- Entra por los ojos por diseño
- Al volante del Mercedes CLE 300 4Matic
- Lo mejor y lo peor
- Lo mejor
- Lo peor
- Nuestra puntuación: 7,5
- Ficha técnica
En la industria automóvil actual asistimos a la expansión de la oferta de coches eléctricos y a la reducción de la gama de modelos con motores de combustión, algo que también ocurre en Mercedes-Benz, donde los vehículos “a pilas” intentan ganar cada vez más protagonismo.
Algunas carrocerías simplemente dejan de existir y otras se ‘condensan’ para no ignorar que sus clientes siguen presentes. En este caso, la marca de la estrella decidió fusionar las carrocerías descapotables de las clases C y E, para crear el nuevo CLE Cabrio que ya está a la venta en España.
El resultado es el descapotable más grande de este segmento (4,85 metros, ligeramente mayor incluso que el extinto E Cabrio), donde encuentra los rivales habituales, es decir, el BMW Serie 4 y el Audi A5 (15 cm y 8 cm más cortos, respectivamente), ambos en sus versiones convertibles.
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Entra por los ojos por diseño
El diseño es uno de los argumentos más importantes en cualquier cabrio y el CLE no es excepción. Comenzando por el largo capó, siguiendo por las superficies limpias de los paneles laterales de la carrocería y culminando en la zaga marcada por unos hombros anchos y “musculosos”, que hacen que este sea el ángulo de observación más apasionante. El frontal, a pesar de la amenazante “nariz de tiburón” y de la parrilla del radiador con un nuevo diseño tridimensional, acaba siendo la zona menos “atrevida” de la carrocería, sobre todo si se observa completamente de frente.
En cuanto a dimensiones exteriores, acaba acercándose más a las del Clase E que al C Coupé. Respecto al primero es 1,5 cm más largo, tiene la misma anchura y altura, 0,8 cm menos de distancia entre ejes, el mismo ancho de vía delantera y 0,8 cm más de ancho en la trasera (y respecto al C, 16,4 cm más de longitud, 5 cm más de anchura, 2,2 cm más de altura, 2,5 cm más de distancia entre ejes, 3,8 cm más de vía delantera y 6,8 cm más de vía trasera). En comparación con el CLE Coupé, tiene la misma longitud y anchura y no llega a ser medio centímetro más bajo.
En el interior, la instrumentación es digital (12,3″) y la pantalla central vertical (11,9″) está ligeramente orientada (6 grados) hacia el conductor, para crear un ambiente más deportivo, pero su inclinación también se puede variar entre 15 y 40 grados para evitar que la luz solar directa dificulta su lectura (algo que solo es posible en el CLE descapotable).
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Del Clase C tenemos la misma lógica de presentación y los mismos estilos de visualización (Classic, Sport o Ambiente) en la instrumentación que, opcionalmente, puede llenarse íntegramente con el mapa del navegador (como en el Clase C, el head-up display no tiene recursos de Realidad Aumentada que sí existen en la pantalla central). Al contrario que en el nuevo Clase E, no hay control digital de las salidas de ventilación ni el más avanzado sistema lavaparabrisas.
La pantalla central de infoentretenimiento utiliza software (gráficos, aplicaciones, menús) que han debutado recientemente en el nuevo Clase E (esto se debe a que el CLE está equipado con la nueva arquitectura electrónica y la tercera generación del sistema MBUX). Gracias a este cerebro más potente, las posibilidades de conectividad, transmisión de datos y uso de aplicaciones de terceros (Tik Tok, Zoom, etc.) crecen exponencialmente. El sistema de comando vocal también se ha mejorado y, afortunadamente, ya no es necesario iniciar el “diálogo” con las palabras “Hola Mercedes…”.
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Gracias al aumento de las dimensiones exteriores, el habitáculo es más ancho que el del antiguo C Cabrio y muy cercano al antiguo E Cabrio, que ofrece algún centímetro más aquí y allá, salvo en anchura, donde el CLE es más generoso, principalmente en la segunda fila de dos asientos. Ahí no hay mucha altura (con el techo cerrado, claro…), los respaldos de los asientos son muy verticales y los ocupantes de más de 1,65 metros de altura tendrán que hacer un esfuerzo para encajar. Lo más positivo es que los asientos son más altos que los delanteros y, por primera vez en un descapotable de la marca alemana, hay dos airbags laterales para quienes viajan detrás.
