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Prueba Audi Q5 55 TFSIe quattro: ¿compensa el PHEV en un SUV?

Es muy potente, lleva la etiqueta 0 y no registra consumos desproporcionados.

prueba audi q5 55 tfsie quattro: ¿compensa el phev en un suv?

En los SUV de tamaño medio y grandes, el peso de las ventas diésel sigue siendo elevado, ya que son coches voluminosos y pesados con los que se suelen realizar bastantes kilómetros al año. Y, guste o no, no hay nada como el gasóleo para viajar, a la espera de una red de carga mucho más completa en España para coches eléctricos.

Pero si persigues no gastar carburante entre semana, portar la etiqueta 0, tener altas prestaciones y consumir mucho menos que un SUV de gasolina puro de potencia semejante, la solución PHEV te va a encajar. Como muestra, el Audi Q5 55 TFSIe quattro de nuestra prueba.

Con 367 CV, marca un brutal 0 a 100 en tan sólo 5,3 segundos y una autonomía eléctrica de 60 km. Esta distancia no supone una referencia en su segmento, pero puede ser suficiente para ir de la casa al colegio y después al trabajo, más el regreso a casa, empleando sólo el motor eléctrico.

El Audi Q5 55 TFSIe quattro, en cinco puntos clave

Galería: Prueba Audi Q5 55 TFSIe quattro

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Diseño

Queda muy poco para conocer la nueva generación del Q5, pero si somos justos, debemos señalar que el modelo actual está muy lejos de sufrir una estética desfasada. Más bien al contrario, se mantiene plenamente en vigor y, como suelo apuntar en otros Audi, el acabado Black line edition no hace sino incrementar la belleza estética.

Tal y como comenté en la prueba del A6 Avant 55 TFSIe quattro, el puerto de carga está en el lateral izquierdo, encima del paso de rueda trasero, y alimenta una batería de iones de litio, de 17,9 kWh de capacidad bruta (14,4 netos), que puede estar lista a 7,4 kW (potencia máxima de carga) en 2,5 horas.

El SUV germano mide 4,68 metros de longitud y, como complemento eléctrico, se encuentra el Q6 e-tron, que se presentará dentro de muy poco tiempo. Por este motivo, no hay un Q5 ‘a batería’.

Interior

Como es habitual en los coches veteranos, el interior mezcla acertadamente dos pantallas digitales (instrumentación de 12,3 pulgadas y monitor central de 10,1) con mandos convencionales. Lamentablemente, esos mandos empiezan a ser una especie en peligro de extinción en los vehículos de última hornada.

El botón específico de esta versión permite elegir el tipo de propulsión: hybrid (empleo inteligente de ambos motores), electric (uso exclusivo del propulsor eléctrico hasta los 130 km/h), hold (mantenimiento de la carga de la batería) y charge (recarga de la batería en marcha).

Si hablamos de espacio interior, sólo puedo escribir palabras positivas porque, a pesar de que tampoco es un todocamino excesivamente largo, las plazas traseras laterales acogen a personas altas sin ningún problema. Además, de serie disponemos de asientos posteriores regulables en longitud e inclinación.

Ya sabrás que el punto débil de los híbridos enchufables en el apartado práctico tiene que ver con la capacidad del maletero. En este caso, se queda en 465 litros frente a los 550 del Q5 40 TDI o los 510 del SQ5 TDI. Lamentablemente, el cable de carga no puede guardarse en un doble fondo, por lo que resta espacio en la superficie.

Mecánica

Para impulsar el Q5 55 TFSIe quattro, Audi ha recurrido no un bloque V6, sino a uno más modesto, el 2.0 TFSI de cuatro cilindros en línea y 265 CV, más un propulsor eléctrico de 143 CV. En combinación, generan 367 CV y 550 Nm de par máximo. Por cierto, la gama contempla el 50 TFSIe, pero con 300 CV y 450 Nm, fruto de una gestión electrónica distinta.

La transmisión asociada es la popular S tronic de doble embrague y siete marchas, mientras que la tracción emplea la tecnología quattro-ultra, es decir, un embrague multidisco, que sólo envía fuerza al tren trasero en caso de necesidades motrices. De lo contrario, el Q5 es un tracción delantera y así se ahorra en consumos.

