El exclusivo Bugatti Centodieci ya ha pasado miles de horas de pruebas
La creación de cada 10 ejemplares del Bugatti Centodieci de carrocería se define por la perfección.
Habiendo pasado miles de horas de pruebas de cada uno de los componentes, el Centodieci se ensambla meticulosamente con precisión milimétrica en el Bugatti Atelier en Molsheim.
Pero antes de que se entregue a su custodio, debe recibir el sello de aprobación del más experimentado de los pilotos de pruebas de Bugatti, Steve Jenny, quien tiene la reputación de aceptar solo lo mejor.
Steve presta atención al más mínimo detalle, familiarizado con cada característica intrincada de cada Bugatti moderno.
Ha conducido más de 350 000 kilómetros en el Veyron, Chiron, Divo y Centodieci, así como en el exclusivo La Voiture Noire, y es su trabajo asegurarse de que cada uno de ellos se sienta exactamente como un Bugatti, sin imperfecciones.
Cada automóvil, ya sea único o pocos como Centodieci, debe seguir el mismo procedimiento exigente para garantizar que se adhiera a los criterios extremadamente precisos que exige Bugatti antes de entregar un automóvil a un cliente.
A pesar de compartir un tren motriz con el Chiron Super Sport5, el icónico motor W16 de 8.0 litros que produce 1600 CV, los ingenieros de Bugatti trabajaron mucho para perfeccionar el manejo del Centodieci y producir una experiencia dinámica única que combina una comodidad incomparable y un rendimiento inigualable.
Con solo 10 autos establecidos para existir, la experiencia de Steve de conducir alrededor de 800 vehículos Bugatti diferentes es crucial para permitirle marcar rápidamente cómo se debe sentir el Centodieci.
Habiendo sido terminado en pintura ‘EB110 Argent’, y con su interior meticulosamente ensamblado a mano en el Molsheim Atelier, Steve tiene el máximo cuidado para garantizar que su acabado permanezca perfecto.
Antes de partir, el equipo de Atelier protege cuidadosamente la carrocería del automóvil y los asientos. El Centodieci está a punto de ser sometido a una de las inspecciones previas a la entrega más intensas del mundo del automóvil.
Sus recorridos por el campo alrededor de la casa de Bugatti en Molsheim normalmente duran alrededor de cinco horas, cubriendo al menos 300 km en una variedad de diferentes caminos y superficies.
Para este automóvil de pocos modelos, inspirado en el Bugatti EB110 Super Sport, el motor W16 está ubicado debajo de una hoja de vidrio estilo EB110, en lugar de estar casi al descubierto como en el Chiron.
Con el motor aislado de esta manera, Centodieci tiene una firma auditiva diferente a Chiron Super Sport y Steve debe asegurarse de que sea consistente en cada uno de estos 10 autos.
Durante la prueba de manejo, verificará no solo la personalidad de Centodieci, sino también cualquier discrepancia casi imperceptible, solo obvia para alguien con el profundo conocimiento de Steve sobre Bugatti.
La cantidad de ruido de la carretera y la suspensión se aísla de la cabina o incluso los sonidos sutiles del cuero doblado y la fibra de carbono que cambian con la temperatura y la humedad. Cada uno debe pasar los altos estándares requeridos por Bugatti.
Este trabajo se lleva a sus extremos en la pista cerrada de un aeropuerto local. Centodieci acelera de 0 a 100 km/h en 2,4 segundos hasta una velocidad máxima de 380 km/h.
Los slaloms de alta velocidad, los cambios de carril de emergencia (modo ‘Handling’) y el frenado de emergencia se prueban con total seguridad para garantizar que, incluso a estas velocidades y sometido a condiciones intensas, Centodieci se perfeccione hasta que quede impecable. Dinámicamente perfecto en todos los sentidos y completamente seguro y estable para los clientes.
Estos incluyen un acolchado de cuero preciso en el interior, que crea un efecto de tablero de ajedrez y está diseñado para lucir uniforme y sereno.
Su sentido de los exigentes estándares establecidos por Bugatti es tan agudo que incluso si algún material se siente más áspero de lo que debería, si los botones, interruptores y manijas no se sienten o se ven como deberían, regresará al Atelier para identificar, explicar y corregir los problemas con sus colegas.
Todo se mide y analiza, se entrega con tolerancias extremadamente precisas sin margen de interpretación.
Solo una vez que se ha cumplido una larga lista de estrictos criterios de Bugatti, se considera que un automóvil está listo para su próxima etapa con el equipo Atelier.
Se cambia el filtro de la caja de cambios, se instala el último juego de ruedas, se corrigen las imperfecciones o se reemplazan las piezas si es necesario, y se lleva el automóvil a una prueba de manejo final de alrededor de 50 km, y cada automóvil ha recorrido un mínimo de 350. km antes de ser entregado al cliente.
Luego, esta obra de arte automotriz, un homenaje a los 110 años de historia de Bugatti y la culminación de la excelencia en ingeniería y diseño, deja Molsheim.
Steve Jenny, piloto de pruebas de Bugatti, dijo: “No hay compromiso en la creación de un Bugatti, especialmente uno tan raro y único como el Centodieci. Dado que solo se crearán 10, las oportunidades de conducir un automóvil tan extraordinario son tan raras que debemos redoblar nuestra atención durante el viaje final.
Garantizar la perfección constante en cada Centodieci y en cada Bugatti es extremadamente importante. Si encontramos algún problema, no nos dejaremos influir por los plazos o el tiempo; el coche no se entregará hasta que estemos seguros de que es perfecto en cada detalle.
Es lo que ha llegado a definir la marca Bugatti, y es lo que esperan nuestros clientes”.
Solo diez ejemplares del Bugatti Centodieci se están construyendo a mano en el Molsheim Atelier. A un precio unitario de ocho millones de euros, se agotó antes de su presentación en 2019.
