Si ya de por sí el Cupra Formentor ‘lo está petando’, la versión deportiva VZ5 acapara cada vez más seguidores. Probémoslo pues.
Cupra endulzó un poco el aburrimiento pandémico con el lanzamiento en 2020 del Formentor, un modelo muy esperado tanto por las expectativas creadas en torno a él como por tratarse del primer modelo específicamente Cupra, es decir, no derivado de un Seat.
Desde el primer momento se especuló con sus variantes deportivas, que después resultaron llamarse VZ, pero también con una versión atómica propulsada por el increíble motor 2.5 TFSI de los Audi TT RS, RS 3 y RS Q3. Aquello se tradujo en el Formentor VZ5 que tanto da que hablar entre los círculos de entusiastas de los deportivos.
Si quieres un coche nuevo con descuento haz click aquí
De todo lo anterior se deduce que es un automóvil plenamente utilizable como coche único, pero bajo su musculosa carrocería esconde el maravilloso motor previamente citado que, en el Formentor, manda 390 CV a las cuatro ruedas, lo que son 10 CV menos que en los Audi.
Por fuera llama mucho la atención allá por donde pases, parte de la culpa recaída sobre el color Gris Magnetic Mate que luce esta unidad y que cuesta 1.672 euros.
Dentro, para mí, hay un contraste de sensaciones, como en la mayoría de Seat y Cupra. No está mal hecho en cuanto a calidades. Sin ser ninguna maravilla y luciendo algunos plásticos algo pobres, en general el resultado es muy aceptable. Los asientos sujetan bien y son cómodos, aunque estos son de pago: denominados ‘CUPbucket’, cuestan 2.580 euros. Proporcionan una postura de conducción fantástica.
Así va el Cupra Formentor VZ5
Pero lo bueno y lo importante de este coche se aprecia en marcha, así que vamos a ello. El motor que se halla bajo el capó delantero es el sensacional 2.5 TFSI de cinco cilindros de Audi, para mí una de las mejores mecánicas de los últimos años. Da 390 CV entre 5.700 rpm y 7.000 rpm y un par de 480 Nm de 2.250 a 5.700 rpm.
Su respuesta es muy lineal y muy enérgica según superas el ecuador del tacómetro, si bien de alguna manera lo siento menos bruto que en los tres Audi que lo equipan, y esto es algo que me ha sucedido las tres veces (esta es la tercera) que pruebo el VZ5. No sé si será por la menor potencia (lo dudo porque 10 CV en estos niveles no son nada) o por el aislamiento del habitáculo del Formentor, pero no lo percibo tan trepidante.
La caja DSG de siete velocidades funciona de diez y la tracción total desperdicia poquísima energía con un sesgo clarísimo de propulsión. Si hasta tiene un modo Drift para derrapar.
Los frenos Brembo ofrecen una notable mordiente y una elevada resistencia al uso intensivo, mientras que la suspensión adaptativa hace maravillas para mantener la carrocería como una tabla pero sin que transmita sequedad a los ocupantes. Además, la dirección es rápida (cero informativa, eso sí), con poco más de dos vueltas de volante.
Y como coche ‘total’, entendiendo por ‘total’ de todo uso, cumple. En el modo de conducción normal es razonablemente cómodo, tiene un habitáculo de amplitud correcta y un maletero más aprovechable de lo que sugieren sus 410 litros. Eso sí, no gasta poco. Aunque bien es cierto que su consumo real no dista en exceso de los 10,2 L/100 km que homologa, lo normal es moverte en torno a 11,2 L/100 km siendo comedido con el acelerador.
Si lo que quieres es correr, entonces mejor que quites la visualización del consumo en la instrumentación si no te quieres deprimir. Pero bueno, los coches que molan gastan, y este no es una excepción.
Cupra Formentor VZ5: conclusión
De alguna manera siento que cuanto más cojo este coche, más me gusta. Me dejó un poco desconcertado la primera vez, cambió mi parecer en la segunda y no me ha convencido en la tercera, pero me encantaría que hubiese una cuarta. Corre muchísimo, se tiene en curva que da gusto, frena como debe ser y tiene un aspecto innegablemente atractivo.
Y, ciertamente, tampoco es tan caro para el ‘aparato’ que es: 68.460 euros. Es dinero, pero no tanto desde el punto de vista de que un Audi RS Q3 Sportback, de claramente mejores calidades en el habitáculo, eso sí, cuesta 82.040 euros.