La versión alargada del Mazda CX-60 llegará al mercado europeo, con total probabilidad, durante el último trimestre del año. En nuestro mercado se denominará CX-80, tendrá aproximadamente 17 cm más de longitud que el modelo del que deriva, tres filas de asientos y tres opciones mecánicas, dos electrificadas y un híbrido enchufable.
Ya se ha presentado en el mercado norteamericano, allí, con ciertas características adaptadas a las necesidades de ese continente, como por ejemplo, capacidad para hasta ocho pasajeros. Y también con un nombre específico: Mazda CX-90. Pero en su estándar europeo será un SUV con siete plazas distribuidas de la forma tradicional, 2+3+2, y una denominación diferente: CX-80, casi con total probabilidad. Como te pues imaginar, Mazda lo consigue alargando la longitud total del coche en algo menos de veinte centímetros para quedarse en una longitud final ligeramente por debajo de los cinco metros.
El mayor reto ha sido poder encontrar espacio para alojar esa tercera fila de asientos escamoteable que permita conservar capacidad de maletero y su versatilidad cuando no se usan todas las plazas, pero es algo que se tuvo en cuenta cuando se desarrolló la nueva arquitectura grande de propulsión de la marca, capaz de albergar sistemas de tracción total, motores electrificados de seis cilindros y también híbridos enchufables. Inicialmente, la llegada prevista debería ser no antes del tercer trimestre del año 2023, equipando los mismos motores que monta su hermano el Mazda CX-60 a este lado del Atlántico.
El Mazda CX-80 deberá llegar a nuestro mercado durante el último trimestre del año.
Futuro Mazda CX-80, tres opciones mecánicas y posicionamiento Premum
Como el actual Mazda CX-60, la firma japonesa va a por todas. Y entre sus objetivos, su punto de mira serán SUV de siete plazas como el Audi Q7, BWW X7 y X5, Mercedes GLE, Volco XC 90 o Land Rover Defender, Discovery, pero tocará también mirar de reojo a productos más generalistas, láese Hyundai Santa Fe o Kia Sorento. Las armas de Mazda para este CX-80 serán las mismas que las de su hermano “pequeño”: cuidada calidad de ejecución, equipamiento sofisticado, atención al cliente… y cómo no, también un producto de rendimiento y comportamiento emocional, algo que no dudamos que dispondrá dado el buen compromiso en todas estas áreas que ya de por sí tiene el Mazda CX-60.
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Como imaginas, el mayor cambio en el habitáculo reside en la zona trasera. No esperamos que sean plazas de tamaño XXL pero sí para salir de un apuro o ser usadas para ocupantes de corta edad. Se mantendrá el mismo diseño, niveles de acabado, sistemas de infoentretenimiento o ayudas a la conducción que ya se usan en el Mazda CX-60. En cuanto a los motores, ya para entonces habremos tenido ocasión de conducir las nuevas unidades de 6 cilindros en gasolina y Diesel con microhibridación, a las cuales seguro que no les supondrá mayor problema “tirar” de una carrocería que será algo más grande y un poco más pesada. Recordemos en el caso de estos dos motores, el Diésel e-Skyactiv D es una unidad de 3.3 litros que pare el CX-60 se combina en versión de tracción trasera o total con rendimientos de 200 y 254 CV. La alternativa será otra sofisticada unidad de gasolina también con 6 cilindros y 3.0 litros de capacidad, mientras que el e-Skyactiv PHEV seguirá siendo la opción para quien busquen una mayor tasa de electrificación y dispongan de un punto de carga. Aunque haya variaciones en la autonomía eléctrica, confiamos en que el Mazda CX-80 híbrido enchufable supere también los 60 km de autonomía eléctrica.
