Esta versión de propulsión trasera, con 238 CV, es mucho más lógica que la de 408 CV y tracción 4x4.
Todo el mundo que hemos podido probar el Volvo XC40 Recharge con 408 CV y tracción 4×4 concluimos que se trata de un SUV compacto y eléctrico con unas prestaciones desproporcionadas, pues acelera de 0 a 100 en sólo 4,9 segundos. Eso sí, divertido también es…
La lógica ha imperado en la marca sueca y, por eso, ha desarrollado una versión de propulsión trasera a partir de un único motor de 238 CV que representa una opción mucho más consecuente. También rinde fenomenal, pero no como si fuera casi un superdeportivo, claro. Descubramos más cosas del todocamino premium con etiqueta 0 en esta prueba.
El Volvo XC40 Recharge 238 CV, en cinco puntos clave:
Galería: Prueba Volvo XC40 Recharge 252 CV Ultimate
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Diseño
A la espera de que llegue el Volvo EX30, el ‘primo’ del smart #1, que estará en el entorno de los 4,27 metros de largo y disfrutará de una plataforma específica para coches eléctricos, el XC40 representa todavía el modelo ‘a batería’ de acceso a la marca sueca.
Mide 4,44 metros de longitud y se sustenta sobre la arquitectura CMA, también válida para variantes de combustión. Respecto a otros XC40, el Recharge se identifica por la parrilla parcialmente cerrada, diversas inscripciones, la ausencia de salidas de escape y la toma de carga, dispuesta en el lateral izquierdo, encima del paso de rueda trasero.
Interior
¡Con qué calidad está hecho el Volvo XC40! Los ajustes son perfectos, se emplean materiales nobles, no se produce ni un solo ‘grillo’ en carreteras con firme irregular y el sobresaliente aislamiento aerodinámico es propio de SUV de segmentos superiores.
De serie en el acabado Ultimate, la instrumentación digital mide 12,3 pulgadas y la pantalla táctil, dispuesta en formato vertical, 9,0. Sí que hay que pagar un extra por la palanca del cambio en cristal de Orrefors (está dentro de un paquete).
Los asientos sujetan poco en curvas, pero son realmente cómodos, mientras que el espacio trasero resulta sorprendente por amplio, así que pueden viajar con bastante confort dos personas altas. Como contrapunto, nos parece que los respaldos posteriores están algo más erguidos de lo habitual.
No hay climatizador de tres zonas, sino sólo una salida de aire y sorprende que en un eléctrico venga integrado un túnel de transmisión elevado, pero se explica por el empleo de una plataforma no específica para coches eléctricos.
En materia de conectividad, destaca el navegador con servicios de Google, que facilita mucho la búsqueda de destinos concretos. Por el contrario, el sistema multimedia sólo es compatible con Apple CarPlay, pero a cambio, viene de serie el equipo de sonido de Harman/Kardon, con 14 altavoces y subwoofer.
Mecánica
El motor eléctrico de 238 CV y 420 Nm de par instantáneo, que propulsa las ruedas traseras, genera unas prestaciones muy destacadas, con una aceleración de 0 a 100 en 7,4 segundos. De hecho, con un toque leve de acelerador, podemos adelantar con una dosis de fuerza realmente elevada.
La parte negativa reside en el consumo, pues hemos estado lejos de los 566 km de autonomía homologada. En un desplazamiento interurbano de 200 km con todo tipo de orografías y a ritmos legales bastante constantes, la proyección se fijó en 320 km.
El Volvo XC40 Recharge puede recargar con corriente continua a una potencia máxima de 200 kW. En este supuesto ideal, la batería de 78 kWh netos pasa del 0 al 80% de carga en sólo 27 minutos, mientras que a 11 kW el tiempo asciende a 8 horas. Volvo ofrece el wall box trifásico Commander 2, con instalación incluida, por 2.272 euros.
En marcha
El SUV sueco gratifica mucho en el plano dinámico, pues se mueve con bastante naturalidad en curvas y presenta un tren delantero muy ‘vivo’, ya que no se tiene que encargar también de la motricidad. Los neumáticos Pirelli P Zero parecen anunciar esas intenciones deportivas…
Además, a diferencia de muchos híbridos y eléctricos, el coche ofrece un tacto firme en el pedal del freno. Cabe destacar que hay discos ventilados en ambos ejes, que vienen muy bien para detener un conjunto que, en vacío, está cerca de las 2,0 toneladas de peso.
La suspensión es fija, la asistencia de la dirección sí se puede modificar (aunque nunca es especialmente dura) y no hay programas de conducción, salvo uno específico para fuera de carretera.
También hemos echado en falta unas levas para variar la retención a nuestro gusto, porque la función ‘One Pedal’ ejerce una intensidad de frenada demasiado elevada, tanta que ni siquiera tiene sentido activarla en las bajadas de los puertos.
Equipamiento y precio
El acabado tope Ultimate incluye de serie techo panorámico, climatizador bizona, asientos delanteros con ajuste eléctrico, cámara de visión trasera, faros y pilotos LED, junto con un enorme surtido de ayudas a la conducción, como no podía ser de otro modo en Volvo. Lo único que nos ha ‘chirriado’ es que haya que pagar por los cristales oscurecidos (393 euros).
La tarifa del Volvo XC40 Recharge 238 CV Ultimate, sin extras, asciende a 57.154 euros. Por el BMW iX1 hay que pagar, como poco, 56.950 euros (313 CV y 439 km de autonomía), mientras que por el Mercedes-Benz EQA toca desembolsar 55.478 euros (190 CV y 492 km), por lo que el representante nórdico está ‘en precio’ con sus rivales alemanes.
Volvo XC40 Recharge 252 CV Ultimate
- Motor: Trasero, transversal
- Potencia: 238 CV
- Par máximo: 420 Nm
- Batería: 82 kWh (78 netos)
- Autonomía eléctrica: 566 km
- Caja de cambios: Transmisión fija, 1 velocidad
- 0-100 km/h: 7,4 s
- Velocidad máxima: 180 km/h (autolimitada)
- Consumo: 16,9 kWh/100 km
- Tracción: Trasera
- Longitud: 4,44 m
- Anchura: 1,86 m
- Altura: 1,64 m
- Peso en vacío: 1.960 kg
- Número de asientos: 5
- Capacidad del maletero: 452 +31 l
- Precio base: 57.154 euros
