- ¿Qué hay del tamaño y diseño?
- ¿Cuáles son las diferencias en el interior?
- ¿Qué cambios hay en el motor y manejo?
- ¿En seguridad también hay diferencias?
- ¿Qué precios tienen?
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Con la aparición de la CX-90, se pudiera suponer que se trata de la nueva línea o generación de la CX-9, sin embargo, Mazda decidió que se tratara de un reemplazo, de ahí que exista un cambio el nombre.
Más allá de si es o no el sucesor, la CX-90 contiene una serie de cambios que la hacen totalmente distinta en comparación con la CX-9, de hecho, lo único que mantiene es la categoría de camioneta mediana, porque de ahí en fuera todo es diferente.
¿Qué hay del tamaño y diseño?
Si bien, la longitud total se incrementó en apenas 2.5 centímetros -5.1 metros en total-, el espacio que hay entre cada eje aumentó en 19 centímetros, lo que hace que exista más volumen en la cabina, especialmente en la segunda y tercera fila.
¿Cuáles son las diferencias en el interior?
Aunado a este crecimiento de la carrocería y espacio interior, la Mazda CX-90 es totalmente diferente a la CX-9 en cuestión de diseño. Esta vez, el exterior contiene líneas estilizadas que con los reflejos de luces y sombras ofrece una imagen más elegante, especialmente en el nuevo color rojo -Rojo Artesano-.
Este diseño que permite lograr una apariencia lineal y moderna, también se hace presente en el interior que contiene superficies asimétricas y materiales con una calidad a la vista y al tacto comparable a la de vehículos de alta gama.
Esta ambiente de mejor rango es acompañada por un cuadro de instrumentos digital, una pantalla táctil de 12.3 pulgadas, ambas con una definición y gráficos de alta calidad.
Otros de los puntos a destacar es que las puertas traseras se abren en un ángulo de 90 grados para poder acceder de manera más cómoda, los cristales dobles para una mejor insonorización, la cajuela completamente plana en el piso y laterales, la mejor visibilidad frontal, lateral y trasera.
¿Qué cambios hay en el motor y manejo?
Donde también existe una gran evolución entre la CX-9 y CX-90 es en la experiencia de manejo, esto se debe a varios factores, entre ellos el motor, la transmisión y la suspensión.
Mientras que la CX-9 equipa un motor cuatro cilindros turbo de 2.5 litros con 228 caballos de fuerza y 310 libras-pie de torque, la CX-90 contiene el motor más potente en la historia de Mazda: un motor seis cilindros turbo de 3.3 litros que entrega 340 caballos de fuerza y 369 libras-pie de torque.
Además de lograr una mejor respuesta al presionar el acelerador, debido a la mayor cantidad de potencia y torque y a la ayuda del motor eléctrico, la CX-90 contiene un selector de cuatro modos de manejo, un centro de gravedad más bajo y el sistema Kinematic Posture Control, que al trabajar con la suspensión y frenos brinda un mejor equilibrio y sensación al tomar una curva.
Todo esto en conjunto hace que el confort de marcha y la precisión al rodar en curvas de la CX-90 sea superior en comparación con la CX-9 y también con todos sus competidores: Hyundai Palisade, Chevrolet Traverse, Honda Pilot, Hyundai Santa Fe, Kia Sorento, Nissan Pathfinder, Toyota Highlander, Volkswagen Teramont, Jeep Grand Cherokee, Ford Explorer, Dodge Durango y GMC Acadia.
¿En seguridad también hay diferencias?
Junto a la elevada resistencia del chasis y la carrocería en caso de un impacto, esta SUV equipa un airbag más que la CX-9, por lo tanto integra siete bolsas de aire (frontales, laterales, laterales tipo cortina y para rodillas -conductor-) y suma al monitor de cambio y mantenimiento de carril, monitor de presión de llantas y alerta de punto ciego, sensores de reversa, la cámara de visión 360 grados, la alerta de tráfico trasero, la luces altas automáticas y el sistema de control crucero por radar.
¿Qué precios tienen?
Mientras que la CX-9 aparece en tres versiones con precios que van de los $764,900 pesos a los $914,900 pesos, la CX-90 se ofrece en una sola variante, que vale un $1,090,000 pesos.