La guerra de precios que ha iniciado Tesla está poniendo patas arriba al mercado de los coches eléctricos, sobre todo en China. El último tijeretazo a los precios lo ha dado en dos versiones de acceso del Model S y el Model X en EEUU.
Ante este vaivén de la oferta y la demanda, Mercedes-Benz se ha posicionado en contra de esta tendencia, por lo que no veremos sus coches eléctricos bajar de precio en un futuro próximo.
“Asegurarnos de que estas hermosas máquinas que construimos tengan longevidad, valor residual, etc., es para nosotros la máxima prioridad”, ha explicado el CEO.
Para lograrlo, Mercedes-Benz cuenta con flexibilidad a la hora de producir sus modelos en EEUU o China, donde admite, el mercado está “un poco plano”. Esto debe a un enfriamiento de la demanda: los consumidores quieren esperar a ver hasta dónde bajan los precios.
Lo cierto es que la situación en el que es el mayor mercado de coches eléctricos del mundo es complicada. Tanto, que 16 de los principales fabricantes chinos como NIO, XPeng, BYD o Geely han firmado una tregua con Tesla para frenar la guerra de precios que se ha desatado el último año y “mantener una competencia leal sana y evitar precios anormales”.
En este contexto, Kallenius considera que lanzar nuevos productos en economías en crecimiento ayudaría a recuperar parte de la enorme inversión en electrificación o conducción autónoma que están haciendo, pero está resultando “un desafío”.
No obstante, Mercedes-Benz sí que se ha acercado a Tesla en un aspecto: el de los cargadores. Así, la marca alemana ha decidido dejar de lado el estándar CCS en EEUU para abrazar, progresivamente, el NACS de Tesla, al igual que lo han hecho marcas como General Motors o Ford.
