- Prueba CUPRA Born: dentro y fuera
- Prueba CUPRA Born: los eléctricos van mejorando
- Prueba CUPRA Born: ¿cuál escoger?
- Prueba CUPRA Born: los rivales directos
Tras la bajada de precio que recibió este año, el CUPRA Born se ha convertido en uno de los compactos con mejor relación coste/calidad. Lo analizamos.
CUPRA entró en la nueva era eléctrica a la que nos dirigimos con el Born. Este compacto representa el toque más picante que se puede conseguir con la plataforma MEB del Grupo Volkswagen y lo hace a través de una gama corta, pero que en este año recibirá más vitaminas con la llegada del VZ. Mientras eso pasa, aquí os contaré mi prueba con el e-Boost con el Battery Pack.
Prueba CUPRA Born: dentro y fuera
Por una razón que desconozco todavía, los modelos de la categoría compacta en formato eléctrico son un poco más pequeños, por fuera, que sus homónimos de combustión. Claro ejemplo es este CUPRA Born, un poco más contenido que el CUPRA León. Y pareciéndose un poco al Volkswagen ID.3, con el que comparte muchos elementos, creo que los diseñadores han sabido potenciar toda la deportividad que suelen aplicar a sus modelos.
Centrándome en mi unidad de pruebas, este CUPRA Born que ves en las fotografías cuenta con el paquete Advanced Plus, que exteriormente sólo añade los cristales tintados. Su color era el “Gris Vapor”, el único que no tiene sobrecoste de los seis disponibles, mientras que las llantas de 20 pulgadas cuestan 1.850 euros porque además te suman los neumáticos MICHELIN Pilot Sport EV y el Control Dinámico de Chasis.
A los asientos tengo que ponerles buena nota. Presumen de un tapizado de buena calidad, integran los reposacabezas para darle ese toque deportivo del CUPRA Born, ofrecen buen agarre y tienen ajuste eléctrico. Desde aquí sentado me doy cuenta que la forma del salpicadero provocará que se acumule el polvo en su zona más lejana, mientras que el pilar con triángulo te quita algo de visibilidad en la parte izquierda, algo a lo que se suma una ventanilla trasera no muy grande. Se mezclan plásticos de varias calidades con ajustes normales, pero tengo la sensación de que el conjunto es un poco superior al Volkswagen ID.3.
El volante de este CUPRA Born tiene botones de tipo háptico, como los situados por debajo de la pantalla, lo que les hace menos intuitivos y conllevan un tiempo de adaptación. Aunque por otro lado me gusta tener a mano el poder cambiar los modos de conducción o como el colocar el selector del cambio arriba ha liberado en gran manera la consola central.
Esta unidad de pruebas que tuve durante una semana estaba configurada como cuatro plazas, por lo que en medio de la banqueta no es continua, sino que tiene un hueco. El espacio que encontramos para las piernas, pese a ir un poco elevadas, o en altura es bueno, lo que ha permitido a este modelo ser de los mejores en su categoría, perdiendo algo más en la anchura, pero en este caso no pasaría nada.
Y casi lo mismo podríamos decir de un maletero con 385 litros, ligeramente superado por el Renault Megane E-TECH eléctrico (389 litros), y por el veterano Nissan Leaf. Como es habitual en CUPRA viene separado por una bandeja en dos niveles, siendo la parte baja ideal para poder guardar los cables de carga.
Prueba CUPRA Born: los eléctricos van mejorando
Lo dije del Volkswagen ID.3 en su momento y este CUPRA Born lo reafirma. Los eléctricos cada vez se van acercando más en su comportamiento a lo que nos tenían acostumbrados los de combustión. Incluso se podría decir que el modelo español consigue ese puntito más de picante con la configuración de su chasis.
Pero más allá de estos apuntes, toca el momento de poner en marcha a este CUPRA Born que se enciende nada más poner el culo en el asiento. En estos primeros compases por territorio urbano está activo el sistema ACC predictivo, que adaptándose a la velocidad del coche que me precede me permite circular sin tocar el freno. Muy cómodo.
A partir de aquí ya podemos empezar a jugar con los diferentes modos de conducción que tiene en el CUPRA Drive Profile. De primeras huyo del Range, pues está configurador para ahorrar al máximo y deja al coche casi parado. Luego tenemos el Comfort, aunque este CUPRA Born tiene una suspensión durilla (los neumáticos de perfil bajo tampoco ayudan). De todos modos, si tienes el DCC, como en mi caso, cuentas con hasta 15 niveles de ajuste en los que será difícil que no encuentres el óptimo para ti. Y la respuesta del motor, los 170 kW (231 CV), es bastante buena.
Aunque quizás un día te levantes con algo más de marcha y pases al modo Performance. Partiendo de una dirección, en el Comfort, que ya me parece directa, en este último siento como que tuviera más peso y la entrega de potencia se vuelve más puntiaguda. Lo acompaña una frenada buena, para ser un eléctrico, que puede ser más eficiente si activamos la B en el selector del cambio (aumenta el poder de regeneración). Y aún con todo esto, todavía quedaría el modo CUPRA, adiós ayudas, o un Individual con hasta cinco parámetros a configurar.
A la hora de cargarla, esta batería de 77 kWh se puede hacer a un máximo de 11 kW en corriente alterna (7,5 horas para el 100%). Yo en mi domicilio eran 32 horas desde el 17% hasta completarla, mientras que en un poste público a ese tope fueron 6 horas desde el 15%. A esto tenemos que sumar en corriente continua hasta un límite de 170 kW.
Prueba CUPRA Born: ¿cuál escoger?
La unidad de pruebas de este CUPRA Born era la más cara del compacto eléctrico (39.310 euros), al contar tanto con el e-Boost, el Battery Pack y el Advanced Plus. Este último es un paquete que puedes añadir a las tres versiones disponibles que añade cristales tintados, navegador con servicios online, cámara de visión trasera, el Light Assist y el ACC predictivo por 910 euros.
Partiendo de este punto, tenemos tres posibles variables: 150 kW y una batería de 58 kWh, añadir el e-Boost para tener 170 kW con la misma pila o la probada aquí con 77 kWh de capacidad. Yo la intermedia no la recomendaría, porque ese pequeño aumento de potencia no se va a notar y hará que la autonomía descienda antes. Por tanto, la primera sería para los que buscan un coche más económico (34.990 euros sin ayudas) y la última para los que quieran más rango.
Prueba CUPRA Born: los rivales directos
En febrero de este mismo año, los precios del CUPRA Born bajaron, lo que ha provocado que se haya quedado con una tarifa muy competitiva respecto a sus competidores. Para empezar, teniendo en cuenta que comparten desarrollo, es más barato de partida que un Volkswagen ID.3 (38.540 euros).
Si es verdad que existen dos modelos que se quedan por debajo en su precio. Por un lado está el MG4, con una campaña agresiva de descuentos por parte de la marca, que parte de los 28.980 euros (motor de 150 kW), mientras que el Nissan Leaf son 29.609 euros (motor de 160 kW).
Otras opciones podrían ser el Renault Megane E-TECH eléctrico (38.880 euros) con un poco menos de autonomía, el BYD Dolphin (35.690 euros) menos dinámico en carretera, o los representantes del grupo Stellantis con los Citroën ë-C4 (36.140 euros), Peugeot E-308 (39.450 euros) y Opel Astra Electric (38.690 euros), todos ellos menos potentes (115 kW).