Mucho se habla de electrificación, de la gran apuesta que están haciendo todos los fabricantes para llegar a 2030 siendo marcas 100% electrificadas. Pero algunas también tantean otro tipo de energía alternativa y limpia, como es el caso de Toyota, que pone parte de sus fichas en el hidrógeno.
En esta prueba en vídeo del Toyota Mirai analizamos la berlina de casi cinco metros que es propulsada gracias a una pila de combustible (FCEV: Fuel Cell Electric Vehicle). Ésta genera electricidad mediante hidrógeno, que es almacenado en tres depósitos, para hacer funcionar su motor eléctrico de 182 CV -por aquí te dejo la prueba escrita del Toyota Mirai de mi compañero Nacho de Haro-.
Tiene una autonomía oficial de 650 kilómetros, aunque en conducción real no los alcanza, pero sí puede acercarse. Por su parte, el consumo WLTP es de 0,79 kg/100 km, si equipa llanta de 19”, y de 0,89 kg/100 km, con las de 20”.
Está disponible desde 72.600 euros con el acabado Vision y desde 79.600 con el Luxury (sin descuentos ni promociones), que suma llantas multirradio de 20″ en negro, techo panorámico y sistema de aparcamiento avanzado Toyota Teammate.
¿Y qué ventajas y desventajas tiene el coche de hidrógeno frente a uno eléctrico? Pues es lo que aclaramos en este vídeo, pero ya te avanzo que destaca por su autonomía y rapidez de carga, pero peca en lo complicado que es repostar en una hidrogenera; no por el proceso, que es realmente sencillo, sino por las escasísimas que existen en España.
