El Mercedes-Benz GLC llegó en su día para sustituir al desafortunado GLK ¡Y vaya cambio! Ahora es uno de los vehículos de su segmento más demandados en todo el mundo. Además, también se trata de uno de los coches de la marca de mayor éxito. Su principal baza es el diseño, pero tiene otros muchos argumentos para conquistar a los usuarios.
Y para quien no sea suficiente, ya está aquí BRABUS para contentar a los más inconformistas. Tomando como base el Mercedes-Benz GLC 300 4Matic, el SUV se beneficia de una aerodinámica revisada, llantas de aleación más grandes y más potencia para el motor turboalimentado de cuatro cilindros y 2.0 litros gracias a una actualización de la ECU.
Recordemos que, de serie, esta mecánica desarrolla una potencia total de 258 CV (190 kW) y 400 Nm de par máximo. Se beneficia de un sistema micro híbrido de 48V. Gracias a ello, goza del distintivo ambiental ECO de la DGT. Está, además, asociado a la transmisión automática 9G-Tronic, que envía toda la potencia a ambos ejes mediante la tracción total 4Matic del fabricante de automóviles alemán.
Un Mercedes-Benz GLC más picante
A nivel estético, BRABUS lleva el kit de carrocería AMG Line opcional a un nuevo nivel. En el frontal podemos ver un nuevo divisor y nuevas inserciones en carbono mate o brillante para las tomas de aire. La parrilla también recibe algunos ajustes; al tiempo que podemos apreciar numerosos emblemas del especialista alemán por toda la carrocería. El exterior luce un color negro.
Es el caso de las alfombrillas, los logotipos, los umbrales de las puertas y los pedales de aluminio. Por último y, como plato fuerte de esta puesta a punto, BRABUS ha equipado su mejora de rendimiento Brabus PowerXtra B30. Tras las modificaciones, el motor produce ahora 300 CV (221 kW) y 450 Nm de par máximo. Por su parte, las suspensiones y los frenos se mantienen de serie.
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