Con la batería cargada, el ordenador de a bordo nos indicaba 55 km de autonomía eléctrica, que se quedó en 45, más o menos, en un uso mixto. Una vez agotada esa distancia ecológica, reseteamos el ordenador de a bordo y marcamos un gasto de entre 8,5/9,0 litros cada 100 km con una conducción más bien suave, un registro que no fue especialmente descabellado, más aún teniendo en cuenta el poco apoyo que surge de la unidad eléctrica.

También habitual en los PHEV, el depósito de gasolina es algo justo, 54 litros en este caso, así que la autonomía no es el punto fuerte de este Q5, si bien únicamente lo apreciarás en los recorridos interurbanos, sobre todo si incrementamos el ritmo o no mantenemos una velocidad constante.

En marcha

A la fantástica suavidad mecánica, se une en el Q5 un exquisito rodar, de tal forma que el coche se postula como un magnífico SUV para circular a velocidades de crucero. Si añadimos la suspensión neumática adaptativa (2.065 euros), mejor que mejor, pues disponemos de varias puestas a punto.

Con discos ventilados en ambos ejes, el coche frena con contundencia, si bien el pedal tiene ese punto de uso algo peculiar (frena poco en el inicio del recorrido) debido a la frenada regenerativa. En curvas, nos ha parecido un coche noble, que disimula bastante bien las dos toneladas de peso en vacío, aunque no genera un plus de dinamismo frente al BMW X3, ni siquiera con el programa más deportivo de la suspensión.  

Por supuesto, se incluyen los habituales programas de conducción: efficiency, comfort, auto, dynamic e individual. Ten presente que con el primero, el más ecológico, no se alcanza ese pico de potencia extra que en la instrumentación aparece como Boost. 

Equipamiento y precio

El Audi Q5 Black line edition 55 TFSIe quattro ofrece de serie llantas de aleación ligera Audi Sport de 20 pulgadas, paquete de componentes en negro, pack S line interior, tapicería en combinación tela Sequenz/cuero, cristales traseros oscurecidos, faros Matrix LED, climatizador de tres zonas, navegador, sistema multimedia compatible con Android Auto y Apple CarPlay… Se nota que es el acabado tope de gama.

El precio asciende a 76.510 euros, más el punto de carga en casa y la instalación, obligatorios en un coche así. ¿Te parece mucho? Si lo comparamos con los ‘mundanos’ Q5 40 TDI (204 CV) o 45 TFSI (265 CV), así es, pero ojo, porque por el SQ5 TDI, con ‘sólo’ 340 CV, Audi pide nada menos que 83.810 euros.

Son 7.300 euros de diferencia a favor del enchufable, así que tienes mucho presupuesto para gastar en gasolina y la etiqueta 0 ejerce de salvoconducto perfecto en la ciudad. Este PHEV hay que compararlo con las versiones más exclusivas de la gama para comprobar sus ventajas.

En fin, si no sólo miras el gasto de carburante más bajo posible en tu próximo SUV premium, sino la mejor relación entre consumo y prestaciones, atento a esta opción. Puedes obtener más información del Q5 en los siguientes enlaces con las pruebas del 45 TFSI y el 40 TDI.

Audi Q5 Black line edition 55 TFSIe quattro

  • Motor: Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado, 1.984 cm³, 265 CV + 1 eléctrico
  • Motor: Delantero longitudinal, 143 CV
  • Potencia: 367 CV combinados
  • Par máximo: 550 Nm combinados
  • Batería: 14,4 kWh (capacidad neta)
  • Autonomía eléctrica: 60 km
  • Caja de cambios: Automática de doble embrague S tronic, 7 velocidades
  • 0-100 km/h: 5,2 s
  • Velocidad máxima: 239 km/h
  • Consumo: 1,6 l/100 km (batería cargada)
  • Tracción: Total quattro-ultra
  • Longitud: 4,68 m
  • Anchura: 1,89 m
  • Altura: 1,66 m
  • Peso en vacío: 2.075 kg
  • Número de asientos: 5
  • Capacidad del maletero: 465 l
  • Precio base: 76.510 euros

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