El icónico todoterreno se vuelve eléctrico a partir de una enorme batería de 116 kWh.
Después de cuatro, cinco, seis, ocho y doce cilindros, aquí está el Mercedes-Benz Clase G sin ninguno. En lugar de un motor de combustión, el todoterreno eléctrico cuenta con cuatro mecánicas, una para cada rueda, así que tranquilos, porque sigue siendo un 4×4 brutal, incluso más capaz que los G de combustión en determinados escenarios.
Denominado oficialmente G 580 con tecnología EQ, entrega 587 CV combinados y nada menos que 1.165 Nm de par máximo de forma instantánea, algo ideal para superar obstáculos ‘off road’. Sí, son 2 CV más que el Mercedes-AMG G 63 4MATIC con su motor V8 biturbo.
Mercedes-Benz G 580 con tecnología EQ
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Un titán ‘off-road’
De hecho, las cualidades camperas siguen siendo su principal activo: Mercedes-Benz anuncia una profundidad máxima de vadeo de 85 centímetros, es decir, mejor que el G 550 y el G 63. Es más, este 4×4 ecológico puede subir pendientes laterales de hasta 35 grados y ofrece 25 cm de altura libre al suelo.
Asimismo, declara un ángulo de ataque de 32 grados, otro de salida de 30,7 grados y uno ventral de 20,3 grados. Al igual que el Clase G estándar, puede subir pendientes con 45 grados. ¡Nadie lo dudaba!
Funciones 4×4
La transmisión de dos velocidades y la función de marcha lenta equivalen a una reductora tradicional. Por su parte, el sistema G-Turn es el que permite al 4×4 alemán girar sobre sí mismo como si fuera un tanque.
El G 580 con tecnología EQ cuenta con una suspensión delantera independiente y un eje rígido trasero, además de una protección de los bajos que utiliza carbono y otros materiales resistentes para proteger la batería.
Hablando de ella, los ingenieros han instalado un enorme pack de 116 kWh en el chasis de largueros y travesaños. La autonomía sigue siendo un misterio, pero sabemos que este componente puede cargarse hasta 200 kW. En este supuesto ideal, sólo se tardan 32 minutos en pasar del 10 al 80%.
Diseño conocido
Con un aspecto familiar, el Clase G eléctrico mantiene esa histórica fisonomía cuadrada, pero incorpora una parrilla cerrada con un contorno iluminado. El coche se inspira en el prototipo EQG de 2021 y puede prescindir de la rueda de repuesto trasera. En su lugar, Mercedes-Benz monta una caja que puede almacenar el cable de carga, cadenas para la nieve y herramientas.
El interior también se inspira mucho en el del Clase G normal, hasta el punto de que no se distingue a primera vista. Permanecen las habituales pantallas de 12,3 pulgadas, al igual que el asidero en el lado del acompañante del salpicadero. También se ofrece el capó ‘transparente’ gracias a la cámara de 360 grados.
De inicio, habrá un Edition One, a elegir entre cuatro colores especiales Manufaktur (South Sea Blue Magno, Moonlight White Magno, Moonlight White Metallic, Arabian Grey) y el habitual Obsidian Black Metallic. Esta versión incluye el acabado AMG Line y el paquete Night con llantas de aleación de 20 pulgadas y detalles de color negro en la carrocería.
No hay precios
Por cierto, no se nos debe olvidar la mención al sistema G-Roar. Se trata de un sonido falso de motor que imita el de un Clase G equipado con motor de combustión al acelerar.
Mercedes-Benz no dice cuánto cuesta el G eléctrico, pero es probable que tenga un precio superior al de los modelos de gasolina. Ahora mismo, en España, el AMG G 63 cuesta 219.300 euros.
En 2022, la marca alemana anunció que el Clase G eléctrico recibiría una batería mejorada con ánodos de silicio aproximadamente un año después del lanzamiento del modelo. En su día, se calculó que las nuevas celdas aumentarían la densidad energética entre un 20 y un 40%, lo que supondrá una mejora significativa en el ámbito de la autonomía.
