Los SUVs premium de tamaño medio han sido tradicionalmente diésel, pero la demonización al gasóleo ha hecho que en los últimos años la tendencia se revierta en pro de la gasolina. Ahora con la electrificación, ¿sigue siendo lógica una compra diésel?
Las principales administraciones europeas y españolas llevan años demonizando el diésel por, según ellos, ser más perjudicial que la gasolina para la salud pública. Sin embargo, lo que parecen obviar es que las mecánicas de gasóleo actuales nada tienen que ver con las de hace 20 años. Para más inri, una inmensa parte de ellas recurren ahora a la electrificación con el objetivo de ser todavía más eficientes. Por ello hemos querido juntar en esta comparativa dos SUV de tamaño medio -un segmento tradicionalmente diésel que en los últimos años ha virado hacia la gasolina- con microhibridación y etiqueta Eco: uno, diésel con menos de 200 CV; el otro, gasolina con más de 260… ¿Cuál sería la opción más lógica?
Gasolina o diésel, ¿qué necesito?
El Mercedes GLC acaba de presentar su nueva generación y, además de ser 100% electrificada (insistimos, igual que ocurre en el Audi Q5), da un importante paso adelante en lo relacionado con la tecnología de infoentretenimiento y seguridad. Para la prueba hemos elegido la versión diésel de acceso, el GLC 220d con motor 2.0 de cuatro cilindros y 197 CV que se apoya en una red eléctrica de 48 voltios. No solo es el más eficiente de los dos oponentes, sino también el que menos gasta de todos los GLC que hay disponibles en la actualidad… ¡y casi de todos los rivales que compiten en su categoría!
Echa un ojo al vídeo sin olvidarte de suscribirte a nuestro canal y déjanos en comentarios cuál sería tu elección. Ah, y no olvides que la principal orientación a la hora de adquirir un coche debe seguir siendo las necesidades de cada uno. Hay quien ciertamente necesita un gasolina en su día a día (o un híbrido o un eléctrico puro), pero hay también quien, a día de hoy, le continúa beneficiando el uso de un diésel. En cualquier caso, recordad que el diésel sigue vivo y que cuando muera lo hará justo al mismo tiempo que lo haga la gasolina… en Europa, en 2035.
