- Prueba del Audi Q5: lo que ganamos y perdemos con el Sportback
- Prueba del Audi Q5: comportamiento con el TFSI
- Prueba del Audi Q5: ¿cuál escoger?
- Prueba del Audi Q5: los rivales del Sportback
Armado con mecánicas gasolina, diésel o híbridas enchufables, analizamos las dos carrocerías del Q5 y elegimos su mejor versión.
Cuando se lanzó en 2020 el restyling de la segunda generación del Audi Q5 hizo historia en el mercado automovilístico al convertirse en el primer modelo de serie en poder equipar faros con tecnología OLED en la parte trasera. No es el caso de nuestra unidad de pruebas, pero aún así nos vale para poner a prueba al SUV alemán y además lo hacemos con su carrocería Sportback.
Prueba del Audi Q5: lo que ganamos y perdemos con el Sportback
Al final de nuestras pruebas encontrarás como siempre los principales rivales del Audi Q5 Sportback, pero antes de eso su primer competidor lo tiene en su mismo concesionario con la variante clásica del SUV. Está claro que en el apartado de las ganancias podemos colocar el diseño, aunque esto puede ser un poco particular de cada uno, ya que las carrocerías de tipo coupé suelen ser más atractivas. Además, imprime más carácter a su comportamiento al incluir de serie la suspensión deportiva.
Con unas medidas prácticamente calcadas entre ambos, apenas hay unos milímetros en longitud o altura, la caída del techo diferencia los habitáculos de los dos Audi. Por ejemplo, en las plazas traseras se pierden 2 cm de espacio para las cabezas, aunque estando sentando ahí tampoco es que la medida final sea incómoda, mientras que no puedo decir que haya una merma en la visibilidad posterior. Lo mismo pasa con el hueco para las piernas, bueno aunque no tan excelso como en un BMW X4. Siguiendo con esta zona, la plaza central tiene un mullido cómodo, pero el túnel central es demasiado alto e incluso la consola central quita espacio para las piernas de este ocupante.
Me coloco en el puesto de mando de este Audi Q5 Sportback y pronto echo de menos un elemento que desapareció tras el restyling. En la consola central ya no encontrarás el mando giratorio para controlar de forma cómoda las funciones de la pantalla multimedia (10,1 pulgadas), siendo sustituido por un hueco para guardar objetos. A cambio la marca promete que con el nuevo software MIB3 se han mejorado las órdenes por voz, algo que puedo corroborar, pero me seguía pareciendo más cómodo el otro sistema. Siguiendo con este, es rápido en sus transiciones entre pantallas y con gráficos modernos, algo que también podríamos decir del panel de instrumentación, uno de los mejores del mercado. Solo faltaba el Head-up Display, que hay que añadirlo como opcional (1.320 euros).
Del resto del salpicadero se puede decir que esta muy ordenado y que presume de buenos materiales/ajustes con un toque más deportivo en mi unidad al contar con el equipamiento S line. No es actualmente el más moderno de Audi, pero me gusta mucho lo clara que se presenta la zona de la botonería. Rozaría la perfección cambiando los que actúan sobre los modos de conducción, de tacto duro y que podrían resolverse mejor con una ruleta en la consola central ahora que se ha liberado espacio.
Último vistazo al exterior de nuestro Audi Q5 Sportback antes de empezar con la prueba dinámica. El catálogo de personalización es bastante amplio ofreciendo hace doce pinturas diferentes (más las del Audi exclusive), de las cuales el Negro Brillante es de serie en el acabado Advanced y el Blanco Ibis para al resto (el que ves en las fotos es el “Gris Cronos” por 1.310 euros). Tampoco está mal el de llantas con 21 posibilidades, siendo de serie en el S line unas de 19 pulgadas, pero que en este caso eran de 20’’ (2.340 euros).
Prueba del Audi Q5: comportamiento con el TFSI
De los cinco motores que tiene disponibles este Audi Q5 Sportback (los mismos en ambas carrocerías y que serían 6 sumando el deportivo SQ5) nuestra unidad de pruebas contaba con el único bloque gasolina TFSI, el 45. Como ya he comentado antes cuenta con sistema de hibridación ligera y siempre va asociado tanto al cambio automático S tronic de 7 velocidades (igual que el resto de la gama) como a la tracción total quattro.
