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Prueba Volkswagen Polo R-Line TSI 110 CV: compatible con todo

Es un utilitario muy completo y agradable. ¿Por qué no está entre los coches más vendidos en España?

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Entre el próximo ID.2, que está llamado a sustituirle en 2025 por un precio inferior a 25.000 euros, y los tres SUV urbanos de Volkswagen (T-Cross, Taigo y T-Roc), el Polo no vive una situación cómoda, ciertamente. No queremos que le suceda como al Ford Fiesta, que está a punto de desaparecer, pero…

Encima, si miramos los superventas en nuestro país, aparecen rivales como los Dacia Sandero, Renault Clio, Opel Corsa, SEAT Ibiza o Peugeot 208. ¿Por qué el Polo, siendo un buen coche, no aparece en este privilegiado listado? Probablemente, el precio tenga la culpa, pero de eso hablaremos al final del texto.

El Volkswagen Polo R-Line TSI 110 CV, en cinco puntos clave:

Galería: Prueba Volkswagen Polo R-Line TSI 110 CV DSG

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Diseño

El Polo actual es un restyling de la sexta generación, que se estrenó en el año 2021, así que lleva a la venta un par de años. Por cierto, huelga decir que este coche se sigue fabricando en la planta navarra de Landaben, a partir de la plataforma MQB A0, junto con el T-Cross y el Taigo.

El acabado R-Line viste la carrocería con acertados componentes deportivos. Por ejemplo, con paragolpes específicos o llantas Valencia de 16 pulgadas, si bien las de nuestra unidad de pruebas eran las Bergamo bicolor de 17 pulgadas, por 350 euros, con neumáticos 215/45. Como contrapunto, nos sigue sin convencer los embellecedores cromados que simulan salidas de escape.

Los cristales oscurecidos, los marcos de las ventanillas en negro brillante o el spoiler trasero rematan un conjunto muy interesante desde el punto de vista visual. Como ya es habitual, el Polo sólo se comercializa con una carrocería de cinco puertas, que en este caso mide 4,07 metros de longitud.

Interior

Seguro que te gusta leer que la instrumentación digital Digital Cockpit Pro de 10,25 pulgadas, la pantalla central de 8 pulgadas, el volante específico y los asientos deportivos de tela forman parte del equipamiento de serie en el Polo R-Line. La climatización bizona, también sin sobreprecio, se gobierna con unos prácticos mandos táctiles, intuitivos de usar.

Por el contrario, la calidad de los materiales no es mejor que en otros utilitarios de marcas más generalistas y el freno de mano se activa por una palanca clásica. En mi caso, no me genera ningún problema, pero habrá algún que otro cliente que considere esta solución algo desfasada.

En el apartado multimedia, disponemos de vinculación inalámbrica para dispositivos con Apple CarPlay y Android Auto, además de cuatro puertos USB-C. Por su parte, el equipo de sonido de serie integra seis altavoces, que no está nada mal.

Por espacio interior, el Polo es de los utilitarios más recomendables del mercado, algo que siempre hay que tener en cuenta si se van a utilizar las plazas posteriores de forma habitual. En ellas, el hueco que hay para las piernas es bastante decente y, como no se produce una caída del techo, también se pueden acomodar personas altas.

Esta destacada habitabilidad no repercute negativamente en el maletero, que cubica 351 litros, una cifra más que interesante para un modelo del segmento B. Definitivamente, el Polo es un coche muy aprovechable en el día a día y también para alguna que otra escapada.

Mecánica

El plantel mecánico del Polo puede pecar de limitado. Tan sólo hay dos motores 1.0 TSI de gasolina, con 95 y 110 CV, y después se produce un gran vacío hasta llegar al Polo GTI de 207 CV (2.0 TSI). Echamos en falta una versión intermedia de 150 CV, aunque entendemos que Volkswagen la habrá descartado por baja demanda.

El propulsor de 110 CV, con etiqueta C, sólo se vincula a la transmisión automática de doble embrague DSG de siete velocidades, una dupla muy agradable en la ciudad y con un rendimiento suficiente para afrontar desplazamientos fuera de ella. La aceleración de 0 a 100 en 10,4 segundos confirma esta cualidad.

La transmisión dispone de un modo Sport para apurar el régimen en el caso de tener que adelantar en poca distancia o a la hora de practicar una conducción más deportiva. La verdad es que el bloque tricilíndrico responde bastante bien al acelerador y no se muestra perezoso ni siquiera en un régimen bajo. Pero es que además el consumo real de 6,3 litros cada 100 km no nos parece ni mucho menos descabellado.

En marcha

Nuestra unidad de pruebas incluía la opción Hola Deportividad (410 euros), que incluye programas de conducción, tren de rodaje deportivo con suspensión rebajada en 15 mm y bloqueo electrónico del diferencial XDS. Por lo tanto, estamos ante un Polo con más pimienta dinámica que el convencional.

Como impronta de los Volkswagen, es un vehículo bastante estable, que pisa bien y mantiene la trayectoria recta a velocidades de crucero, y resulta muy sencillo de conducir cuando llegan las curvas. El Fiesta me parece algo mejor preparado para trazados técnicos, pero el modelo alemán los supera también fácilmente. La suspensión es firme, pero no agotadora ni siquiera en la ciudad con sus múltiples reductores de velocidad, aunque sí se pierde algo de confort.

No nos han gustado los frenos de tambor traseros, que no deberían incluirse en todo un Volkswagen, bajo nuestro parecer. En cambio, puede equipar los faros matriciales IQ. Light, de los más avanzados del mercado, por 1.210 euros.

Equipamiento y precio

El acabado R-Line también incluye de fábrica cámara de visión trasera, el mantenimiento de carril Travel Assist, faros LED, control de presión de los neumáticos, retrovisor interior fotosensible, asientos delanteros con ajuste lumbar, pilotos LED o pedales con inserciones de acero inoxidable.

¿Cuánto pide Volkswagen por este Polo? 29.040 euros. Es una tarifa elevada, sobre todo en un segmento B, donde el cliente va generalmente en busca de un precio ajustado. La gama del utilitario germano comienza en 23.745 euros. Esta puede ser una buena explicación del motivo por el que este coche no es altamente demandado en España actualmente.

Volkswagen Polo R-Line TSI 110 CV DSG

  • Motor: Gasolina, 3 cilindros en línea, turboalimentado, 999 cm³
  • Potencia: 110 CV a 5.500 rpm
  • Par máximo: 200 Nm entre 2.000 y 3.000 rpm
  • Caja de cambios: Automática de doble embrague DSG, 7 velocidades
  • 0-100 km/h: 10,4 s
  • Velocidad máxima: 195 km/h
  • Consumo: 5,6 l/100 km
  • Tracción: Delantera
  • Longitud: 4,07 m
  • Anchura: 1,75 m
  • Altura: 1,45 m
  • Peso en vacío: 1.210 kg
  • Número de asientos: 5
  • Capacidad del maletero: 351 l
  • Precio base: 29.040 euros

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