarse como intachable y además los mandos están inteligentemente dispuestos. De hecho, el climatizador se maneja con botones convencionales y para acceder a los diferentes submenús de la pantalla central disponemos de la ruleta central iDrive, la mejor solución para reducir distracciones.  

El agrado de conducción alcanza niveles muy elevados por muchos motivos. Podemos citar, por ejemplo, el gran silencio interior, no perturbado ni por sonidos mecánicos ni tampoco por ruidos aerodinámicos o de rodadura. Todo llega muy filtrado al habitáculo y eso supone un plus para viajar. De hecho, hasta 140 km/h el coche se puede desplazar sin emplear el motor de combustión. 

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Además, las prestaciones son considerables y, en general, el funcionamiento del tren motriz es tan suave como placentero. Después de lograr 50 kilómetros libres de emisiones, cargamos de nuevo la batería y realizamos varios trayectos con el programa Hybrid manteniendo esa carga o incluso elevándola, es decir, supuestos muy poco favorables para el consumo. Pero lo cierto es que los 6,3 litros cada 100 kilómetros recogidos nos parece una cifra más que interesante. 

¿Y el ‘feeling’ dinámico? A pesar de que el 320e supera los 1.750 kilos en vacío, la verdad es que continúa siendo un coche muy divertido para llevar en curvas, donde siempre es un placer sentirte impulsado por el tren trasero gracias a la propulsión firma de la casa. Ni que decir tiene que como ‘rutero’ este coche también brilla sobremanera con la suspensión fija de serie antes citada (hay otra adaptativa dentro del equipamiento opcional).

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La pregunta del millón puede ser si me quedaría con el 320d (desde 48.500 euros), con un motor turbodiésel de 2,0 litros y 190 CV, frente al 320e. Si saco provecho habitualmente a la etiqueta 0 y asumo el coste extra de un cargador en casa, elegiría el PHEV, pero si tengo que viajar habitualmente, la versión de gasóleo, con un consumo mixto homologado de tan solo 4,5 litros cada 100 kilómetros y un maletero de 480 litros, sería mi elección porque además proporciona un tacto más natural.

El equipamiento de serie del modelo enchufable incluye el preacondicionamiento del habitáculo, una función siempre interesante en días extremos, tanto de calor como de frío. Asimismo, a través del sistema multimedia y una aplicación, puedes encontrar fácilmente puntos de recarga y comprobar si están libres o no. 

La tarifa inicial del 320e se inicia en 50.450 euros, aunque si lo quieres con una imagen más deportiva, BMW ofrece los acabados Sport (52.850 euros) y M Sport (55.350 euros), con multitud de componentes específicos, tanto en el exterior como en el habitáculo, además de con neumáticos más anchos. 

Cabe recordar que el restyling de este modelo está muy cerca de llegar al mercado, así que habrá que permanecer atento por si se amplía la potencia o se incrementa la autonomía eléctrica gracias a una batería con mayor capacidad. Desde luego, los híbridos enchufables tienen sus pros y sus contras, pero salvo el maletero, este 320e suma muchos puntos elogiables, incluido por supuesto el mayor respeto por el medio ambiente.     

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