Koenigsegg acaba de inaugurar la fábrica donde producirá el nuevo Gemera, un gran turismo con espacio para cuatro pasajeros y su equipaje que ofrece prestaciones de hypercar.
Cuando lo conocimos en 2020 se presentó con un conjunto híbrido enchufable formado por tres motores eléctricos y un gasolina de tres cilindros. Ahora ha visto la luz una nueva versión que sustituye el bloque tricilíndrico por uno V8.
El Koenigsegg Gemera ofrece 50 kilómetros de autonomía eléctrica
El primer gran turismo de la marca sueca llegó con cuatro plazas, un maletero con espacio para el equipaje de todos sus pasajeros y una autonomía total de 1.000 kilómetros. Todo ello con una potencia máxima de 1.724 CV que provenía de un conjunto híbrido enchufable formado por tres motores eléctricos y un bloque de gasolina tricilíndrico.
Desde que vio la luz ha pasado mucho tiempo y una pandemia, pero el Gemera por fin está listo para pasar a producción. Lo hará en una nueva planta ubicada en Suecia y, durante la inauguración de estas instalaciones, Koenigsegg volvió a sorprendernos.
La parte eléctrica del conjunto híbrido enchufable del Gemera permanece sin cambios, pero esta versión utilizará una nueva transmisión que también hereda del Jesko: la caja de cambios Lightspeed de nueve relaciones y siete embragues.
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Para aprovechar el extra de potencia, Koenigsegg ofrecerá a sus clientes la posibilidad de vestir al Gemera con el Ghost Package opcional, que añade un alerón trasero, un splitter frontal sobredimensionado, un S-Duct y otras mejoras aerodinámicas para conseguir que el Gemera sea todavía más rápido.
El contrapunto de este paquete es que reduce el espacio del maletero, pero sin él, el Gemera V8 ofrece la misma capacidad de carga que el de tres cilindros, con sitio para tres maletas de mano en el maletero posterior y para una cuarta en el frontal.
En cuanto al precio, la variante V8 incrementará la factura final en 400.000 dólares, por lo que costará 2,1 millones de dólares. Todos aquellos que lo encarguen tendrán que esperar para conducirlo porque las primeras entregas a clientes no tendrán lugar hasta el año 2025 y, a diferencia del prototipo que se presentó en 2020, el Gemera de producción llegará sin retrovisores digitales, utilizará unos convencionales.