Desde la adquisición de Twitter, Elon Musk ha estado ausente en el día a día de Tesla. Algo que hace unos días ha cambiado de forma abrupta, con un regreso muy «eloniano«. Despidos por todos lados, recontrataciones de algunos empleados que eran imprescindibles, y lo más importante, aceleración de los proyectos como los nuevos modelos, y la apuesta por la conducción autónoma.
Esta llegada se produce en un momento difícil para Tesla, que en el primer trimestre de 2024 obtuvo unos ingresos de 21.301 millones de dólares, un 9% menos que el año anterior, con un beneficio neto de 1.129 millones de dólares, un 55,07% menos que el año anterior.
Esto tiene que ver con la bajada de ventas, que en el primer trimestre supuso unas entregas de 386.810 vehículos, casi un 9% menos que el mismo periodo del año anterior.
Elon Musk al rescate
Durante la conferencia de inversores, Elon Musk ha confirmado los planes de lanzamiento de nuevos modelos, que supone básicamente la llegada del nuevo modelo económico, y posiblemente la renovación del Model Y.
Musk incluso ha indicado que estas novedades no solo no se habrían retrasado, como indicó en su momento Reuters, sino que incluso se habían acelerado los planes, con prestaciones a principios de 2025, o incluso a finales de este mismo 2024.
La conducción autónoma es otra de las prioridades de Tesla. En este apartado, hemos visto movimientos como la reducción de precios del sistema FSD, que ha pasado de 12.000 a 8.000 dólares en Estados Unidos, el lanzamiento de Robotaxi el próximo 8 de agosto, y la apuesta en marcha de 85.000 GPU NVIDIA H100 para entrenar inteligencia artificial, que ponen sobre la mesa el compromiso y obsesión de Musk con los coches totalmente autónomos.
Los datos detrás de esta apuesta está en un lucrativo negocio donde esperan poder poner en circulación entre 5 y 7 millones de coches autónomos en los próximos años.
Una inversión que está comenzando a dar sus retornos, y según los datos de la consultora Siena Capital, Tesla recibió hasta 700 millones de dólares en ingresos relacionados con el FSD en el primer trimestre de este año, lo que equivale aproximadamente al 4,3% de los ingresos de la división de automóviles de Tesla.
A esto ayudará también la venta de la tecnología a otros fabricantes. Así lo ha indicado Elon Musk, que ha confirmado el acuerdo de licencia a un gran fabricante, se rumorea que Stellantis, para que sus vehículos puedan usar la conducción autónoma en sus futuros modelos.
Una Tesla que según sus predicciones, a corto plazo los datos serán negativos al estar en medio de un período entre dos grandes olas de crecimiento, y a pesar de estar acelerando el lanzamiento de nuevos modelos, se espera que la tasa de crecimiento de las ventas en 2024 será «significativamente menor» respecto a años anteriores.