Los reposacabezas delanteros pueden integrar (con el sistema de audio 3D exclusivo de Burmester opcional) dos altavoces para crear un sonido inmersivo, con hasta 17 altavoces y calidad Dolby Atmos. De serie vienen el calentador de cuello (Airscarf), con tres potencias, muy útil en los días más fríos cuando todavía quieres viajar con el pelo al viento, y también los dos paneles extraíbles por encima del marco del parabrisas (Aircap) que sirven para desviar turbulencias del habitáculo. Se complementan por una red de protección trasera que se eleva al mismo tiempo que estos dos pequeños paneles con solo tocar un botón entre los dos asientos delanteros.
Probé el Aircap en varias situaciones para intentar evaluar su utilidad y la conclusión es clara: si sólo están ocupados los asientos delanteros no recomiendo su uso porque la disminución de viento que invade esta zona es mínima y no compensa el ruido aerodinámico que aumenta exponencialmente. Si hay pasajeros detrás, entonces su bienestar aumentará considerablemente con el Aircap, tanto en turbulencias laterales como traseras, ya que se evita que el flujo de aire entre en la parte trasera del coche.
En lo que respecta a la capota (que puede ser negra, roja o gris) puede subir y bajar en 20 segundos (a una velocidad de hasta 60 km/h), según Mercedes-Benz. Confirmado: lo cronometré y han sido exactamente 19,4 para bajar y 20,8 segundos para subir.
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En los asientos de cuero (opcional) hay una película que sirve específicamente para bajar la temperatura cuando incide la luz del sol, hasta 12 grados, según los técnicos alemanes (extremo que no pudimos comprobar).
No hay bolsillos en los respaldos de los asientos delanteros y el acceso a la segunda fila no se realiza, como hasta ahora, a través de una palanca rígida para bajar el respaldo y avanzar los asientos delanteros, sino a través de un asa flexible de cuero, en la lateral del respaldo del asiento. El maletero tiene un volumen de 385 litros (frente a los 420 litros del Coupé), idéntico al del BMW Serie 4 Cabrio y 15 litros más que el del Audi A5 Cabrio. Esta capacidad se puede ampliar abatiendo simétricamente los respaldos de los asientos, lo que crea una zona de paso en el centro, pero se reduce a 295 litros con el techo bajado.
Al volante del Mercedes CLE 300 4Matic
En esta experiencia de conducción en la isla de Tenerife conduje el CLE 300 4MATIC (4 cilindros, 2 litros, 258 CV/400 Nm). Utiliza (como todos los demás motores, incluido el de 6 cilindros del tope de gama CLE 450 4MATIC) un sistema “mild hybrid”, lo que significa que hay un motor de arranque/alternador alimentado a 48V, un pequeño motor eléctrico (17 CV y 205 Nm) y una pequeña batería.
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El sonido no es tan gratificante como el de un motor de 6 cilindros, se escuchan menos frecuencias graves y se siente más esfuerzo (también acústico) para entregar al conductor lo que su pie derecho le pide. Pero no es un coche lento, ni mucho menos, sobre todo porque el par máximo del motor de gasolina queda disponible a 2.000 rpm y la ayuda del par eléctrico es decisiva para que las recuperaciones sean bastante satisfactorias.
La velocidad máxima de 250 km/h (igual que la del Coupé) y la aceleración de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos (0,4 s más que el Coupé) confirman que el 300 4MATIC puede ser bastante dinámico. Menos convincente es el tacto del pedal del freno, que se muestra algo esponjoso en la fase inicial de su recorrido, como ocurre con todos los híbridos y, sobre todo, con todos los eléctricos Mercedes.
Lo mejor y lo peor
Mercedes CLE 300 4MATIC Cabrio
Lo mejor
- Diseño inspirado
- Comodidad y agilidad
- Dirección precisa
- Airscarf y Aircap (cuando se usa con 4 ocupantes)
Lo peor
- 2ª fila apretada
- Sonido del motor
- Freno esponjoso
- Precio
La plataforma MRA2 (utilizada en los modelos C y E) va asociada a un chasis de cuatro ruedas independientes, pudiendo haber tres tipos de suspensión: normal (con muelles de acero), una variante rebajada en 15 mm (Sport) que usa un sistema de amortiguación hidráulica selectiva (para limitar los movimientos verticales de la carrocería cuando las ruedas pasan por una fuerte irregularidad en el asfalto) y una tercera con amortiguadores electrónicos variables. Este último va siempre acompañado de un eje trasero direccional, en el que las ruedas traseras giran hasta 2,5 grados, lo que permite reducir el diámetro de giro a bajas velocidades o aumentar la estabilidad por encima de los 80 km/h.
