Es más barato y consume menos que la versión equivalente de gasolina.
Julio del año 2018, Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica: “El diésel tiene los días contados”. Pocas veces antes, una declaración tan taxativa ha sido tan errónea, porque aunque los coches de gasóleo han perdido ese papel de protagonistas principales en las ventas, todavía tienen su sentido en ciertas versiones y con determinados usos.
¿Quieres un ejemplo? El Volkswagen Tiguan R-Line, que con el motor 2.0 TDI de 150 CV y la caja automática DSG, cuesta 50.260 euros, mientras que en el equivalente de gasolina, con el propulsor 1.5 TSI de idéntica potencia, la tarifa crece hasta los 50.620 euros. Ni que decir tiene cuál consume menos, asà que ¿tú cuál comprarÃas portando ambos la etiqueta C?
Galería: Prueba Volkswagen Tiguan R-Line 2.0 TDI 150 CV 4MOTION DSG
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Una vez demostrado que el Tiguan diésel no solo es un coche para el ‘ahora’ sino también para los ‘próximos años’, sobre todo si viajamos con frecuencia, hay que recordar que a esta generación le queda aproximadamente un año de vida, pues la siguiente entrega será realidad en 2024.
Mucha deportividad
Por cierto, los faros IQ.LIGHT, con tecnología matricial, forman parte del equipamiento de serie, al igual que el volante y los asientos específicos, los pedales y el reposapiés en acero inoxidable cepillado, las estriberas delanteras en aluminio con logotipo R-Line y las inserciones interiores decorativas en Carbon Grey y cromo mate.
Muy práctico
Por supuesto, el Tiguan puede ejercer de primer vehículo en casa, ya que los 4,50 metros que declara le sitúan en el corazón de los SUV compactos y permiten un espacio interior realmente bueno. Es más, de serie, los asientos traseros se pueden regular longitudinalmente y variar en inclinación.
De este modo, en su posición más retrasada, pueden viajar en ellos incluso personas de talla alta y si los adelantamos, en lugar de disponer 520 litros para las maletas, la cifra sube a 615. Al abatir los asientos, la capacidad máxima asciende a 1.510 litros, que no están nada mal. El climatizador de tres zonas viene de fábrica.
GPS y vinculación inalámbrica
El diseño de la cabina propone un uso intermedio de pantallas digitales y mandos convencionales, es decir, la combinación perfecta bajo nuestro parecer, porque el monitor central (8,0 pulgadas de serie y 9,2 el opcional) no acumula todas las funciones. Ojalá los futuros coches fuesen así, desde luego. BMW ha abierto la esperanza asegurando que va a renunciar a las grandes pantallas dentro de unos años. Ya veremos la evolución…
La conexión con el exterior está plenamente garantizada con el sistema App-Connect inalámbrico, tanto para Android Auto como para Apple CarPlay y Mirror Link. También es de serie el navegador Discover Media, quedando en opción el Discover Pro (1.140 euros).
Consumos ajustados
En el plano mecánico, el motor 2.0 TDI de 150 CV es un bloque plenamente asentado en el Grupo Volkswagen desde hace años, síntoma de su buen rendimiento y sus consumos siempre razonables. Por su parte, la caja de doble embrague DSG, con siete marchas, levas y modo Sport, no solo cumple, sino que realizar su labor de forma casi perfecta y, gracias a los buenos bajos del propulsor, podemos circular en marchas largas sin notar pérdida de fuelle.
Lo mejor es que esta mecánica nunca se dispara en consumos, aun a plena carga o a medias de velocidad elevadas. Lástima no disponer de un sistema híbrido ligero para lograr la etiqueta Eco. En fin, no sabemos qué sucederá con el precio del diésel en los próximos años, pero ahora mismo sale muy a cuenta esta opción en el Tiguan.
Un aliado allá donde vayas
Típico de los coches basados en la plataforma MQB, el SUV alemán es estable, noble, con movimientos muy previsibles y fácil de llevar cuando practicamos una conducción deportiva. Muy recomendable es la suspensión adaptativa DCC, que forma parte del paquete Hola Deportividad Plus (1.140 euros), junto con la Dirección Progresiva o de desmultiplicación variable.
Si prefieres el tren de rodaje deportivo, con suspensión fija pero algo más firme que la de serie, la opción Hola Deportividad (a secas) cuesta solo 270 euros. Ya ves que Volkswagen ofrece configuraciones del Tiguan al gusto de todo tipo de conductores y conducciones.
Completo y sin puntos débiles
La conclusión es que este todocamino, a pesar de ser ya todo un veterano, se sigue manteniendo como una opción muy completa en su segmento. El T-Roc viene pegando muy fuerte en el apartado comercial, pero es un vehículo claramente más pequeño y, por lo tanto, no tan familiar como nuestro protagonista.
Podríamos decir que el Tiguan no es el mejor en nada, pero está bien clasificado en todo, síntoma de que es un coche sin puntos débiles aparentes. Las tarifas comienzan en 38.800 euros, lo que confirma que Volkswagen se ha subido a la ola de aumento de precios y se sitúa claramente por encima de las marcas generalistas, que tampoco es que ahora sean precisamente baratas (los ejemplos del Nissan Qashqai o el Renault Austral son claros). En fin, son tiempos complejos…
Volkswagen Tiguan R-Line 2.0 TDI 150 CV DSG
- Motor: Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado, 1.968 cm³
- Potencia: 150 CV entre 3.000 y 4.200 rpm
- Par máximo: 360 Nm entre 1.600 y 2.750 rpm
- Caja de cambios: Automática de doble embrague DSG, 7 velocidades
- 0-100 km/h: 9,4 s
- Velocidad máxima: 200 km/h
- Consumo: 5,7 l/100 km
- Tracción: Delantera
- Longitud: 4,50 m
- Anchura: 1,83 m
- Altura: 1,67 m
- Peso en vacío: 1.555 kg
- Número de asientos: 5
- Capacidad del maletero: 520 l
- Precio base: 50.260 euros