El Opel Grandland X híbrido enchufable con tracción 4×4 y 300 CV ya está disponible: se vende a partir de 53.000 euros, que se quedan en 43.800 restando los descuentos de la marca. En abril llegará otra versión más asequible por 43.100 euros (39.900 con descuentos), de tracción delantera y con una potencia de 220 CV.
El consumo de gasolina medio homologado (WLTP) es de 1,3 litros durante los primeros 100 kilómetros, partiendo con la batería completamente cargada, con unas emisiones de CO2 de 29 g/km.
Recarga en menos de dos horas
La batería recargable en la red tiene una potencia de 90 kW y cumple dos funciones. La primera es proporcionar hasta 59 kilómetros de autonomía totalmente eléctrica a una velocidad máxima de 135 km/h. Y la segunda es que los motores eléctricos apoyen al térmico para mejorar su eficiencia energética en las aceleraciones y aumentar la potencia total. Y puede recargarse en siete horas en una toma doméstica (1,8 kW), en cuatro horas en un poste del tipo Walbox (3,7 kW) o en una hora y cincuenta minutos recurriendo a un cargador rápido (7,4 kW).
Además, el programa e-Save permite reservar una parte (hasta el 20 %) o la totalidad de la energía eléctrica para usarla en modo cero emisiones cuando se llegue a la ciudad. Hasta entonces y mientras se ruede por carretera, la frenada regenerativa (regulable en dos niveles) aprovechará el viaje para ir recargando la batería en las deceleraciones y bajadas.
Por lo demás, la versión híbrida enchufable no difiere casi del resto de la gama de mecánica convencional. La batería se dispone debajo de los asientos traseros sin restar espacio al maletero, que sí pierde algo en la versión 4×4 para poder alojar el motor eléctrico sobre el eje trasero, bajando el espacio disponible de 514 a 405 litros.