Este bloque 45 TFSI del Audi Q5 Sportback no es muy sonoro como su potencia (265 CV) o estética deportiva del coche podría prever. El aislamiento está muy bien conseguido, algo que también se podría decir de los otros bloques del SUV alemán, y ni si quiera en aceleraciones se vuelve algo más escandaloso.
Pese a este matiz, estamos ante un motor vigoroso a la hora de entregar su potencia, aunque diferenciando muy bien sus fases. Digamos que en torno a las 1.500 rpm se muestra suave, llegando a las 2.000 empezamos a coger velocidad sin aparente esfuerzo, por encima de ellas ya se empieza a notar mucho más empuje, llegando al culmen en las 3.000 rpm donde ofrece un gran ímpetu. Más progresivos en este aspecto son tanto los diésel como los híbridos enchufables (estos por el aporte del motor eléctrico) del Audi Q5 Sportback.
Como pequeña pega debemos de señalar de nuevo a las levas. En una conducción manual tienen un tamaño demasiado pequeño a mi gusto, algo que en Audi no terminan de solucionar por ahora. Tampoco me hace mucha gracia que el control de velocidad esté detrás del volante, pero al menos este le uso poco.
Sobre su comportamiento dinámico, no te asustes por lo que comentaba anteriormente de que el Sportback cuenta de serie con la suspensión deportiva, porque al ser adaptativa puedes rodar de una forma muy cómoda o con mayores pretensiones si optas por los modos Comfort o Dynamic, respectivamente. A ellos se suman los Efficiency, Auto, Allroad o el Individual (aquí retocas el motor, el tren de rodaje y la dirección).
Cerraremos con los consumos que obtuve durante el tiempo que compartí con este Audi Q5 Sportback. Su naturaleza gasolina ya le hace ser más sensible a aceleraciones o alteraciones del terreno frente a los diésel, a lo que sumamos que no le gusta nada la ciudad subiendo hasta los 10 litros en un abrir y cerrar de ojos. Está claro que la microhibridación no le ayuda en este aspecto más que para tener la etiqueta Eco. Mi media final en una semana completa fue de 8,7 litros, pero a ritmos constantes de carretera he llegado a estar un poco por encima de los 7 litros.
Prueba del Audi Q5: ¿cuál escoger?
Un poco más arriba ya te he contado las diferencias de escoger entre las dos carrocerías del Audi Q5, pero me quedaría hablar de los precios. Teniendo en cuenta que ambas calcan exactamente la misma gama con motorizaciones y acabados, nuestro protagonista el Sportback siempre será 3.000 euros más caro.
Pero supongamos que estás enamorado del diseño de este Sportback, toca elegir motor y equipamiento. Me gustó el comportamiento que ofrece este 45 TFSI (69.210 euros), pero comparándolo me ofrece varias dudas. Para empezar, los dos diésel son más baratos y con el más potente 40 TDI de 204 CV (61.840 euros) también podrás rodar casi al mismo ritmo. Pero para mí el más atractivo es el 50 TFSIe (299 CV), ya que también es más económico que nuestro protagonista (68.490 euros), ofreciendo la ventaja de la etiqueta 0 y poder circular en algunos kilómetros solo con electricidad. Eso sí, contando que el maletero baja a 455 litros.
Respecto a los equipamientos, en Audi no varían mucho la dotación tecnológica entre unos y otros ya que normalmente lo pagarás como un extra. Por tanto si te llevas un Advanced no estarás errando, pese a que sabemos que este S line, con su paquete estético de serie, es algo más atractivo a la vista.
Prueba del Audi Q5: los rivales del Sportback
La guerra entre las tres marcas principales premium alemanas se disputa en todas las categorías y aquí no podía faltar. El más amplio de todos es el BMW X4, que fue renovado el pasado año, pero que a diferencia de nuestro protagonista no cuenta en su gama con ninguna mecánica híbrida enchufable (tres gasolina y tres diésel híbridos ligeros). Su precio de partida (58.400 euros) también es más alto que en el Audi Q5 Sportback (57.260 euros).
La otra opción es el Mercedes GLC Coupé, que se impone a todos por tener la gama más completa de motorizaciones, llegando a ofrecer incluso un híbrido enchufable diésel, único de la marca de la estrella. Su tarifa empieza en 58.223 euros, pero teniendo en cuenta que está cercano a su renovación, es posible que puedas encontrar una oferta en el concesionario.