Le pregunté al ingeniero jefe por qué aquí las ruedas giran menos que en otros modelos de Mercedes-Benz (en el Clase S llega a 10 grados) y la respuesta fue clara: “el hecho de que tenemos neumáticos más anchos detrás influye, pero, por otro lado, no queremos que las ruedas traseras giren demasiado en vehículos más pequeños que el S porque eso crea una sensación de conducir una carretilla elevadora, con el eje delantero pareciendo ir en un sentido y el trasero en otro”.
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Este CLE 300 estaba equipado con eje trasero direccional y amortiguadores electrónicos, que contribuyen en gran medida a mejorar la agilidad y la conducción deportiva. Quizás porque hoy en día estoy muy acostumbrado a conducir coches de más de 2,5 toneladas y con “pies de barro” -es decir, eléctricos, con baterías muy pesadas en la base del vehículo-, este CLE (de “sólo” casi dos toneladas y 130 kilos más “obeso” que el Coupé con el mismo motor) pareció relativamente ágil.
Esto no impide que las reservas de confort sean siempre bastante grandes, incluso si circulamos en modo Sport (los otros modos son Eco, Comfort e Individual, cambiando las respuestas de motor/transmisión, suspensión, dirección, sonido del motor y control de estabilidad).
Nuestra puntuación: 7,5
El diseño es innegablemente seductor, especialmente con la capota en bajo. Es un coche para viajar en pareja, sobre todo porque hay que contar con el espacio de la segunda fila y del pequeño maletero para tener donde llevar el equipaje para un fin de semana largo.
Confort y agilidad son perfectamente compatibles, especialmente en las versiones con eje trasero direccional. Buen rendimiento, aunque el motor de 4 cilindros tenga un sonido poco refinado. El motor eléctrico ayuda a hacer más convincentes las aceleraciones y, sobre todo, las retomas de velocidad, reduciendo al mismo tiempo el consumo. Dirección precisa, pero pedal de freno esponjoso y poco progresivo.
La dirección, que deriva de la de la Clase C/GLC, ha recibido una puesta a punto más directa (2,1 vueltas del volante de tope a tope) y tiene capacidad de transmitir mucha información sobre la forma como los neumáticos -245 /35 R20 delante y 275/30 R20 detrás- y la carretera “se llevan”. Con la capota montada, quedó claro que el aislamiento acústico y térmico ha sido muy bien trabajado y que los refuerzos introducidos en la construcción han resultado en una carrocería muy resistente a la torsión y a la flexión.
En el momento del lanzamiento del CLE en España existen las versiones 220d, 200 y 300 4MATIC, y el 450 4MATIC se puede encargar bajo pedido. No habrá CLE Cabrio PHEV porque el sistema híbrido enchufable no cabe debido a los componentes del sistema de apertura/cierre de la capota, que tiene que recogerse en el compartimento trasero del coche.
Los precios parten de 68.925 euros para la versión CLE 200 Cabrio, diez mil euros por encima del nivel de entrada de la gama Coupé (con el mismo motor). El 220d cuesta prácticamente lo mismo y este CLE 300 amplía la factura hasta los 78.350 euros.
Ficha técnica
Mercedes CLE 300 4MATIC Cabrio
MOTOR: 2 litros, delantero longitudinal; Arquitectura de 4 cilindros en línea; Inyección directa, turbo, intercooler; Cilindrada: 1999 c.c.; Potencia: 258 CV/5800 rpm; Par: 400 Nm/2000-3200 rpm; Motor eléctrico: 23 CV/200 Nm.
TRANSMISIÓN:Tracción: 4×4; Caja de cambios: automática de 9 velocidades, doble embrague
CHASIS:Suspensión D/T: independiente con doble horquilla superpuesta/multibrazo independiente; Frenos D/T: Discos ventilados/Discos; Dirección: Asistencia eléctrica, eje trasero direccional; Número de vueltas al volante: 2,1; Diámetro de giro: 11,7 m
DIMENSIONES:Largo/Ancho/Alto: 4.850/1.860/1.424; Distancia entre ejes: 2.865 m; Capacidad del maletero: 385 litros (295 con la capota en bajo); Capacidad del depósito: 66 litros; Peso en vacío: 1.985 kg; Neumáticos D/T: 245/35 R20 – 275/30 R20
PRESTACIONES Y CONSUMO:Velocidad máxima: 250 km/h; Aceleración 0-100 km/h: 6,6 s; Consumo mixto: 7,4 l/100 km
PRECIO: 78.350 euros (la versión básica, CLE 200 Cabrio está disponible desde 69.000 euros. Siempre entre 9.000 y 10.000 euros más caro que el Coupé a igualdad de motor)
